Artículo publicado en Rojo y Negro nº 389 mayo.

Una multitudinaria movilización popular recorrió Canarias el pasado 20 de abril contra la sobreexplotación turística y sus secuelas sociales.

La jornada de movilizaciones del 20 de abril tuvo lugar en todas las islas contando con la participación de la comunidad canaria en el exterior en ciudades como Berlín, Ámsterdam, Londres, Madrid, Barcelona, Granada o Málaga. Esa movilización ha tenido una gran repercusión en medios fuera de las islas y posiblemente haya sido una de las mayores movilizaciones en la historia reciente de Canarias con más de 200.000 personas.
La mayoría de la gente se movilizó por hartazgo frente a una situación donde crece la pobreza, la precariedad y los bajos salarios, porque ven cómo se destruye nuestro territorio en beneficio de unos pocos que se hacen cada vez más ricos. Han empezado a comprobar masivamente que más turismo no significa mayor bienestar para la mayoría y se ha podido comprobar día a día cómo es más difícil acceder a un alquiler y a una vivienda digna o cómo crecen de forma incontrolada los precios de los productos básicos.
Además, el reciente reinicio unilateral de las obras por parte de las empresas afectadas de dos proyectos paralizados por la lucha popular, el de Cuna del Alma en El Puertito de Adeje, junto con las del hotel de la playa de la Tejita, llevó a activistas a emprender una huelga de hambre exigiendo su paralización definitiva. Estos hechos coinciden con el cambio de gobierno en Canarias proclive a favorecer la puesta en marcha de estos proyectos: el presidente Fernando Clavijo no ha respondido a las justas demandas de colectivo Canarias, se agota intentando deslegitimar la huelga de hambre que ha sido consecuencia precisamente de su acción política al servicio de intereses espurios de una minoría capitalista.
Las Islas se han convertido en uno de los territorios más densamente poblados de la Unión Europea y, además, recibió unos 13 millones de turistas en año 2019, casi 17 millones en el 2017. El gobierno de Canarias y otras administraciones como Cabildos y ayuntamientos apuestan de forma casi exclusiva por el turismo de masas que se ha demostrado que nos lleva a la mayoría de la población canaria a ser una de las más pobres del Estado, con altos índices de paro y de precariedad laboral.
Canarias tiene un límite y se sobrepasó hace bastante tiempo. La economía canaria está al servicio total de las multinacionales capitalistas. Los distintos gobiernos de Canarias priorizan ese modelo subvencionando con dinero público la oferta turística de las islas e incluso promocionando a Canarias como una tierra óptima para inversiones capitalistas rentables por su baja fiscalidad y bajos costos laborales. La clase obrera debemos tomar en nuestras manos nuestro destino bregando por un mejor futuro para la mayoría social.
Frente a esta situación, es necesario que nos organicemos para recuperar el poder adquisitivo de los salarios, para mejorar las condiciones laborales, para que se apueste de forma decidida por la diversificación económica desde las administraciones públicas, por la soberanía alimentaria y energética. Las empresas estratégicas de energía, el agua subterránea de las islas o la gestión turística deben estar en manos públicas para generar empleo, cortar dependencia y favorecer el reparto de la riqueza que la clase trabajadora generamos en las islas. En Canarias debemos poder decidir sobre todo lo que afecta a la población de las islas.
Tenemos que seguir saliendo a la calle masivamente a defender la naturaleza, a apostar por un cambio de modelo económico que no esté al servicio de las élites, al mismo tiempo que mejore nuestras condiciones de vida y frene el colapso al que se aboca a nuestro territorio y ponga la economía al servicio de la mayoría social. Es fundamental que la clase trabajadora canaria participemos activamente en estas movilizaciones.

CGT Tenerife


Fuente: Rojo y Negro