Artículo publicado en Rojo y Negro nº 391, julio-agosto 2024

Cuando se trata de realizar análisis de la realidad social, política, se debiera utilizar una prosa (el cómo relatamos el análisis) que no sólo no aburriera a las personas a las que va dirigida, sino que trasladara una imagen coherente y honesta con esa realidad que analizamos, para que quien recibe el mensaje pueda a la vez dialogar con él y confrontar si no está de acuerdo o amplificar su expansión de creerse el análisis.
El comunicado del SP Confederal, a propósito de la realidad política y social después de las elecciones europeas del 9J, me produjo una sensación vintage o un déjà vu.
Su prosa, su relato no va más allá de una descalificación de los otros/as “sujetos políticos actuantes”, a la vieja usanza de lo que en los años 70, 80 y casi todos los noventa, la izquierda “radical” o “transformadora” o alternativa como se denomina ahora, ante su ausencia de vertebrar, cohesionar y generar contrapoder que parara (al menos) la rueda de un capitalismo liberal in crescendo que arremetía contra todos los derechos (sociales, económicos, sindicales, etc.), lo que se decía es… bueno, los malos son los capitalistas, los partidos y sindicatos “traidores” y todo es cuestión de que la “clase obrera” despierte…
Este axioma, demostrado no solo no verdadero, sino que, sobre todo, está carente de cualquier significado que pudiera interpelar e incidir en quien recibe el mensaje, para que “variara su posición o actitud de vida”, ahora se expresa contra quienes no son (o somos) portadores de la “verdad y las esencias de la transformación”, de la siguiente manera en el comunicado… La izquierda de la izquierda que se autodesignó como heredera del 15M, apuñalando sistemáticamente alguna de las concepciones que surgieron en ese movimiento ciudadano, ha terminado empeorando lo que quería enmendar”…
Cuando se afirma, además, que su crédito social (entiendo se refieren a su capacidad de comprometer a las personas con un proyecto transformador), ha entrado en “bancarrota”, se justifica esta pérdida y su nula recuperación debido a… Sus luchas fratricidas, sus egos permanentes y la exposición pública de sus miserias han arruinado el crédito que alguna vez tuvieron para una parte de la ciudadanía. La caída en picado además parece que no va a detener su voluntad de autodestrucción ante las cámaras, al contrario, frente al espejo de sus últimos fans siguen siendo los más guapos…
Desde mi militancia consciente en la CGT y sin ninguna equidistancia con la CGT (más allá de confraternizar, simpatizar estar más o menos de acuerdo con visiones no unívocas sino cooperadoras y respetuosas), he tenido que leer este párrafo varias veces, pues creía se referían a nuestra CGT, la actual y la que salió del congreso de Zaragoza, hace ya más de dos años… luchas fratricidas, egos permanentes, exposición pública de las miserias… voluntad de destrucción ante las cámaras… creerse los más guapos…
En esta tesitura reflexiva andaba, para ver si alguien pudiera tener un análisis de la realidad de lo que está pasando y del futuro que se pergeña en el ayer y hoy, como un algo de esperanza que me sacara del pesimismo vital en el cual me encuentro, cuando topo con un texto muy “analítico y crítico” de un miembro fundador de Podemos, acerca de los males de la izquierda y su ciclo destructivo que se parece muy mucho al comunicado del SP Confederal, en eso de “tirar balones fuera”, como si el no fuera un sujeto parte del juego y, en consecuencia responsable en la medida adecuada, de esa “debacle” existencial de la izquierda.
…cuando la organización política se verticaliza y en la cúspide hay líderes egoístas o que viven en un mundo paralelo; cuando se hacen malos diagnósticos; cuando se priman las diferencias con otros partidos más que la propia identidad; cuando se olvidan de escuchar a las bases en los órganos propios de debate (no en las redes); cuando entran en el gobierno y se olvidan de las calles; cuando renuncian al diálogo entre las diferentes sensibilidades internas; cuando las expulsiones se convierten en una costumbre; cuando les da igual la sangría de votantes y militantes; cuando se convierten en un pequeño grupo de convencidos que insulta al que disiente; cuando las amistades se dejan de cuidar; o cuando devienen en una agencia de colocación (algo que ocurre con frecuencia cuando se limitan las fuerzas políticas a pequeños territorios). Cuando éstas —y otras cosas— ocurren, las formaciones políticas ya no son útiles al pueblo. La historia está llena de ejemplos…
Disiento —y no lo siento— de la lectura conclusión del SP Confederal, cuando nos insta a no ser arrastrados por el pesimismo, pues asevera (decirlo es fácil y escribirlo aún más), que…
El sindicalismo combativo está en crecimiento, la afiliación a CGT crece cada día y lo mismo ocurre con otras organizaciones anarcosindicalistas.
Estamos además en un momento de confluencia en las luchas que va más allá de los centros de trabajo, también está en las calles de los pueblos y barrios. Nunca como ahora hubo un nivel de organización social como el que están acaparando las luchas por el derecho a la vivienda, por la diversidad sexual, por el feminismo, contra el racismo institucional o contra el cambio climático y la destrucción de los territorios…
Estas aseveraciones carentes absolutamente de rigor crítico tienen el inconveniente de no solamente no responder a la realidad, es decir, quien eso asevera —me refiero a lo subrayado en negro— vive en su “imaginario”, en una realidad mistificada y fetiche, y se pierde pie y se carece de inteligencia suficiente para entender que “mistificar la realidad”, esa es una parte fundamental del problema que se quiere resolver, cronificando el mismo.
De nada sirve predicar, pontificar y decirnos a nosotros y nosotras que el anarcosindicalismo y el sindicalismo combativo van “como una moto”, cuando la realidad es la que es y lo que va como un cohete es la economía y la política capitalista, que demuestra todo lo contrario: quien crece son los privilegios, las desigualdades, la injusticia, la intolerancia, el machismo, y un mundo cada vez más difícil de poder vivir todos y todas con dignidad.
Creo de verdad que debemos hacérnoslo mirar (esta expresión es cariñosa y honesta), pues el largo invierno ha llegado y los caminantes blancos —los muertos vivientes por carecer de esencia vital— avanzan a millones en las distintas sociedades occidentales y orientales y no solo en las urnas.

Desiderio Martín Corral
Gabinete de Estudios Confederal de la CGT


Fuente: Rojo y Negro