RENFE y el Ministerio de Transportes abandonan el servicio público ferroviario en nuestra provincia y deja a las clases populares sin transporte colectivo para la realización de su normal actividad cotidiana, trabajo, universidad, ocio...

Una vez más, el abandono de los servicios públicos ferroviarios se hace latente y en este caso en particular la falta de maquinistas, vuelve a generar problemas diarios a los usuarios de Cercanías, que si no tenían bastante con la pandemia ahora deben hacer ingeniería horaria para llegar a tiempo a sus trabajos o cualquiera de los quehaceres que tuviesen y jugar a la ruleta rusa para acertar con los trenes que no se suprimen, ya que no se preavisa a los usuarios y usuarias convirtiéndose el servicio de Cercanías en una verdadera tómbola, lo que está ocasionando el rechazo de la población al

Una vez más, el abandono de los servicios públicos ferroviarios se hace latente y en este caso en particular la falta de maquinistas, vuelve a generar problemas diarios a los usuarios de Cercanías, que si no tenían bastante con la pandemia ahora deben hacer ingeniería horaria para llegar a tiempo a sus trabajos o cualquiera de los quehaceres que tuviesen y jugar a la ruleta rusa para acertar con los trenes que no se suprimen, ya que no se preavisa a los usuarios y usuarias convirtiéndose el servicio de Cercanías en una verdadera tómbola, lo que está ocasionando el rechazo de la población al uso del tren y que se vean obligados a usar los vehículos privados, alimentando con ello el consumo de combustibles fósiles y la consiguiente carga de emisiones de CO2 y gases efecto invernadero a la atmosfera.

Mientras los pueblos y ciudadanía de la línea pobre la C2, sigue sufriendo la discriminación y observando como el valle del Guadalhorce paulatinamente va perdiendo el tren y excluyendo a sus vecinas y vecinos de este servició público esencial para garantizar la movilidad, se hace preciso recordar que la C2 hacía el Guadalhorce nunca llegó a recuperar la “nueva normalidad” tras el estado de alarma y mantiene el 50% de las circulaciones que lo hacían el 13 de marzo.

La empresa pública ferroviaria para tapar sus vergüenzas e ineficacia a la hora de dar un buen servicio a la ciudadanía, se escuda en “averías o problemas técnicos”, intentando ocultar la falta real de plantilla existente y el caos en la gestión de los responsables de RENFE que solo piensan en sus cuentas de resultados y obtener lucrativas variables en modo de incentivos a costa de mermar la labor social y el servicio público que esta empresa está obligada a prestar.

Los altos cargos de RENFE hacen de excelentes palmeros de un Ministerio de Transportes que contradice a diario con sus hechos lo que predica públicamente y continúan dando pasos para el desmantelamiento progresivo de la red ferroviaria y de los servicios ferroviarios básicos como son los trenes de Cercanías.

Mientras se predica hablando de la España y Andalucía vaciadas, del reto demográfico en el medio rural… y de la defensa del planeta y la lucha contra el cambio climático, en nuestra provincia de Málaga suprimimos cercanías por falta de maquinistas en la línea C1, eliminamos la mitad de los trenes en la C2, donde los trenes brillan por su ausencia, y se anulan por completo los medias distancia con Ronda o se reducen al 40% el poco servicio de media distancia que unía a la capital y la Costa del Sol con los pueblos del interior de la provincia y con otros de las provincias andaluzas limítrofes, volviendo a establecer las “clases sociales” también en el acceso al servicio público ferroviario, marcando claramente que hay ciudadanos de primera, de segunda y hasta de tercera, evidenciándose que a diferencia de lo que se dice, se fomenta el uso de los vehículos privados, la emisión de CO2 a la atmosfera y de gases que ocasionan el efecto invernadero…

No se puede consentir, que las personas trabajadoras, estudiantes, pensionistas… pierdan el tren para sus quehaceres diarios y sufran las consecuencias de una política de destrucción de empleo estable y de la calidad en el ferrocarril público, que día a día van perdiendo servicios y se va materializando desmantelamiento del servicio público ferroviario, tal y como CGT viene anunciando y denunciando desde hace años, oponiéndose con todas las herramientas legales a su alcance y generando conciencia entre la ciudadanía y ayuntamientos, que parecen más pendiente de la “salsa rosa” y del futbol que de la perdida de este imprescindible medio de transporte para la sociedad.

CGT va a seguir impulsando movilizaciones en defensa del ferrocarril público, social, seguro y sostenible y luchando para que se siga generando empleo estable y de calidad en la provincia de Málaga en el sector ferroviario, en pro del Ferrocarril de todas y para todas las personas.

POR UN FERROCARRIL PÚBLICO Y SOCIAL

SECTOR FERROVIARIO DE CGT ANDALUCÍA


Fuente: SFF-CGT Andalucía