Artículo publicado en Rojo y Negro nº 400, mayo 2025
Entrevista a Pilar Sanz Molinero, presidenta del Comité de Empresa en el Ayuntamiento de Burgos
Cuando conocimos que en el Ayuntamiento de Burgos la CGT había ganado con mayoría absoluta nos llamó la atención de que en una ciudad tan reaccionaria la CGT pudiese ser un referente dentro de una institución.
Bueno, se supone que en las administraciones debe primar el sentimiento de pertenecer a lo público y de identidad con lo que es de todos y todas entre la plantilla con independencia de quien gobierne. Imaginamos que ese puede ser el punto de encuentro inicial entre la plantilla y nuestra sección sindical.
Sacar siete de los trece puestos del Comité de empresa ¿ha sido un golpe de suerte o algo que ya esperabais?
Desde que me vengo presentando (la primera vez fue en 2016) hemos ido subiendo paso a paso. De cinco en aquella ocasión a seis en 2021 y a los siete actuales. En la Sección Sindical bromeamos con que, de seguir esta progresión, para 2045 nos habremos hecho con los 13 miembros del Comité, aunque espero jubilarme antes (bromea). La verdad es que echamos cálculos y nos daba la sensación de que íbamos a bajar en votos y en representación, pero, luego, en el recuento, descubrimos que nos habían elegido más de la mitad de los votantes. No sabemos qué porcentaje de suerte puede influir, pero tenemos que aclarar que trabajar trabajamos, desde luego. Como solemos decir “lo que no has hecho en cuatro años no lo vas a hacer en los siete días de campaña”.
Bien, háblanos un poco de este trabajo.
Con trabajo no solo nos referimos al esfuerzo de defender, protestar…, sino a trabajar en todos los aspectos. Nos hemos visto manifestándonos en contra de los intentos de privatización de servicios; yendo al pleno a hacer preguntas sobre situaciones como el contrato relevo; en las inacabables asambleas durante los procesos de estabilización, por ejemplo; frente al ordenador discutiendo nuestras propuestas; en las mesas de negociación proponiendo y defendiendo y, por encima de todo, visitando a nuestros compañeros y compañeras en sus tajos e intentando ausentarnos lo mínimo de nuestros puestos de trabajo.
¿En qué basáis vuestras propuestas? ¿Os fijáis en las consignas que os llegan desde CGT?
Como suele decir aquel lema “piensa globalmente y actúa localmente”. La verdad es que no esperamos a que lleguen consignas desde afuera, los propios trabajadores y trabajadoras suelen exponernos sus problemas que se suma a lo que advertimos y, con ambas visiones, vamos haciendo las propuestas. Desde aquellas muy concretas como el reconocimiento de los empleados de mercadillos a otras más ambiciosas como la apuesta por intentar la desaparición de la Agrupación Profesional en la que estamos trabajando en la actualidad.
Bien, explícanos un poco eso.
¿Lo de los mercadillos o lo de la desaparición de la Agrupación Profesional? ¿Las dos cosas? Bueno, lo de los mercadillos solo incumbía a un par de empleados, encargados de supervisar la venta ambulante. Pese a que a la policía municipal se le paga por ello descargan las responsabilidades de este trabajo en unos peones. Es el peor puesto de trabajo de los laborales dado que trabajas todos los fines de semana, es un puesto en el que hay que tener mucha mano izquierda y, encima, donde se cobraba menos que cualquier otro puesto. Ahora se ha conseguido un plus para estos empleados y empleadas, que se les abonen los sábados y domingos y el compromiso para que libren, cuando menos, un fin de semana al mes.
En referencia a la desaparición de la Agrupación Profesional (lo que en algunas administraciones es el grupo 5) es una apuesta para que este grupo desaparezca y se incluya en el siguiente, en el subgrupo C2 dado que los sueldos del subalterno y del peón no se diferencian mucho del SMI y es la única forma de intentar actualizar estos salarios. La lucha por la subida salarial de los puestos más bajos en la administración pasa muy desapercibida porque, principalmente, quienes negocian a nivel estatal suelen ser funcionarios y es un poco clasista ya que en las plantillas de funcionarios no suele haber subalternos o peones, lo que hace que no se repare en estos empleados. Un ejemplo es lo que ha sucedido con los contratos relevo que este mismo año habíamos conseguido que se aplicase esta modalidad a los laborales. Ha faltado tiempo para que los sindicatos mayoritarios llegasen a un acuerdo que condicionase el acceso a estos contratos a la fijeza del empleado relevante sin percatarse de que en la Administración solo se puede ser fijo a través de un proceso de igualdad, mérito y capacidad (lo que impide y dificulta que se puedan aplicar a partir de abril este tipo de contratos).
En el aspecto social ¿calan los mensajes de CGT entre la plantilla?
Cuesta, cuesta bastante. Desde gente que nos reprocha nuestra identidad anarcosindicalista a quienes rechazan abiertamente nuestra información. No ocultamos lo que somos. Pero creemos que lo primero que tienen que ver en nosotros y nosotras es que somos personas normales. Creemos que si queremos conseguir algo del resto del mundo (en este caso la plantilla y los responsables de personal) tienen que dejar de vernos como aquellas personas que solo protestan. Que esperan malencarados a que se proponga algo desde el otro lado de la mesa para reaccionar y que solo nos movemos entre correligionarios y convencidos. Nunca van a ver en CGT una opción, ya no digo trasformadora, sino como herramienta para avanzar y mejorar si no vamos con propuestas. Intentamos demostrar que tenemos ideas propias, prácticas, que sabemos plantearlas y defenderlas en las mesas de negociación evitando caer en el mesianismo. Nuestro lema en estos últimos años ha sido: elegir CGT es luchar, convencer y conseguir.
Esa es una labor muy centrada en lo sindical ¿por qué crees que eligen a CGT y no optan por otros sindicatos con más “empaque” y peso en el aspecto meramente sindical?
El Ayuntamiento va muy por detrás que la mayoría de las administraciones en el reconocimiento y en la aplicación de derechos. Eso empuja a que nos prefieran frente a otros sindicatos mucho menos cercanos a los empleados y empleadas y a sus necesidades. Esta elección se debe a que nos conocen y reconocen nuestra lucha, trabajo y el fruto de nuestro esfuerzo. Aspectos tan rutinarios como procesos de promoción y concursos de traslados en el Ayuntamiento llevaban sin hacerse 20 años. Salvando las distancias, es lo mismo que ocurría en la Barcelona de principios del siglo XX (donde la CNT era el sindicato mayoritario, mientras que, descontando Andalucía, en el resto del Estado lo era la UGT) y se debía a que en Barcelona la patronal era peor, incumplía los acuerdos y hacía uso del pistolerismo… por instinto, la clase obrera barcelonesa buscaba el amparo del sindicalismo más radical. La plantilla del Ayuntamiento tiene claro que si no lo consigue CGT difícilmente lo va a conseguir el resto de centrales sindicales.
Redacción Rojo y Negro
Fuente: Rojo y Negro