JOHANESBURGO.- Unos 3.200 trabajadores quedaron atrapados a última hora de anoche a 2.200 metros de profundidad en una mina de oro próxima a la localidad sudafricana de Carletonville, a unos 80 kilómetros al oeste de Johanesburgo, según anunció una portavoz de Harmony Gold, que explota el yacimiento, a la agencia local Sapa.
Harmony Gold es la quinta mayor compañía minera del mundo.
« Estaban trabajando en el yacimiento cuando se produjo el accidente y no pudieron salir a la superficie porque el cable eléctrico que está conectado al ascensor de la mina quedó inutilizado » aseguró Amela Soares, portavoz del grupo, quien indicó que a última hora de anoche no había heridos y que la compañía estaba en contacto permanente con los familiares de los trabajadores encerrados en la mina. Soares precisó que el incidente se produjo como consecuencia de un derrumbe, que provocó a su vez la caída del fluido eléctrico en el interior de la mina.
Inmediatamente después del accidente, la empresa puso en marcha un sistema de emergencia habilitando un ascensor -que se utiliza normalmente como montacargas- que permite evacuar a los trabajadores al menos hacia galerías adyacentes, en las que las condiciones de ventilación son más saludables que en la zona del accidente. Harmony Gold insistió ayer, en todo caso, en que a pesar de la situación de emergencia, los mineros tienen aire y agua suficiente para esperar a ser rescatados.
Esta evacuación, sin embargo, sólo puede realizarse por grupos, a una media de 300 trabajadores cada media hora, lo que demoraría las labores de rescate más de cinco horas desde su inicio, hasta bien entrada la mañana de hoy, jueves. A pesar de que el accidente se produjo por la tarde, muchas de las personas atrapadas llevaban ya horas trabajando en la mina ; algunas de ellas desde la mañana de ayer.
Perdido el contacto
Pasada la medianoche, miembros de la Unión Sudafricana de Sindicatos Mineros aseguraron a la agencia Reuters que habían perdido el contacto con los trabajadores atrapados. Según los sindicatos, la lentitud de las operaciones de rescate unida a las altas temperaturas en el interior de la mina -más de 40 grados centígrados- disparaban el riesgo de que muchos de los trabajadores atrapados pudieran morir asfixiados.
« Estamos muy inquietos… La única salida está bloqueada, probablemente por un derrumbe. [Los mineros] pueden estar ahogándose », explicó Lesiba Seshoka, representante de los sindicatos, en declaraciones a la cadena pública británica BBC. « No tenemos ningún contacto con el interior en estos momentos y esta es nuestra mayor preocupación », insistió el representante de los sindicatos.
En el mismo sentido, otro representante de los sindicatos mineros confirmaba a France Presse que el sistema de ventilación en el interior del yacimiento seguía funcionando con normalidad pese al accidente. « Sin embargo, este sistema podría no ser suficiente para regenerar el aire respirado por miles de personas recluidas en el mismo sitio », en palabras del dirigente minero Peter Bailey.
La región en la que se encuentra el yacimiento de Elandsrand, donde se produjo el accidente, alberga las mayores reservas de oro conocidas de todo el planeta, con explotaciones que se hallan hasta a más de 3.000 metros de profundidad.
Las minas sudafricanas realizaron fuertes inversiones en seguridad e higiene laboral desde la derogación del apartheid pero los sindicatos critican con frecuencia la necesidad de realizar mejoras adicionales en los sistemas de seguridad.
Según las estadísticas del Ministerio de Salud, murieron el año pasado 199 mineros como consecuencia de accidentes laborales.
Fuente: EL MUNDO