Artículo publicado en Rojo y Negro nº 387 de marzo
Se ha hablado de la personalidad y del buen hacer de una persona con un compromiso ético y moral con La Idea, intachable.
Para mí, Antonio siempre estará asociado a dos acrónimos: CNT y CESCE (Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación). Conocí a Antonio desde los primeros años 80, tras el V Congreso Confederal de la CNT en la Casa de Campo, cuando se acercó de los primeros a fortalecer el reciente sindicato de Banca y, a lo largo de más de 40 años de militancia, jamás dejó de acudir a una convocatoria o movilización de la Organización. Siempre fue el primero en pegar carteles, llevar las pancartas y banderas.
Hoy, en el día de su despedida, quiero reivindicar a Antonio por el hecho de que gracias a su intervención se desmontó toda la estrategia articulada por la caverna mediática y las cloacas del Estado, junto a las derechas más reaccionarias, para desprestigiar al pujante movimiento feminista, acabando con el intento de instrumentalización de nuestro sindicato para ese fin. Me refiero concretamente a la falsa acusación de que la famosa y multitudinaria manifestación del 8 de marzo de 2020, iniciándose la pandemia, pretendió criminalizar a las feministas por esparcir el virus conscientemente, porque supuestamente las convocantes ya sabían de su existencia. La sola intervención de Antonio, como responsable madrileño del Sindicato ante los medios de comunicación y la policía, desbarató semejante tropelía.
Gracias, Antonio. Quedamos en deuda por tu trabajo, dedicación militante y dignidad.
Que la tierra te sea leve, compañero.
Miguel Ángel Pascual
Fuente: Rojo y Negro