Artículo publicado en Rojo y Negro nº 397, febrero 2025
Tengo 39 años, soy natural de Gijón, Asturias y vivo en Palencia. Diplomada en Trabajo Social y licenciada en Sociología. Trabajo en Salud Mental Palencia desde hace casi 6 años y previamente he trabajado con personas con discapacidad y afectadas por parálisis cerebral, con comunidad gitana y con menores. La música es una parte muy importante de mi vida, sobre todo disfrutar de música en directo (punk-hardcore, street-punk y rap). Me gusta viajar, el teatro, la lectura, practicar deportes y el cine, principalmente de terror y de crítica social.
Soy afiliada, delegada sindical y secretaria del área de Igualdad/Mujer en el sindicato OOVV CGT Palencia desde el año 2024. El sindicalismo ha estado presente en mi vida desde pequeña: mi padre, Pedro Pigazo, maestro defensor de la escuela pública, igualitaria y laica a ultranza, fue una piedra angular del Sindicato STEs en Palencia.
He participado como simpatizante y a título individual en diferentes acciones desarrolladas por CGT y CNT sin estar afiliada. En 2024, se celebran las primeras elecciones sindicales en mi empresa, Salud Mental Palencia y, un grupo de compañeras, decidimos presentarnos como delegadas sindicales y afiliarnos a CGT con el objetivo de defender los derechos e intereses de nuestras/os compañeras/os de trabajo, buscando un entorno laboral más justo. Sólo confiaba en CGT en Palencia, era con este sindicato o con ninguno. Salimos elegidas 2 delegadas de CGT de 3, obteniendo la mayoría.
También en 2024, desde el Secretariado Permanente de CGT OOVV de Palencia me animaron a asumir la vacante libre de la Secretaría del área de Igualdad/Mujer y, hasta hoy, sigo aprendiendo e iniciándome en la lucha sindical.
Creo que una gran parte de la sociedad vive bajo la falsa ilusión de la clase media, lo cual les aleja de la clase trabajadora que relacionan en muchos casos con el sector industrial, la precariedad, un nivel bajo educativo o de éxito. El sistema capitalista promueve esta falsa conciencia, lo cual lleva a muchas personas a identificarse con aspiraciones propias de esa idealización de la clase media, valores de consumo, que se traduce en un auge continuo del individualismo extremo y una mayor fragmentación social. En definitiva, por estos motivos, una parte importante de la clase trabajadora no se reconoce como tal, como un grupo con problemáticas en común y si a esto le sumamos otros aspectos como la nacionalidad o el género, el sistema capitalista perpetúa su poder generando divisiones que debilitan la lucha unificada de la clase trabajadora.
Creo que la CGT tiene un potencial importante para conectar con la juventud y debe ir adaptándose a sus necesidades y preocupaciones actuales y futuras. Muchos/as jóvenes tienen estigma hacia los sindicatos al considerarlos algo “carca”, con estructuras arcaicas y desconectados de la realidad social y laboral actual. Los sindicatos mayoritarios han favorecido que exista esta imagen negativa generalizada y muchos/as jóvenes no distinguen unos de otros considerando que todos los sindicatos están al servicio de la patronal o vinculados a partidos políticos, lo que genera desconfianza y rechazo.
La CGT debe trabajar por romper este estigma, reforzando su carácter horizontal, autogestionado, asambleario y antiautoritario, subrayando sus diferencias respecto a los sindicatos mayoritarios. Es muy importante crear y mantener espacios abiertos y flexibles donde tengan cabida los/as jóvenes, los/las cuales se enfrentan a condiciones de precariedad extrema que exigen estrategias concretas. Es necesario estar presentes en redes sociales donde están los/as jóvenes y crear contenidos atractivos sobre temáticas que les preocupan como la vivienda, la desigualdad de género o la salud mental, entre otros. Además, organizar conciertos, charlas, talleres o encuentros lúdicos que combinen arte, política, activismo, contracultura es una excelente forma de conectar con la población joven.
Aunque hoy no lo sientas, los problemas de la clase trabajadora también son los tuyos. Desde el poder nos han enseñado a mirar hacia otro lado, a creer que podemos escapar individualmente de la explotación o que nuestros esfuerzos solitarios nos llevarán más allá de las cadenas que el sistema nos impone. Esto es una mentira del capitalismo para mantenernos aislados y desorganizados. El cambio no llegará de quienes nos explotan, sino de nuestra unión, solidaridad y acción directa. Reconocerse como clase trabajadora podría ser un paso inicial hacia la construcción de una sociedad libre de clases y de opresiones de carácter estructural; y el anarcosindicalismo es un camino para recuperar nuestra dignidad y el control sobre nuestras vidas.
He participado en diversos movimientos sociales, culturales y políticos. En mi primera juventud milité en las Juventudes Comunistas de Palencia. También he formado parte de Plataformas Antifascistas en mi ciudad y en otras localidades donde he residido. He participado con diferentes grados de vinculación en entornos anarquistas, socialistas y comunistas, compartiendo luchas, espacios, etc. Me gustaría destacar el espacio autogestionado La Cueva en Palencia, como referente sociocultural de la ciudad durante más de una década y que tuvo que cerrar por imposición del Ayuntamiento hace algo más de un año, dejando un enorme vacío.
Actualmente formo parte de Palentinaekxs, una grada antifascista desde la que apoyamos al equipo de fútbol Unión Popular Palencia, del cual también soy socia. Apostamos por el fútbol no negocio, popular, de barrio, antirracista, contra la homofobia y la represión.
A lo largo de mi vida me han inspirado muchos grupos de música, pero destacaría a nivel internacional las bandas de hardcore Bane y de punk rock y OI! Cock Sparrer. A nivel nacional, Habeas Corpus, KOP y Against You. En cuanto a literatura, soy una apasionada de Orwell: 1984 me parece una obra maestra, pero Rebelión en la Granja fue sin duda un libro que marcó mi adolescencia y el inicio de mis inquietudes sociopolíticas. Sobre cine, para hablaros de mis inspiraciones, necesitaría una entrevista aparte.
Gracias por darnos voz.
Violeta Pigazo Nozal
Fuente: Rojo y Negro