URIBE Y YANOVICH RECURREN A LA REPRESIÓN PARA ACALLAR LA PATRIÓTICA HUELGA DE LA USO
Mas de medio centenar de dirigentes y activistas de la USO han sido despedidos por su participación en la huelga, que hoy cumple 15 días.
URIBE Y YANOVICH RECURREN A LA REPRESIÓN PARA ACALLAR LA PATRIÓTICA HUELGA DE LA USO
Mas de medio centenar de dirigentes y activistas de la USO han sido despedidos por su participación en la huelga, que hoy cumple 15 días.
La ofensiva de la administración por descabezar el movimiento, la ha llevado a despedir a seis integrantes de la Junta Directiva Nacional, varios presidentes y dirigentes de las seccionales y trabajadores de base. Al tiempo que se ha declarado la ilegalidad del movimiento, se tramita ante el Ministerio de la Protección Social la cancelación del registro sindical ; en contravía con la Constitución y las leyes colombianas que no estipulan como servicio esencial a la industria del petróleo y en consecuencia, tal declaratoria de ilegalidad no está fundamentada legalmente. Esta calificación de la industria está estipulada en los Convenios de la OIT que el gobierno de Colombia ha ratificado y en los cuales se basó la reciente decisión de este organismo internacional para considerar legal la huelga de la PDVSA en Venezuela.
El gobierno nacional no ha podido desmentir que las medidas y decisiones tomadas conducen a liquidar la principal empresa del país. Ordenó prorrogar los contratos de asociación hasta su agotamiento, revivió el sistema de concesiones para los nuevos descubrimientos (100% de la producción para las multinacionales), está ultimando la privatización de los campos de Ecopetrol mediante la figura de alianzas estratégicas y tiene en completo abandono el mantenimiento de las refinerías.
Como complemento a la política de privatización, pretende imponer el recorte de la convención colectiva, para facilitar el despido de los trabajadores temporales, la pérdida de la estabilidad para los de contrato indefinido, la sobre explotación de los de contratistas y aplicar sustanciales desmejoras en salud, escalafón, jubilaciones y derechos sindicales. Para imponer esta antinacional política, el gobierno y las multinacionales, necesitan acabar con el sindicato.
La huelga ha ganado un creciente respaldo en amplios sectores de la población y de la opinión pública nacional. El movimiento sindical, la jerarquía de la iglesia católica, sectores del parlamento, autoridades regionales, diputados, concejales, comerciantes y la población en general, se manifiestan permanentemente a favor de la justa lucha de los trabajadores del petróleo. La simpatía y el apoyo ganado por la USO, pretenden ser contrarrestados por el gobierno, con procedimientos represivos como los despidos y la judicialización de la protesta, como está aconteciendo con la demanda puesta ante la Fiscalía contra Roberto Schmalbach y otros compañeros, con el calumnioso cargo de estar coaccionando a los rompe huelga del plan de contingencia
A instancias de la jerarquía eclesiástica, se acordó adelantar conversaciones con el gobierno y la administración, para el jueves 6 de mayo, reunión postergada para el sábado 8 de mayo, por presiones del presidente Isaac Yanovich, quien al igual que el presidente israelí Ariel Sharom, está procediendo a despedir trabajadores y dirigentes, y pidiendo un tratamiento militar contra la movilización masiva y civilista de los trabajadores.
Alertamos al pueblo colombiano sobre las pretensión del gobierno de acallar el movimiento, violentando las libertades sindicales y eludiendo los compromisos internacionales suscrito por Colombia con la OIT . Llamamos a redoblar la solidaridad con la Unión Sindical Obrera para defender la soberanía nacional en la industria petrolera y hacer respetar el derecho de los trabajadores colombianos a organizarse y contratar colectivamente. En consecuencia, los invitamos a participar en las concentraciones y movilizaciones, a hacer presencia en las sedes sindicales, hacer pronunciamientos dirigidos a la administración y al gobierno, y a contribuir con ayudas económicas para sostener la huelga.
Bogotá, 5 de mayo de 2004
COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL
Par : Miguel