Artículo publicado en Rojo y Negro nº 386 de febrero
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ha celebrado el 30 aniversario de su levantamiento junto a miles de personas llegadas, no sólo de la región de Chiapas, sino también del resto de México y del mundo, para demostrar que su proyecto sigue firme y organizado frente a las agresiones de los malos Gobiernos y el crimen organizado.
31 de diciembre de 2024, Caracol VIII Dolores Hidalgo, Ocosingo, Chiapas
En el escenario preparado para los actos de celebración del 30 aniversario del alzamiento zapatista, ocupan un lugar especial varias sillas vacías junto a un cartel en el que se puede leer “L@s ausentes”. Una imagen sobrecogedora que nos ayuda a entender los dolores, la rabia y las resistencias que atraviesan los últimos 500 años de historia de los pueblos originarios del sureste mexicano.
“No están la madres y los padres buscadores, no están las desaparecidas y desaparecidos. No están las presas políticas ni presos políticos, no están las asesinadas y asesinados. No están los jóvenes y jóvenas asesinadas. No están las niñas y los niños asesinados. No están nuestros tatatatarabuelos, los que lucharon hace más de 500 años, pero también no están nuestros compañeros caídos, que ya cumplieron su deber”1. Así abrió su discurso el Subcomandante Insurgente Moisés tras un impactante desfile militar.
El portavoz del EZLN se dirigió, en tzeltal primero y en castilla después, a los cientos de milicianos y milicianas zapatistas miembros del Congreso Nacional Indígena y a las miles de personas que acudieron desde todos los rincones del planeta. En su discurso ocupó un lugar central el momento de reajuste y reorganización en el que se encuentran en su camino hacia “el común y la no-propiedad” que supone un giro organizativo que nos llena de esperanza y nos alienta seguir construyendo, cada cual en sus geografías y siguiendo sus calendarios, alternativas radicalmente opuestas al capitalismo salvaje que, de forma incansable, destroza el mundo y la Vida. “¿Alguien cree que se puede humanizar al capitalismo?”, interpela el subcomandante.
Mirando al futuro
“Nosotros tenemos que luchar para que esa niña, que va a nacer en 120 años, sea libre y sea lo que le dé la gana ser. Entonces, no estamos luchando para que esa niña sea zapatista o partidista o lo que sea, sino que ella pueda elegir, cuando tenga juicio, cuál es su camino”2.
Con estas palabras, el Capitán Insurgente Marcos anunciaba, en una serie de comunicados publicados entre octubre y diciembre, la necesidad de llevar a cabo una reorganización interna y de generar nuevas alianzas en Chiapas que permitan hacer frente al complicado contexto social y político que se vive en el que la presencia del crimen organizado, al amparo de los tres niveles de gobierno (local, estatal y federal) y al servicio del capital, se hace más presente cada día.
Tienen claro que la lucha será de largo recorrido pues “para cada crisis, el sistema tiene siempre a la mano una guerra para superarla. Por lo tanto: no es posible delinear o construir una alternativa al colapso más allá de nuestra propia supervivencia como comunidades originarias. La mayoría de la población no ve o no cree posible la catástrofe. El capital ha logrado inculcar el inmediatismo y el negacionismo en el código básico cultural de los de abajo”3.
Reorganización
De las Juntas de Buen Gobierno (JBG) y los Municipios Autónomos Zapatistas (MAREZ) al nacimiento del Gobierno Autónomo Local (GAL) y los Colectivos de Gobiernos Autónomos Zapatistas (CGAZ).
Su inherente proceso de revisión permanente y la constatación de este nuevo escenario de violencia, física y simbólica, ha llevado a los hombres y mujeres zapatistas a repensar sus estructuras organizativas y a crear otras nuevas, los Gobiernos Autónomos Locales (GAL), que permitan sostener la autonomía. También el propio EZLN ha reorganizado su estructura ante la necesidad de garantizar la seguridad y la defensa de los poblados y de la tierra en caso de agresiones, ataques, invasión de empresas depredadoras, ocupaciones militares, catástrofes naturales, etc.
