La defensa de la salud de las y los trabajadores es prioritaria para la CGT. Una primera aproximación a los datos existentes sobre siniestralidad laboral y enfermedades profesionales durante el 2010, reflejan una tendencia descendente en relación a 2009.
Sin embargo, existen otros indicadores que merecen ser tenidos en cuenta, para comprender mejor los efectos negativos de la crisis:
- Los
accidentes laborales sin baja aumentan,
lo que parece ser un indicador de que la coyuntura del mercado
laboral está haciendo que las y los trabajadores acudan a su
trabajo en condiciones de salud deficientes. - También
es muy destacable cómo los
accidentes laborales se concentran en las y los trabajadores de más
edad,
lo que no augura nada bueno en relación al retraso de la edad de
jubilación que se nos viene encima.- Los
accidentes laborales sin baja aumentan,
lo que parece ser un indicador de que la coyuntura del mercado
laboral está haciendo que las y los trabajadores acudan a su
trabajo en condiciones de salud deficientes. - También
es muy destacable cómo los
accidentes laborales se concentran en las y los trabajadores de más
edad,
lo que no augura nada bueno en relación al retraso de la edad de
jubilación que se nos viene encima.
Para
el
sistema capitalista,
la salud de las y los trabajadores no es un elemento importante que
deba anteponerse a la obtención de beneficios. En el capitalismo, el
modelo energético
se encuentra controlado por unas pocas transnacionales, que alimentan
un modelo
productivo
basado en la explotación ilimitada de los recursos humanos y
materiales y que, a su vez, difunde un
modelo de consumo
que obliga a esquilmar unos recursos energéticos naturales por
encima de los que el planeta puede regenerar.El
petróleo como fuente de energía principal del capitalismo global es
el responsable directo del cambio climático y de buena parte de los
conflictos armados que se libran en el planeta.
La
energía nuclear como
alternativa ante el agotamiento del petróleo, no viene sino a
agravar el “genocidio” medioambiental y humano,
como lo demuestra en drama de Fukushima.Las
consecuencias sobre la
salud laboral, social y ambiental,
no han hecho sino empeorar drásticamente para dos tercios de la
población mundial: cambio climático, formas de vida que
desaparecen, amenazas sobre la soberanía alimentaria, enfermedades
laborales, medioambientales y sociales como consecuencia de la
precarización generalizada del trabajo humano y de la expansión
incontrolada de las innovaciones tecnológicas al servicio del
capital financiero y productivo .La
salud laboral es
una parte esencial de la salud social y medioambiental. Si no damos
pasos serios, aquí y ahora, hacia otro modelo energético y, por lo
tanto hacia otro modelo productivo y de consumo, no habremos hecho
nada por evitar la cada vez peor salud que tenemos en el presente y,
seremos responsables de que las generaciones futuras, carezcan no
sólo de los indicadores de salud actuales, sino que éstos se verán
agravados muy seriamente.La
vida sana y en armonía para todos y todas, para los seres vivos que
habitamos este planeta y para quienes lo habiten mañana, sólo puede
ser posible con un cambio radical en el modelo productivo, energético
y en el modelo de consumo. Es necesario un amplio debate social sobre
el derecho a vivir con salud, a un trabajo de calidad, a cuidar y ser
cuidados, a unas relaciones personales basadas en la libertad, a un
ocio creativo.<La
Salud laboral, social y ambiental, es un derecho de todos los seres
humanos. Exijámosla y luchemos por ella.Secretaría
de Salud LaboralSecretariado
Permanente de la CGT_________
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Fuente: Secretariado Permanente de la CGT
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