La patronal no quiere que haya un futuro convenio o, dicho de otro modo, quiere convertir el actual en un convenio totalmente irrelevante y a la deriva. Sentimos decirlo así de claro, pero reunión tras reunión los hechos no hacen sino constatar esta evidencia. En un horizonte no muy lejano, el SMI (Salario Mínimo Interprofesional) superará el salario de los teleoperadores y las teleoperadoras. Ese horizonte está al caer: enero de 2022.
En el primero de los puntos que se han abordado hoy, en la reunión de la Comisión Negociadora de Convenio, la patronal ha propuesto recortar aún más las prestaciones en caso de baja médica. Esto supone cobrar aún menos de lo que ya cobramos cuando enfermamos. ¿Por qué motivo? Porque dicen que, según sus datos, así la gente faltará menos al trabajo. Evidentemente, lo que no figura en sus datos es que eso nos obligaría a ir enfermos a trabajar ya que convertirían el cogerse una baja por enfermedad en un lujo prácticamente inasumible para una plantilla con los salarios tan bajos. Si hay muchas bajas tiene que ver con una presión cada vez más insoportable. La patronal esta ciega, no ve las causas de las bajas y quiere desentenderse del pago de las consecuencias.
No contentos con ello, en el siguiente apartado (Régimen sancionador) han solicitado un endurecimiento de las sanciones. Concretamente, quieren que una sola falta de asistencia injustificada se convierta en falta grave (actualmente es leve); y también han propuesto que cualquier persona que cuelgue una sola llamada sea sancionada con falta muy grave, o lo que quiere decir que cualquier persona que cuelgue una llamada pueda ser despedida. Quien trabajamos en este sector sabemos muchos ejemplos de que ya se usa el régimen sancionador arbitrariamente y sin sentido.
Peticiones absurdas que lo único que pretenden es demostrarnos que no están por la labor de alcanzar ningún acuerdo y que suponen una falta de respeto a las plantillas y que son totalmente inasumibles.Incluso representantes de la propia patronal han reconocido que es muy pero que muy difícil demostrar en un juicio que se ha colgado una llamada voluntariamente, pero por pedir que no quede.
¿Y del pago del teletrabajo COVID qué han dicho después de que la Dirección General de Trabajo les leyese hace unas semanas la cartilla? Pues han dicho que se mantienen en sus trece y que no se mueven ni una coma. Esperarán a lo que diga el Tribunal Supremo. ¿Y qué han dicho de la sentencia ganada por CGT que convierte en ilegales todos los contratos de obra y servicio tal y como existían hasta ahora en nuestro sector? Lo mismo. No van a mover un dedo para cumplirla, aunque están obligados, y esperarán a lo que diga el Tribunal Supremo.
En definitiva, reunión tras reunión nos encontramos una patronal que no quiere profesionalizar el sector. Parece que prefieren dejarlo a la deriva para que se hunda todavía más, postergando la resolución de los problemas que se van acumulando y fiándolo todo a los tiempos judiciales. Hablamos de una patronal que, pese a que tenga beneficios record, solo plantea recortes y más recortes, cegados por la codicia y que, a fin de cuentas, se demuestra inútil para gestionar su negocio sin otro aliciente para los trabajadores y trabajadoras que evitar el continuo castigo.
Están pidiendo a gritos que todxs lxs trabajadorxs del sector del telemarketing / Contact Center demos juntxs un golpe en la mesa y les digamos que hasta aquí hemos llegado. Queda muy poco para darle la vuelta entera al convenio sin que se haya avanzado ni un ápice, y si siguen en su cerrazón, lo único que conseguirán al final es tener a lxs más de 100000 trabajadorxs que trabajamos para ellxs enfrente de nuevo para obligarles a bajarse del burro.
Fuente: CGT-Telemarketing