Artículo publicado en Rojo y Negro nº 391, julio-agosto 2024

El pasado 5 de abril se publicó en el Boletín Oficial de las Cortes Generales la proposición de Ley Orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, para prohibir el proxenetismo en todas sus formas, presentada por el Grupo Parlamentario Socialista. Y el martes, 21 de mayo, tuvo lugar en el Congreso de los Diputados la Sesión Plenaria para tomar en consideración dicha proposición, dando como resultado de la votación pertinente la oposición a la tramitación de la misma con buena parte de los aliados parlamentarios del Ejecutivo en contra. El resultado final fue 122 a favor, 184 en contra y 36 abstenciones.
El PPSOE sigue en su línea abolicionista, confundiendo trata de personas con trabajo sexual, reprimiendo por ley, sin contar con las afectadas porque ese es el primer gran problema, no hay datos fiables. Hablan de que un 90 % del trabajo sexual en el Estado se realiza en condiciones de trata de personas, pero no son datos contrastados al no haber ninguna estadística oficial. Estudios de varios ministerios elaborados en años diferentes calculan que en el Estado español ejercen la prostitución entre 45.000 y 113.000 personas y la estadística de cuántas de estas trabajadoras la ejercen con coacciones fluctúan mucho, entre un 10 % y un 40 %. Concluyendo, sin datos fiables no hay estudios fiables, aunque lo que sí está claro es que al menos un 90 % son migrantes.
Desde CGT tenemos acuerdos y nos posicionamos en el XVI Congreso de Málaga de 2009 en el sentido de reconocer el trabajo sexual igual que el resto de trabajo, en lucha legítima y legal contra la marginación y la exclusión social, algo imposible si la prostitución sigue siendo una actividad no reconocida ni regulada como trabajo. Abogamos por el reconocimiento de los derechos personales y laborales de las personas trabajadoras del sexo como única forma efectiva para evitar la explotación, romper los mecanismos de exclusión de las mujeres que ejercen la prostitución de forma autónoma y voluntaria, así como acotar las imposiciones y desmanes de los empresarios de los clubs de alterne. En dicho acuerdo se hicieron también las siguientes propuestas:
– Exigir como organización que se persiga el tráfico sexual de personas.
– Rechazar la explotación sexual, especialmente la de las mujeres inmigrantes, que constituyen uno de los colectivos más vulnerables.
– Reconocer la sentencia dictada en 2001 por el Tribunal de Justicia de Luxemburgo, donde se afirma que la prostitución es una actividad económica legítima. Es decir, que el trabajo sexual es una actividad laboral y requiere el reconocimiento de los mismos derechos que otros trabajos con acceso a los servicios cubiertos por el sistema de protección social general y a la sanidad pública.
– Impulsar la autoorganizacion de las trabajadoras para representarse a sí mismas y ser incluidas en las discusiones acerca de políticas, leyes, ordenanzas, etc. que les afecten a ellas y a sus condiciones de vida.
– Rechazar las medidas paternalistas exigiendo que se escuche a las trabajadoras como parte implicada en la regulación legal de la propia actividad.
– Reconocer el derecho a la sindicación de las trabajadoras del sexo.
En línea con estos acuerdos y hasta que volvamos a abordar orgánicamente más premisas, nos hemos adherido, junto a otras organizaciones sindicales, políticas y sociales, a la campaña que ha iniciado Amnistía Internacional este mes de mayo en la que se pide a los grupos parlamentarios:
1. Crear una subcomisión de estudio de la “prostitución” (trata con fines de explotación sexual, prostitución coactiva y trabajo sexual) para contar con datos fiables que puedan servir como base para el diseño de las políticas y normativa basadas en la evidencia.
2. Llevar a cabo una consulta significativa con los colectivos de trabajadoras sexuales sobre los asuntos que les afectan y que se aborden sus preocupaciones para evitar impactos negativos en sus derechos humanos.
3. Promover la completa eliminación del Artículo 187 bis (tercería locativa) y del 187 ter (penalización del cliente, personas adultas).
4. Garantizar que las políticas sobre el estigma y la discriminación contra las trabajadoras/es sexuales y sus familias se elaboran con su participación incluyendo a las que se enfrentan a discriminación interseccional.
5. Asegurar que las trabajadoras/es sexuales y sus familias disfrutan de igualdad de protección ante la ley y están protegidas/os contra todas las formas de discriminación.
6. Proporcionar a las trabajadoras y los trabajadores sexuales acceso sin discriminación a servicios de salud, vivienda, educación, seguridad social y otros servicios, y poner fin a las sanciones a las trabajadoras y los trabajadores sexuales por el trabajo que realizan.
7. Promover iniciativas que garanticen la adopción de medidas para evitar prohibiciones generales a todo tipo de trabajo sexual garantizando que se protegen los derechos de las trabajadoras/es sexuales en un entorno seguro.
Desde Libertarias creemos que ya está bien de considerar a las trabajadoras sexuales como objetos, basta ya de infantilizarlas sin tenerlas en cuenta a la hora de negociar sus condiciones.
La penalización que quieren imponer supone muchos más recortes de los que ya tienen estas trabajadoras:
– Imposibilidad de compartir piso o alquilarlo entre varias para desarrollar autónomamente el trabajo (tercera locativa). Aumento de los alquileres.
– Mayor clandestinidad, al multar al cliente, con lo que correrán más riesgo y marginalización.
– Menor posibilidad de poder denunciar los abusos.
– Más poder para la policía y las y los explotadores.
Tampoco se abordan desde los poderes cuestiones claves como la Ley de Extranjería, la Ley Mordaza y las distintas Ordenanzas Municipales que criminalizan y violentan a las trabajadoras sexuales. ¡Regularización ya de todas las migrantes!
Concluyendo, es una proposición restrictiva que criminaliza más a las trabajadoras sexuales de lo que ya están, no reconociéndoles ningún derecho ni proponiendo ninguna medida que les ayude a dejar este tipo de trabajo o mejorar sus condiciones laborales y sociales.

Libertarias


Fuente: Rojo y Negro