Contra la deslocalización, la precariedad y el abuso de las multinacionales, la CGT ha realizado en la mañana de hoy, 14 de Diciembre, una concentración frente a las Cortes de CyL, para marchar después en manifestación hasta la Delegación del Gobierno.
Desde hace décadas, la provincia de Valladolid se ha convertido en una importante zona industrial. La implantación de grandes multinacionales como Renault, Iveco o Michelin, hizo llegar a la provincia decenas de empresas auxiliares y proveedoras alrededor de estas, las cuales convirtieron a Valladolid en uno de los polos industriales más importantes de todo estado, con un empleo estable, de calidad y con unos derechos laborales que las antiguas plantillas fueron labrando y mejorando convenio tras convenio, a base de huelgas, movilizaciones y de una lucha obrera que fue ejemplar dentro y fuera de la provincia.
Esta implantación industrial se extrapoló a otras provincias cercanas, y de la misma manera que sucedió en Valladolid, otras provincias de Castilla y León se fueron industrializando y generando un empleo de calidad y estable.
En los últimos años, todas y todos estamos observando como ese tejido industrial se tambalea peligrosamente, el empleo de calidad que se generaba en el sector hace años ha pasado a la historia, y la estabilidad laboral se ha convertido en un eufemismo.
Las direcciones de las principales multinacionales antes nombradas, han centrado sus esfuerzos de los últimos años en precarizar el empleo, eventualizarlo y devaluarlo. Mientras, las mismas multinacionales reciben cientos de millones de euros de subvenciones públicas de las diferentes administraciones, sin que dichos entes exijan a estas grandes empresas ninguna contraprestación al recibir esas bochornosas cantidades de dinero público.
El caso más sangrante de todos es el de Renault, la empresa más grande de la comunidad autónoma, la cual, en los últimos años ha recibido más de 400 millones de euros de ayudas públicas de una manera directa o indirecta. La dirección de Renault, a cambio, de la mano de CCOO y UGT, empeora la calidad laboral de su plantilla convenio tras convenio; y, actualmente, está generando una importante destrucción de empleo tanto en su plantilla, como en todo el entorno industrial que la rodea.
Empresas como SMRC, Adient o Faurecia, son solo un ejemplo de la sangría laboral y económica que la marca del rombo está generando en esta provincia y en la comunicad autónoma. Los últimos ERTE aplicados por la dirección de Renault, con el beneplácito de sus sindicatos afines, están generando la pérdida de miles de puestos de trabajo en el sector.
En el caso de Renault, son miles de trabajadores y de trabajadoras las que, tanto en Palencia como en Valladolid, y pese a tener un contrato eventual en fraude de ley, están perdiendo su empleo. Si hablamos de sus empresas auxiliares o proveedoras, en SMRC, se ha anunciado un recorte de plantilla de 100 personas, en Adient un ERE que pretende afectar a 85 trabajadores y trabajadoras y en Faurecia la empresa amenazó con un ERE para 63 de sus trabajadores y trabajadoras. Estas situaciones son sólo un ejemplo de la situación en la provincia, pero si nos movemos unos pocos kilómetros, en la Palencia, los 21 trabajadores y trabajadoras de ID Logistic, (subcontrata de Renault), quedaban en la calle el pasado 1 de septiembre al finalizar el contrato de la empresa con Renault, y no hacerse cargo esta de los compañeros y compañeras.
Desde CGT, ni podemos ni queremos quedarnos callados y consentir que empresas como Renault, Iveco o Michelín, receptoras de cantidades ingentes de dinero público, jueguen con el empleo y la vida de centenares de familias de esta manera. Por esto, desde CGT, exigimos a las diferentes administraciones la toma de medidas urgentes para frenar esta destrucción de empleo totalmente injustificado. Con la situación laboral actual, no se pude consentir que empresas que llevan décadas recibiendo cientos de millones de ayudas públicas, destruyan el futuro laboral de miles de trabajadoras y trabajadores, y menos aun poniendo como excusa una crisis de suministros, totalmente coyuntural.
Sabemos que estas medidas no vendrán solas y no caerán del cielo, por eso, desde CGT pedimos a todas las plantillas y a la ciudadanía en general, que se movilice para frenar las pretensiones con las que estas multinacionales pretenden destruir todo un sector laboral tan importante para esta tierra.
Fotos: Alejandro Romera
Fuente: CGT-Valladolid