– Respaldamos la iniciativa de la Asociación «Los Juncos» del CEIP «La Charca». Participación en la movilización del 3 de diciembre a las 11:30 desde el CEIP «La Charca».
– Falta de atención a las necesidades educativas en Miranda de Ebro: decisiones de la Consejería de Educación.
– Precarización de la oferta educativa en la ciudad y carencias en Educación Especial.
La Sección Sindical de CGT Enseñanza de Burgos expresa su respaldo a la solicitud de la Asociación de Madres, Padres y Personas Cuidadoras «Los Juncos» del Centro de Educación Infantil «La Charca». La decisión de la Consejería de Educación, liderada por Rocío Lucas, de no construir un Centro de Educación Especial en Miranda de Ebro, como se anunció en el Pleno de las Cortes de Castilla y León, refuerza la percepción de falta de atención a las necesidades educativas en la ciudad.
CGT Enseñanza anuncia su participación en la movilización del 3 de diciembre a las 11:30 desde el CEIP «La Charca», sumándose al respaldo del Ayuntamiento, grupos políticos, centros educativos públicos y privados concertados, el Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica de Miranda de Ebro, y el servicio de Atención Temprana.
La Consejería de Educación está precarizando la oferta educativa en la ciudad, evidenciada por la falta de un tercer instituto, el aplazamiento en la construcción del nuevo edificio en el Centro Integrado de Formación Profesional «Río Ebro», la falta de planificación en el CEIP «Altamira», y la falta de interés en establecer un Conservatorio de Música. En Educación Especial, las carencias son notorias, con la inexistencia de un centro provisional y la saturación del «aula» en el CEIP «La Charca».
Es crucial establecer un centro de educación especial adecuado para garantizar una educación inclusiva y personalizada. Les delegades de enseñanza de CGT en Burgos participarán en la manifestación del Día Internacional de la Discapacidad el 3 de diciembre, exigiendo el derecho a servicios educativos públicos básicos. Se hace un llamado a la Consejería de Educación para que deje de marginar a Miranda de Ebro y brinde la oferta educativa necesaria para una ciudad de su importancia demográfica y económica en la Comunidad de Castilla y León.
En materia de Educación Especial, resulta evidente que las necesidades son notorias, y el desprecio hacia estas realidades es injustificable. En Miranda de Ebro, la ausencia de un centro provisional de Educación Especial se traduce en un «aula» en el CEIP «La Charca», la cual se encuentra actualmente saturada. Con tres aulas que triplican la cantidad de alumnado que deberían tener, la educación de estos alumnos y alumnas con sus especificidades se ve afectada, careciendo de espacios, medios y recursos suficientes.
A pesar de las afirmaciones de la Consejería de Educación sobre la capacidad y nivel educativos en Castilla y León, las carencias son evidentes, especialmente en colectivos que requieren una educación más especializada y personalizada. La diversidad, la integración y la atención pública a los colectivos menos favorecidos quedan desdibujadas, cuando no marginadas o desaparecidas, debido a la mentalidad reaccionaria de la Consejería de Educación, que relega y arrincona la integración sociolaboral y formativa de estudiantes con graves carencias por sus discapacidades.
Por todo ello, es imperativo contar con un centro adecuado de educación especial, dotado de los recursos suficientes y necesarios para llevar a cabo esta labor educativa e integradora. Actualmente, observamos que dos personas son atendidas solo dos veces a la semana en el actual aulario, mientras que el resto se encuentra en un centro ordinario. Se requiere un centro específico, bien planificado, que contemple la previsión de nuevas incorporaciones a lo largo del curso, ya que la Consejería tampoco lo está haciendo en la enseñanza generalista. Este centro debería acoger al alumnado matriculado en centros menos adecuados, como institutos de enseñanza secundaria, en programas circunstanciales como la transición a la vida adulta.
En materia de Educación Especial, resulta evidente que las necesidades son notorias, y el desprecio hacia estas realidades es injustificable. En Miranda de Ebro, la ausencia de un centro provisional de Educación Especial se traduce en un «aula» en el CEIP «La Charca», la cual se encuentra actualmente saturada. Con tres aulas que triplican la cantidad de alumnado que deberían tener, la educación de estos alumnos y alumnas con sus especificidades se ve afectada, careciendo de espacios, medios y recursos suficientes.
A pesar de las afirmaciones de la Consejería de Educación sobre la capacidad y nivel educativos en Castilla y León, las carencias son evidentes, especialmente en colectivos que requieren una educación más especializada y personalizada. La diversidad, la integración y la atención pública a los colectivos menos favorecidos quedan desdibujadas, cuando no marginadas o desaparecidas, debido a la mentalidad reaccionaria de la Consejería de Educación, que relega y arrincona la integración sociolaboral y formativa de estudiantes con graves carencias por sus discapacidades.
Por todo ello, es imperativo contar con un centro adecuado de educación especial, dotado de los recursos suficientes y necesarios para llevar a cabo esta labor educativa e integradora. Actualmente, observamos que dos personas son atendidas solo dos veces a la semana en el actual aulario, mientras que el resto se encuentra en un centro ordinario. Se requiere un centro específico, bien planificado, que contemple la previsión de nuevas incorporaciones a lo largo del curso, ya que la Consejería tampoco lo está haciendo en la enseñanza generalista. Este centro debería acoger al alumnado matriculado en centros menos adecuados, como institutos de enseñanza secundaria, en programas circunstanciales como la transición a la vida adulta.
Fuente: CGT Enseñanza Burgos