La nueva estructura de la autonomía zapatista se basa en los siguientes elementos4:
Primero. – La base principal, que es no sólo donde se sostiene la autonomía, también sin la cual no pueden funcionar las otras estructuras, es el Gobierno Autónomo Local, GAL. Hay un GAL en cada comunidad donde habitan bases de apoyo zapatistas. Los GAL zapatistas son el núcleo de toda la autonomía. […] Cada GAL controla sus recursos autónomos organizativos (como escuelas y clínicas) y la relación con pueblos hermanos no-zapatistas vecinos. […]
Segundo. – De acuerdo a sus necesidades, problemas y avances, varios GAL se convocan en Colectivos de Gobiernos Autónomos Zapatistas, CGAZ, donde se discuten y se toman acuerdos sobre asuntos que interesan a los GAL convocantes. Cuando así lo determinen, el Colectivo de Gobiernos Autónomos convoca a la asamblea de las autoridades de cada comunidad. Aquí se proponen, discuten y se aprueban o rechazan los planes y necesidades de Salud, Educación, Agroecología, Justicia, Comercio y las que se vayan necesitando […]
Tercero. – Luego siguen las Asambleas de Colectivos de Gobiernos Autónomos ZAPATISTAS, ACGAZ. Que son lo que antes se conocían como zonas. Pero no tienen autoridad, sino que dependen de los CGAZ. Y los CGAZ dependen de los GAL. La ACGAZ convoca y preside las asambleas de zona, cuando sean necesarias […]
Cuarto. – Como se podrá ver en la práctica, el Mando y Coordinación de la Autonomía se ha trasladado de las JBG y MAREZ a los pueblos y comunidades, a los GAL. Las zonas (ACGAZ) y las regiones (CGAZ) están mandadas por los pueblos, deben rendir cuentas a los pueblos y buscar la forma de cumplir con sus necesidades en Salud, Educación, Justicia, Alimentación y las que se presenten por emergencias ocasionadas por desastres naturales, pandemias, crímenes, invasiones, guerras y las demás desgracias que depare el sistema capitalista.
Quinto. – Se ha reorganizado la estructura y disposición del EZLN de modo de aumentar la defensa y seguridad de los poblados y de la madre tierra en caso de agresiones, ataques, epidemias, invasión de empresas depredadoras de la naturaleza, ocupaciones militares parciales o totales, catástrofes naturales y guerras nucleares. Nos hemos preparado para que sobrevivan nuestros pueblos, incluso aislados unos de otros.
La esperanza de futuro: las y los jóvenes
A lo largo de los tres días de celebración, repletos de actos deportivos y culturales, se ha hecho evidente la esperanza que representa la presencia de personas muy jóvenes. No solo entre las filas zapatistas, sino también entre las personas llegadas en las diferentes caravanas nacionales e internacionales.
Tras 30 años de zapatismo, existe hoy una generación de jóvenes que ya han nacido y crecido en un entorno zapatista, en ese otro mundo posible en el que las decisiones se toman desde abajo y se manda obedeciendo, y que sabe que sólo organizándose habrá un futuro; una nueva generación que, organizada, reflexiva y en colectivo lucha por su autonomía y contra la colonización, no solo del territorio, sino también de las conciencias, por parte del capital y de su lógica de devastación social y ambiental dominante.
El proyecto zapatista se organiza hasta conseguir que, algún día, exista una nueva generación que pueda “decidir libremente, también y, sobre todo, que se haga responsable de esa decisión. Es decir, que tome en cuenta que todas las decisiones, lo que hacemos y lo que dejamos de hacer, tienen consecuencias. Entonces se trata de que esa niña crezca con todos los elementos para tomar una decisión y para hacerse responsable de sus consecuencias. O sea que no le eche la culpa al sistema, a los malos gobiernos, a sus papás y mamás, a sus familiares, a los hombres, a su pareja (sea hombre o mujer o lo que sea), a la escuela, a sus amistades. Porque eso es la libertad: poder hacer algo sin presiones u obligado, pero respondiendo de lo que se hizo, o sea, sabiendo las consecuencias desde antes»5.
