Lo han intentado todo con alevosía, pero no se dan por vencidos. Coacción jurídica, represión policial, infundios y calumnias en su prensa amiga, infiltración, provocación, cooptación, alarma social importando falsos nazis contra el 25-S, todas las artes de la manipulación al servicio de una causa: frenar al 15-M. Y ahora, cuando aún no han digerido el revés del juez Pedraz, se sacan de la manga la carta más pueril de todas: la rama madrileña de Democracia Real YA (DRY) partiendo el bacalao con una delegación del Bundestag. ¡Quien da más!.
Y como no podía ser menos, la prensa progresista lo proclama a los cuatro vientos, Que se sepa. El diario dinástico de referencia, El País de los EREs al por mayor, lo vende con su particular gracejo. “El 15-M pide ayuda a diputados alemanes”. Añadiendo como atribulada justificación al “rescate” de los sedicentes indignados:”Aquí no nos escuchan”.
Y como no podía ser menos, la prensa progresista lo proclama a los cuatro vientos, Que se sepa. El diario dinástico de referencia, El País de los EREs al por mayor, lo vende con su particular gracejo. “El 15-M pide ayuda a diputados alemanes”. Añadiendo como atribulada justificación al “rescate” de los sedicentes indignados:”Aquí no nos escuchan”. Por su parte, el digital alternativo Público, no contento con vocearlo a toda página (“Diputados alemanes se reúnen con el 15-M mientras el Gobierno lo ignora”) se viene arriba para ofrecer las claves de la reunión: antes que la gente del DRY -afirma dentro-, los secretarios generales de CCOO y UGT ya se vieron en Berlín con Merkel. Aún hay clases. Toxo y Méndez viajaron a escote a la capital alemana. Por el contrario, en el caso del DRY (que el equipo mediático habitual equipara obscenamente al 15-M), el peaje los han sufragado los germanos. Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma. Claro que con esa aplastante lógica informativa, podríamos alucinar que el próximo encuentro del DRY será con el REY en la mismísima Zarzuela, que además juega en casa.
Menuda broma. El DRY, parte, todo o cuarto y mitad, lleva meses tonteando con hacerse un hueco en la política realmente existente. La profesional y tarifada. Claro, siempre poniendo el intermitente a la izquierda y luego Dios dirá. De hecho al PSOE, y a esa Izquierda Unida (IU) que ha salido en su socorro en la Andalucía de los ajustes y rescates por “imperativo legal”, les encantaría fichar un nuevo frente de juventudes que les sirviera de Arca de Noé para capear el temporal. Todos los signos y espasmos, los propios y los que emiten sus canales de propaganda mediática, indican que ambicionan “reiniciarse” con sangre fresca. Cuando ese DRY (parte, todo o cuarto y mitad) se constituyó en asociación, los ojeadores de los partidos corrieron a la línea de salida y mandaron a sus cazatalentos rebuscar entre el mogollón. No hay mejor astilla que la de la misma madera.
¿Por qué será que siempre que se quiere meter en vereda a los indignados españoles aparece el amigo alemán con su convincente dialéctica? Ocurrió a la muerte de Franco, cuando los buenos oficios de la Fundación Friedrich Ebert y del ministro socialdemócrata Hans Matoffer lograron reconducir al PSOE hacia las aguas remansadas de Isidoro (Felipe González) y sus hombres de pana. Luego completaría la faena el primo norteamericano. Beca Fulbright va, beca Fulbright viene, y ya tenemos listos los cuadros políticos que un verdadero socialismo moderno necesitaba para homologarse con los de su rango.
Un poco de seriedad, amigos. Seis millones de parados, un cincuenta por cien de los jóvenes y otro veinte de pobres nos contemplan desesperados. Ahora mismo Eurostat acaba publicar que España es el país con mayor índice de desigualdad de la eurozona. Es decir, que después de 34 años de democracia, 26 de pertenencia a la Unión Europea (UE) y otros 10 en el euro, somos los que sufrimos el mayor índice de injusticia social. Una signo de “criminalidad política” que tiene responsables directos, ciertos y conocidos, entre las instituciones y partidos que han detentado el gobierno desde el inicio de la transición: 5 años UCD, 9 años AP-PP, 21 años PSOE y 37 años el Rey Juan Carlos como Jefe del Estado.
¡No nos representan!
Rafael Cid
Fuente: Rafael Cid