Artículo publicado en RyN nº 379 de junio
Uno de los instrumentos del cual se han servido los seres humanos, desde tiempos muy remotos, para comunicarse, para expresarse, para en definitiva trascender más allá de nosotros mismos, ha sido la voz (voz humana). De aquellas manifestaciones vocales, casi infinitamente lejanas, no sabemos nada. Sin embargo, estudios acústicos realizados en 1983 y 1985 en Ariege (Grutas del Portel, Fontanet y Niaux) realizados por Iegor Reznikoff y Michel Davois, han tratado de establecer que podría existir una relación entre los sonidos y las pinturas.
Se piensa que el ser humano debe de haber estado fascinado por el fenómeno del ECO en estas grutas o cuevas, en el más absoluto silencio y oscuridad, solo perturbado a veces por el goteo del agua. Diversos signos y el sentido de las líneas o puntos que salen de la boca de un animal o de un ser humano son lugares donde la resonancia, la duración, la tonalidad, incluso la saturación acústica, son evidentes. También se puede dar el caso de Cuevas Artificiales sonoras que, con la ayuda de un sistema de amplificación por medio de un canal de piedras, aumentaban por ejemplo el sonido de un rugido de jaguar, como sucede en el antiguo Perú, con la arquitectura del complejo ceremonial de Chavin de Huantar.
Según estos estudios, en estas antiguas poblaciones no habría ritual o celebración que no fuera sonoro, como en particular las llamadas en su momento “sociedades primitivas” pueblos de América del Norte, de la Amazonia, África, Australia, Siberia… escuchaban la tierra que vibra. Hay una pintura que aparece en la Gruta de Los Tres Hermanos (Montesquieu-Avantes) Ariege en los Pirineos Centrales (Francia) que representa un ser humano (cazador-ora) disfrazado con piel de bisonte, cuernos y cola que persigue a unos renos; tal vez esté interpretando algún tipo de danza y parece que hace sonar un arco de cuerda, como todavía se toca en algunas zonas de África.
Tal vez sea una de las más antiguas representaciones musicales del mundo (Periodo Magdaleniense: 20.000 A.E.C.). También se han encontrado diversos instrumentos: ROMBO hecho de cuerno de reno y decorado con dibujos geométricos, Rascadores hechos de fémur humano, flautas del periodo Auriñaciense (30.000 A.E.C.). hechas de cúbito de buitre de tres y cuatro agujeros con incisiones muy finas formando bandas regulares. Incluso los estudios de C. Bibikov en Ucrania que ha encontrado en sus excavaciones el más antiguo grupo instrumental tallado en huesos de mamut. El Universo es vibración, el Universo es sonido dicen los antiguos textos del hinduismo, de los aztecas, del budismo, de los antiguos griegos, etc. De lo cual se derivaría que el mundo es una silaba y que de su correcta interpretación dependería la armonía del cosmos. Fue con el chamanismo hace unos 40.000 años que el ser humano tal vez se sentía fusionado con los montes, los ríos, el cielo, la tierra y escuchaba sus sonidos para posteriormente ser un sanador, un mediador utilizando su música, su voz, que les sirvió a los seres humanos posiblemente para orientarse y dar sentido a sus vidas.
Enrique de Alva
Fuente: Rojo y Negro