El próximo martes 13 de febrero se juzgará en Sevilla el indiscriminado despido de la responsable de la sección sindical de CGT a manos de quienes gestionan el Ayto de Marinaleda y reprimen a las personas que reclaman derechos tan básicos como el disfrute de vacaciones, cosa de burgueses le llaman allí.
Tras tres años de espera por la situación de colapso en los juzgados de lo social, por fin llega la fecha de juicio que debe reparar todos los atropellos de quienes se llenan la boca de lucha obrera y reprimen duramente a las personas que en ese ayuntamiento se atreven a pedir los mínimos derechos laborales.
CGT confía en que el juzgado declare la nulidad radical de las actuaciones de Sánchez Gordillo y su teniente de alcalde entonces, hoy alcalde, Sergio Gómez y les condene por atentar contra los derechos fundamentales de los trabajadores y a readmitir a la compañera Conchi en su puesto de trabajo como Auxiliar del Servicio de Atención Domiciliaria (SAD).