Educación recurre la sentencia judicial que le obliga a contratar a intérpretes de Lengua de Signos para el profesorado sordo y elimina progresivamente el programa de bilingüismo en Lengua de Signos Española (LSE).

La comunidad sorda andaluza sufre un grave retroceso en su derecho a la comunicación e integración en el entorno escolar. La desaparición del bilingüismo en los centros educativos parte de una premisa falsa: las personas sordas con implante coclear dejan de serlo y no necesitan utilizar la LSE como lengua vehicular.

La comunidad sorda andaluza sufre un grave retroceso en su derecho a la comunicación e integración en el entorno escolar. La desaparición del bilingüismo en los centros educativos parte de una premisa falsa: las personas sordas con implante coclear dejan de serlo y no necesitan utilizar la LSE como lengua vehicular.

No podemos olvidar que durante las últimas décadas el avance en la difusión de esta lengua, su conocimiento y normalización han permitido que la comunidad sorda haya pasado de estar completamente marginada, con una discapacidad «invisible» de cara a la sociedad, a conseguir importantes logros con la normalización de la comunicación en LSE.

Hablamos de una inclusión en la red educativa que les permitió salir de los centros de educación especial en los que recibían una educación exclusivamente oralista y acceder a los más altos niveles de formativos. Un pilar esencial de este desarrollo fue la utilización de la lengua de signos como lengua vehicular y la presencia de Intérpretes de LSE en las aulas. Todo esto supuso un enriquecimiento de la lengua asociado a la ampliación de su uso en todos los ámbitos, especialmente en el educativo. Es evidente que la LSE y la lengua oral suman cuando se han utilizado conjuntamente y han permitido un avance importante de este este colectivo.

Actualmente, este desarrollo se ve amenazado por la desaparición del proyecto bilingüe en LSE y la vuelta a programas formativos de carácter exclusivamente oralista con la desaparición de la LSE como lengua vehicular en los centros.

Todo esto se produce en un contexto de pandemia en el que la comunidad sorda está sufriendo graves problemas comunicativos al no poder realizar la lectura labial esencial para la comunicación con los oyentes por el uso obligatorio de la mascarilla. No olvidemos que a día de hoy no existen modelos de mascarilla transparentes oficialmente homologados. A esto se suma la realización continua de reuniones de coordinación y claustros de forma telemática que no les permite acceder a gran parte de la información.

Más grave todavía nos resultó la negativa expresa de la Delegación de Educación de Málaga en la reunión del Comité de Seguridad Laboral Docente en la que se negó el derecho del profesorado sordo a disponer de Intérpretes de Lengua de Signos necesarios para el desarrollo de sus tareas docentes. La adaptación de sus puestos de trabajo con la utilización de intérpretes no solo se recomienda en diversos informes del gabinete de prevención de riesgos laborales, sino que además existe una sentencia judicial que obliga a ello. Desgraciadamente, la respuesta de la Consejería de Educación ha sido la peor de las posibles: recurrir la sentencia judicial, negarse a facilitar este servicio y no permitir que el profesorado sordo pueda desarrollar su labor docente con normalidad. En resumen, abocarlos a la frustración por la imposibilidad de desarrollar sus tareas con un mínimo de garantías.

Esta es la actitud de los responsables educativos de Málaga y la consejería para con las personas sordas que trabajan como funcionarias para ellos: negarse a adaptar sus puestos de trabajo y eliminar progresivamente la LSE de sus programas educativos.

Por eso, mañana CGT Enseñanza Málaga estará a las 12 de la mañana en la puerta de la Delegación de Educación con la comunidad sorda apoyando una concentración para revertir esta situación.


Fuente: CGT-FASE