Artículo publicado en Rojo y Negro nº 394, noviembre 2024

La coordinación en crisis

Lo que estamos viviendo en Valencia, y en Letur (Albacete), es la prueba de una negligencia inaceptable por parte de las instituciones públicas. No podíamos prever exactamente lo que sucedería, pero sí debieran haberse tomado las medidas preventivas oportunas para evitar lo que hemos vivido estos días. El pasado martes, nuestras vidas cambiaron y, sin embargo, los medios de comunicación minimizaron lo ocurrido, sin reflejar en absoluto la magnitud de las imágenes que hemos visto por otros medios.

Es indignante que, hasta el momento de escribir estas líneas, no se haya proporcionado una cifra oficial de desaparecidos. Una semana después, tampoco se ha habilitado un número de teléfono único para que las familias y amistades puedan llamar y recibir información sobre sus seres queridos. Como resultado, muchos se han visto obligados a desplazarse en persona hasta el lugar de la tragedia tratando desesperadamente de localizar a los suyos. Este simple teléfono centralizado, que, recalcamos, debería haberse puesto en funcionamiento desde el primer momento, habría sido una herramienta fundamental para evitar la desinformación generando una angustia innecesaria. Este es sólo un ejemplo de entre tantos de la descoordinación y de la falta de respuesta por parte de la Generalitat Valenciana que refuerza la percepción de abandono, de una dejadez absoluta, no solo hacia los vivos que están tratando de gestionar su dolor sin apoyo alguno, sino también hacia los muertos y desaparecidos.
Y no solo hablamos de una insuficiencia de recursos. Lo que hemos visto en la gestión del efecto devastador de la DANA a su paso por la Comunitat Valenciana, y en Letur (Albacete), es una negligencia que raya en la irresponsabilidad. Más allá de la carencia de medios, resulta todavía más alarmante la negativa a permitir la intervención de equipos especializados en Valencia: los bomberos de Castellón y el equipo de Rescate de Alta Montaña se ofrecieron voluntariamente desde el segundo día, dispuestos a entrar en la zona afectada y ayudar, pero se les ordenó regresar. Estos equipos capacitados, entrenados para enfrentar situaciones extremas, fueron rechazados en un momento en el que cada minuto era vital para salvar vidas.
Y mientras tanto, los medios siguen intentando justificar esta falta de coordinación diciendo que estamos ante una de las mayores catástrofes de España en este siglo mientras lo que en realidad estamos presenciando es una de las mayores muestras de ineficacia y falta de organización y previsión ante una emergencia.
Por nuestra parte, la CGT ha suspendido toda actividad no urgente para colaborar con las compañeras, compañeros y compañeres en Valencia. Desde distintos puntos, estamos organizando la recolección de recursos básicos y trabajando para hacer llegar esta ayuda de manera directa a quien más lo necesita, sin burocracia, sin demoras (se puede consultar el mapa interactivo con los puntos de recogida en todo el Estado y en el grupo de Telegram el listado actualizado de necesidades que nos va llegando directamente desde CGT Valencia). Esperemos que no nos pongan trabas.
Nos queda mucho trabajo por hacer, tanto físico como emocional. Aquí estamos, como siempre, enfrentando la realidad porque solo el pueblo salva al pueblo.

Maribel Martínez
Secretaria de Acción Sindical

 


Fuente: Rojo y Negro