Artículo publicado en Rojo y Negro nº 377, abril 2023
La CGT ha tenido la suerte de poder compartir junto a los compañeros de SUD-SOLIDAIRES y de CNT-SO las jornadas de huelga general del 31 de enero y 7 de marzo en París. Jornadas históricas por el número de personas que han salido a la calle a defender sus derechos, como también porque el total de los sindicatos franceses han sido capaces de unirse y salir a la calle contra el Gobierno de Macron.
Sobre la mesa está una reforma de las pensiones por parte del Gobierno de Macron que sube la edad mínima de cotización a los 64 años y a 43 años de cotización a la Seguridad Social los exigidos para poder cobrar el 100% de la pensión. A nadie se le escapa que o empiezas a trabajar a los 21 años o es imposible que te jubiles con un 100% de jubilación con 64 años. El Gobierno de Macron se niega a sentarse a negociar con la parte social esta reforma y es lo que ha motivado que sindicatos acostumbrados a firmar cualquier reforma propuesta por el Gobierno, estén ahora mismo muy enojados porque esa falta de diálogo con el Gobierno, les hace exponerse a una incomprensión por parte de sus afiliados del porqué de su existencia.
La unión sindical es importante, como también ver un contexto diferente con un Gobierno autoritario que se olvida de que sus sindicatos amigos han sido excluidos de su tarta del pastel, que ahora esos sindicatos que nunca han gastado sus cajas de resistencia, están sacando a sus afiliados a la calle, que el resto de sindicatos libertarios y combativos acompañan y suman llegando a manifestaciones con casi un millón de personas por las calles de París, que los chalecos amarillos y los grupos autónomos cargan contra los comercios que resisten abiertos y contra la policía que se ha acostumbrado a cargar indiscriminadamente en cualquier manifestación que el pueblo francés haga contra el Gobierno. En definitiva estamos viviendo un contexto histórico de lucha obrera en el siglo XXI en Francia, lucha de todos los sindicatos, lucha de la clase obrera que ve como una vez más pierde los derechos.
Y desgraciadamente en España y paralelamente a este decreto francés, casi sin hacer ruido y sin que los medios de comunicación se hagan eco de la noticia, nuestros sindicatos del Gobierno, CC.OO. y UGT han pactado una reforma de las pensiones que nos lleva a tener un mínimo de 29 años cotizados para poder cobrar el 100% de las pensiones y 67 años como edad mínima para poder jubilarte. Es vergonzoso que sindicatos “obreros” nos sigan quitando derechos, defendiendo a la patronal y los Gobiernos, siempre con excusas de que no se puede hacer más, siempre con recriminación a la lucha en la calle, en los centros de trabajo y mirando al otro lado cuando sindicatos como la CGT no hace sino crecer y defender a nuestras compañeras y compañeros de la patronal, el Gobierno y los sindicatos amarillos.
Secretaría de Relaciones Internacionales
Fuente: Rojo y Negro