El pasado 23 de mayo a las 17 h. Globalizarte -proyecto de activismo cultural y arte en la calle- llevó a cabo una acción crítica con las cumbres G-20 y la OTAN entre otras cosas. Tuvo lugar en las Ramblas de Barcelona y fue un intercambio agresivo con el público de acciones y reacciones donde tuvo cabida el miedo, la burla, la risa, la sorpresa y la admiración. La acción fue parada por la policía con la detención del activista que portagonizó la acción.

El pasado 23 de mayo a las 17 h. Globalizarte -proyecto de activismo cultural y arte en la calle- llevó a cabo una acción crítica con las cumbres G-20 y la OTAN entre otras cosas. Tuvo lugar en las Ramblas de Barcelona y fue un intercambio agresivo con el público de acciones y reacciones donde tuvo cabida el miedo, la burla, la risa, la sorpresa y la admiración. La acción fue parada por la policía con la detención del activista que portagonizó la acción.

Haciendo una descripción objetiva de lo sucedido la acción comenzó cuando el activista vestido de ejecutivo depresivo se dirigía a las Ramblas, una de las calles más visitadas del mundo. Nada más pisarla se sentó en el suelo y sacó un trozo de cartón en el que se podía leer «Una ayuda para salvar este buque de necios» en referencia a la fábula de Ted Kaczynski en la cual un grumete advierte vanamente a los tripulantes que se olviden de sus problemas cotidianos y se preocupen en detener el rumbo que sigue el patrón del buque, abocados a un naufragio seguro entre icebergs.

La gente paraba vagamente su marcha para leer el cartón del ejecutivo depresivo, que pasaba casi desapercibido. El ejecutivo cada vez más inmerso en una soledad cohibitiva y desesperante cogió unos rotuladores y escribió unas palabras sobre un saco : OTAN, G-20, Globalización, identidad, vida, se cubrió la cabeza con él y empezó a andar. El activista apenas veía las baldosas onduladas de las Ramblas, y mucho menos el vaivén de turistas transitando. Cada cierto tiempo paraba para intentar asfixiarse con su corbata hasta la extenuación, pero se levantaba una y otra vez sin poder hacerlo.

En un momento de desesperación el ejecutivo decide sacar de su maletín un arma de plástico y se apunta con ella en su cabeza, que seguía cubierta por el saco de palabras. Siguió caminando calle abajo provocando diferentes reacciones entre el público. Tras cruzar los últimos semáforos que llevan al mar fue detenido por la policía por ir con una pistola de juguete y un saco en la cabeza. El activista mostró su impotencia por no poder acabarla alzando la voz y explicando a los agentes que lo que él hacia era demostrar «la mierda de sistema en el que vivimos todos». Tras ser cacheado y después de algunas preguntas salió sin cargos sin la posibilidad de poder hacer más acciones de este tipo.

Según el activista la acción la llamó «Seroxat» en referencia a muchos adolescentes que han heredado tendencias violentas y suicidas cuando de pequeño fueron medicados con este fármaco para soportar su existencia, además según palabras suyas «es hora de que suicidio/depresión y sistema dejen de tratarse por separado». Y habla de que para que algo cambie en el mundo muchos ejecutivos y políticos poderosos «deberían caer en esta patología o trastorno mental de forma masiva para que el pueblo tome las riendas del planeta».

Video de la acción :
www.globalizarte.org


Fuente: www.globalizarte.org