La sección de enseñanza de CGT en Burgos DENUNCIA que, tras la BRECHA DE SEGURIDAD acaecida en las cuentas de correo de Educación Castilla y León, que ha supuesto el robo y la suplantación de numerosos correos electrónicos de la comunidad educativa (incluido alumnado de infantil), es necesaria una revisión del plan digital de la institución.

A lo largo de los últimos cursos, se ha obligado a la comunidad educativa de Castilla y León a la gestión de comunicación y administración de sus datos a través de las herramientas de Microsoft 365. Toda persona relacionada con la educación pública de la comunidad (alumnado de infantil a secundaria, docentes, personal laboral…) tiene un correo electrónico institucional y una cuenta de Microsoft 365 que asocia el uso obligatorio de sus herramientas y protocolos de seguridad (toda familia castellano-leonesa sabe del caos generado a inicio de curso a cuenta del doble factor de identificación).

Se suma, ahora, que la Junta de Castilla y León lanza el programa STILUS como una «solución innovadora» para la gestión educativa de los centros públicos no universitarios.

Privacidad de los menores en manos de multinacionales

STILUS no solo ha presentado innumerables fallos técnicos, sino que plantea serios problemas de privacidad, que se suman a los ya asumidos con la intromisión de Microsoft.

NOTA DE PRENSA

Los datos de menores y familias -sensibles y privados- no permanecen bajo la administración de los centros educativos ni del Estado, sino que son gestionados por empresas tecnológicas internacionales como Indra y Everis (ahora NTT Data). Esta cesión de datos a corporaciones extranjeras supone una grave amenaza para la soberanía digital y expone la información educativa a intereses privados.

Sobrecarga de trabajo y falta de personal en centros piloto

Además del riesgo para la privacidad, STILUS ha generado una carga insostenible para los docentes. Los centros seleccionados como «pilotos» del programa, actuando como «conejillos de indias» sin haber recibido una capacitación adecuada ni un soporte técnico eficiente, están viviendo una situación caótica. Las tareas básicas, como la gestión de ausencias y calificaciones, se han vuelto complejas y laboriosas, y las incidencias no se resuelven con la rapidez necesaria. Esta situación se agrava en aquellos centros donde las plantillas de docentes ya estaban ajustadas al límite, sin personal suficiente para afrontar los desafíos que plantea el uso de STILUS.

Extinción de programas educativos que funcionaban

La implementación de STILUS ha venido acompañada de la desaparición de programas de gestión anteriores que habían demostrado su eficacia y fiabilidad, como el programa IES2000 en los centros de Secundaria.

Exigencias de la comunidad educativa

Es necesario que se escuche la voz de docentes y familias, quienes viven diariamente las deficiencias de las herramientas de Microsoft y el propio STILUS.

La Junta debe priorizar la protección de los datos de menores y optar por desarrollar herramientas de código libre y gestión pública que no pongan en riesgo la privacidad ni la calidad educativa.


Fuente: Sindicato Único CGT de Burgos