200.000 carteros en lista de espera
La empresa pública sigue siendo todavía atractiva para trabajar, al menos en determinadas categorías. Correos ha conseguido que se apunten a sus bolsas de empleo más de 200.000 personas que aspiran a ganar un sueldo bruto mensual de unos 900 euros.
200.000 carteros en lista de espera

La empresa pública sigue siendo todavía atractiva para trabajar, al menos en determinadas categorías. Correos ha conseguido que se apunten a sus bolsas de empleo más de 200.000 personas que aspiran a ganar un sueldo bruto mensual de unos 900 euros.

El número de personas que se han inscrito en Catalunya, 11.000, es inferior al peso de la población en España

Correos tiene una plantilla de aproximadamente 63.000 personas y otras 214.801 aspirando a entrar en la empresa estatal. En Catalunya tan sólo 11.000, mientras que en Madrid son casi 28.000. Al menos ésas son las solicitudes que se han inscrito en las bolsas de empleo creadas por la empresa y en las que, por primera vez, se ha admitido a inmigrantes (con papeles). De momento, sólo se les ofrecen contratos eventuales, para reforzar el servicio en temporadas como la de Navidad o para cubrir bajas por enfermedad, pero con la promesa de que algún día podrán aspirar también a un contrato fijo, siempre y cuando se vayan convocando plazas. Nadie sabe por ahora cuántas ni cuándo.

El número de demandas que han entrado en las bolsas de empleo ha superado las expectativas, pero tampoco se considera anormalmente elevada, según un portavoz de la empresa. Son demandas para cubrir tres tipos de empleo – carteros tanto a pie como motorizados, clasificación y atención al cliente- con sueldos que van desde 12.217 hasta 14.108 euros brutos al año, según datos de Correos. Es decir, una media de unos 900 euros brutos al mes.

¿Qué tipo de personas se han apuntado ? Por el momento, Correos no ha depurado los datos y no facilita cifras cifras sobre el número de inmigrantes que se han inscrito. «Son fundamentalmente latinoamericanos, pero también hay algún inglés y algún alemán», dice Maria Antònia Solà, responsable de la seccion sindical de Comisiones Obreras. Más de un marroquí rehusó entregar la solicitud tras saber que deberá pasar un examen en el que el dominio del español es requisito imprescindible.

«Hay personas de todo tipo, incluso gente que en estos momentos tiene otro trabajo. Es en cierta manera un orgullo que tanta gente quiera trabajar con nosotros», dice Vicenç Ibáñez, portavoz de Correos en Catalunya. Sin embargo, buena parte de los incritos son personas que ya forman parte de la legión de eventuales que viene utilizando Correos para suplencias. «Claro que me he apuntado. Desde el año 1993 estoy realizando suplencias, la más corta fue de tres días y la más larga de 20 meses, para cubrir una baja por accidente», explica una trabajadora de la oficina de clasificación del aeropuerto de El Prat, afiliada de CGT, que pidió no ser identificada.

Tiene 42 años, dos hijos, y su marido, J. M., también es cartero eventual desde el año 1993. Como máximo pueden trabajar en Correos seis meses al año. A veces, según explica, cogen otros trabajos, «pero siempre pendientes de si nos llega el telegrama de Correos avisándonos que en 24 horas nos hemos de presentar en tal o cual sitio para hacer una sustitución. Si lo rechazas, y no lo justificas bien, te borran de las listas».

«Casi nadie que tenga responsabilidades familiares puede aceptar estas condiciones laborales tan precarias», afirma, por su parte, Eva Sánchez, secretaria general de CGT en Correos-Barcelona. «La mayoría son jóvenes, de 18 o 19 años, que están estudiando y que lo cogen provisionalmente, sin ningún interés en continuar después en Correos».

Maria Antònia Solà no lo ve tan mal y opina que estas bolsas de empleo son un primer paso para cubrir las plazas fijas que se convoquen de una forma más equitativa y más eficiente. «Se han hecho listas por poblaciones, de forma que ya no te podrán trasladar de A Coruña a Barcelona si ganas una plaza como ocurría hasta ahora».

Y en, cualquier caso, Correos asegura que en algunas zonas tenía problemas para encontrar personal suficiente para las suplencias. Es el caso de Catalunya, y en particular de los puestos de cartero con carnet de moto. «El verano pasado se ofrecieron 5.400 sustituciones de carteros en Catalunya, no pudimos cubrirlas todas con personal con experiencia en Correos, y a eso se deben en parte los problemas de calidad en el servicio», admite Vicenç Ibáñez. Su opinión es que la falta de personal quedará resuelta con las nuevas lisas.


Fuente: DOLORS ÁLVAREZ / La Vanguardia