Artículo publicado en Rojo y Negro nº 377, abril 2023

Los sectores de cuidados son un sector al alza. La que vino a llamarse “generación del baby boom” envejece y no en las mejores condiciones. La alimentación, el ocio, el estrés, la polución… nos llevan hacia una vida más larga pero mucho menos salubre. En un futuro no muy lejano gran parte de la población necesitará asistencia domiciliaria o una plaza en una residencia. En definitiva, gente que nos cuide, sin contar con el servicio sanitario que ya nos cuida en el día a día.

Mucho se ha hablado de las mujeres y el cuidado. Debido a los roles en los que nos hemos criado (los niños juegan con coches y pistolas, las niñas con muñecas y cocinitas), las personas que eligen trabajos relacionados con el cuidado de personas son mayormente mujeres y es por eso por lo que son trabajos más precarios y socialmente menos valorados. Cuando hablamos de precariedad en sectores, hablamos siempre de sectores feminizados y solo en referencia a los salarios. Los sectores feminizados tienen convenios con derechos mucho más limitados, peores condiciones laborales y menor reconocimiento de accidentes y enfermedades profesionales.

Todos los sindicatos dicen ahora ser feministas y trabajar por los derechos de las mujeres mientras despotrican por tener que utilizar un lenguaje inclusivo en sus discursos. No todos los sindicatos son iguales. Los sindicatos se nutren de personas, y las personas tienen (o no) valores.

En dos empresas del sector de Servicio de Atención Domiciliaria (SAD) se han hecho elecciones sindicales. En SACYR, de la zona sur, y Domus Vi, de la zona norte. En ninguno de los dos contábamos con representación sindical, sólo con un puñado de mujeres que lo han ido dando todo día a día en estos últimos años. Por suerte, la gente ya no cree en los sindicatos dinosaurios que viven de la inercia del pasado sin dar un palo al agua salvo para pelotear en la empresa y asegurarse sus liberados en las negociaciones de Convenio. Por justicia, la gente reconoce a las personas que te cuidan, también cuando son las compañeras que hacen tu mismo trabajo para irse luego a casa a revisarte la nómina.

Y es que esas afiliadas de CGT, compañeras del Servicio de Atención Domiciliaria, han hecho esto y mucho más, siendo un ejemplo de dedicación y trabajo bien hecho del que todas y todos debemos aprender. Por poner un ejemplo, han estado incluso contactando con trabajadoras con coche para que se trajeran a votar a otras con dificultades para desplazarse desde los pueblos de la zona al lugar de votación. Y estos han sido los resultados:

SACYR – De no tener delegadas en un comité de 23 personas, han obtenido estos resultados:

  •  11 delegadas de CC.OO.
  •  10 delegadas de CGT
  •  2 delegadas de UGT

Domus Vi – De no tener delegadas en un comité de 17 personas, han obtenido estos otros:

  •  15 delegadas de CGT
  •  2 delegadas de CC.OO.
  • UGT no consiguió ni sacar lista

Tenemos que dar la enhorabuena a estas compañeras que han llevado el sindicalismo de CGT a lo más alto en el sector ganándose, además, la oportunidad de formar parte de la mesa de negociación de su siguiente Convenio Colectivo. Tras los nervios de estos días, una nueva etapa para aprender y para organizarse, para llevar a CGT a lo más alto en su sector y, por supuesto, para cambiarlo. Sin duda sus compañeras de trabajo  están ya en las mejores manos.

Alicia de Oficios Varios Madrid


Fuente: Rojo y Negro