Este Primero de Mayo, al igual que el año pasado, se desarrolla en un contexto sanitario muy particular. La pandemia por COVID-19 está lejos de terminar. Desde hace más de un año, los gobiernos toman decisiones cada vez más incoherentes y peligrosas en este ámbito. Respondiendo a las exigencias de la patronal, aprovechan para añadir medidas liberticidas y antisociales.

Lo venimos diciendo desde marzo de 2020: los capitalistas no inventaron la pandemia, pero son responsables de sus trágicos efectos:

– Saqueando durante años ciertas regiones del mundo que se quedaron sin infraestructuras, equipos y personal sanitario.

– Destruyendo los servicios públicos donde existían.

– Y porque la base misma del sistema capitalista no es satisfacer las necesidades de la población, sino llenar las cuentas bancarias de una ínfima minoría de explotadores. Y esto, incluso en tiempos de crisis sanitaria.

Lo venimos diciendo desde marzo de 2020: los capitalistas no inventaron la pandemia, pero son responsables de sus trágicos efectos:

– Saqueando durante años ciertas regiones del mundo que se quedaron sin infraestructuras, equipos y personal sanitario.

– Destruyendo los servicios públicos donde existían.

– Y porque la base misma del sistema capitalista no es satisfacer las necesidades de la población, sino llenar las cuentas bancarias de una ínfima minoría de explotadores. Y esto, incluso en tiempos de crisis sanitaria.

Mantener el sistema de patentes de las vacunas es optar por condenar a muerte a millones de personas en el mundo. Las vacunas son un bien público y deben utilizarse como tal. Las empresas farmacéuticas deben ser requisadas y la producción debe estar bajo el control de los trabajadores.

El contexto sanitario conduce a medidas de protección de la población. No debe servir de pretexto para leyes, decretos y otros preceptos liberticidas.

Las y los trabajadores sanitarios han protagonizado numerosas luchas en varios países desde el año pasado. Tenemos que visibilizarlos, ayudar a coordinarlos y desarrollarlos. Otros sectores están a la cabeza de las luchas sociales: todos estamos bajo el ataque de los patrones y los gobiernos cuyo objetivo es salvaguardar el sistema capitalista. En todo el mundo, nuestro objetivo es lo contrario: acabar con el capitalismo y con todas las opresiones.

La lucha por la democracia, la liberación de los presos políticos, el derecho de los pueblos a la autogestión, también se enmarca en las reivindicaciones del Primero de Mayo.

La jornada internacional de lucha de las y los trabajadores del 1 de mayo es una oportunidad para recordar la importancia de la solidaridad internacional de nuestra clase social. Las organizaciones miembros de la Red Internacional de Solidaridad y Lucha Sindical participan en ella. Esperamos que nuestro cuarto encuentro internacional, previsto en Dijon (Francia) del 23 al 26 de septiembre, nos permita dar un paso más en la construcción de la herramienta internacional común necesaria para todas las fuerzas sindicales que reivindican y practican un sindicalismo anticapitalista, autogestionario, democrático y ecológico, democrático, ecológico, independiente de la patronal y de los gobiernos, internacionalista y que luche contra todas las formas de opresión (machismo, racismo, homofobia, xenofobia), un sindicalismo que haga referencia a la democracia obrera y a la autoorganización de las y los trabajadores.

http://www.laboursolidarity.org/Este-Primero-de-Mayo-al-igual-que?lang=es


Fuente: Red Sindical Internacional de Solidaridad y de Luchas