El mal llamado “Tren Maya”:
El estandarte del “progreso” en México, la gran trampa de Andrés Manuel López Obrador.
Colocar la vida en el centro implica desafiar el paradigma dominante del progreso desarrollista y del capitalismo como sistema despojándolo de su legitimidad. Es crucial tomar conciencia de la violencia que genera este sistema depredador, destruyendo territorios, amenazando pueblos o asesinando a defensoras y defensores de la tierra o los derechos humanos. La violencia simbólica se manifiesta también en el desprecio cultural hacia los pueblos, permitiendo la ironía de que un megaproyecto de despojo del territorio haya sido nombrado por el poder como Tren Maya.
México continúa siendo un laboratorio para los acuerdos comerciales internacionales y sus políticas económicas, creando un terreno propicio para la expansión de los procesos de acumulación y la ejecución de megaproyectos en el país. En este contexto, la llamada Cuarta Transformación de Andrés Manuel López Obrador se inserta en la misma lógica. Bajo el discurso que respalda su supuesto beneficio social (aumento del empleo, despegue económico de la región) se continúa adoptando una perspectiva neoliberal que tanto conocemos por sus destrozos en cualquier parte del mundo globalizado siguiendo la misma línea que los gobiernos mexicanos anteriores.
El proyecto del Tren Maya no se limita simplemente a la infraestructura ferroviaria, también propone una reorganización territorial centrada en la urbanización de áreas indígenas y campesinas. La ruta del tren atraviesa regiones consideradas joyas de biodiversidad, territorios de vida para las comunidades mayas que han habitado la zona desde tiempos ancestrales manteniendo prácticas tradicionales en armonía con la naturaleza. La construcción del tren supondrá la tala de casi 9 millones de árboles. Además, afectará a cenotes, cuevas y ríos subterráneos (la región alberga el 33 por ciento del agua dulce de todo el territorio mexicano) e impactará irreversiblemente en la supervivencia de especies, como el jaguar, ya en peligro.
Otros efectos que se ocultan son la contaminación, los más que previsibles incendios y la fragmentación del territorio que impedirá la movilidad de los seres vivos. El territorio maya, resultado de la interacción milenaria entre el pueblo maya y su hábitat, enfrentará transformaciones sociales y ambientales irreversibles, una pérdida irremediable. El modelo turístico masivo que ya ha convertido las antiguas selvas de Cancún en una plantación de hoteles y playas particulares, se expandirá por lo que aún queda de naturaleza sea en Yucatán, Quintana Roo o Chiapas.
Los frutos de la Gira por la Vida
Tras el paso de la Gira por la Vida del año 2021 por tierras europeas, los compañeros y compañeras zapatistas han tenido la capacidad de cartografiar un contexto desolador a nivel planetario. Esta crisis es estructural y, también, global. Nos afecta a todas y a todos en cualquier lugar del mundo. De ahí la importancia que conceden, además de organizarse a nivel local, a tejer redes y generar espacios de encuentro y apoyo entre personas, colectivos y organizaciones que permita identificar y desenmascarar a ese enemigo común.
Esta celebración en Dolores Hidalgo ha permitido el reencuentro de muchas de las personas que colaboraron en esta gira, demostrando que el zapatismo sigue siendo un punto de encuentro en el que conocernos, escucharnos, tejer resistencias y acompañarnos en la lucha por la vida.
1 Discurso íntegro en castellano: https://youtu.be/Q0ytHxKXAZE?si=EztfhpVt9gOYMIjx
2https://enlacezapatista.ezln.org.mx/2023/11/02/tercera-parte-deni/
3https://enlacezapatista.ezln.org.mx/2023/11/28/catorceava-parte-y-segunda-alerta-de-aproximacion-la-otra-regla-del-tercero-excluido/
4https://enlacezapatista.ezln.org.mx/2023/11/12/novena-parte-la-nueva-estructura-de-la-autonomia-zapatista/
5https://enlacezapatista.ezln.org.mx/2023/11/02/tercera-parte-deni/
Grupo de Trabajo de México de la Secretaría de RR.II.
Foto: Francisco Lion.
Fuente: Rojo y Negro