Artículo de Desiderio Martín Corral, Gabinete de Estudios Confederal de la CGT
Antes de esperar y pensar que “conejo” se sacarán los políticos y los “agentes sociales”, al dictado de quienes mandan (1), de ese “nuevo consenso social-político para salvar la economía del desastre del virus”, le denominen “los nuevos pactos de la Moncloa”, “pacto de Estado para la recuperación” o la enésima jugada del capitalismo para ganar tiempo y simular que ellos son los “buenos” y que no tienen “ninguna responsabilidad” sobre las consecuencias de la tragedia o simplemente reconocer ciertos errores -“humanos somos”-, debiéramos ser conscientes de que sí nos en
Antes de esperar y pensar que “conejo” se sacarán los políticos y los “agentes sociales”, al dictado de quienes mandan (1), de ese “nuevo consenso social-político para salvar la economía del desastre del virus”, le denominen “los nuevos pactos de la Moncloa”, “pacto de Estado para la recuperación” o la enésima jugada del capitalismo para ganar tiempo y simular que ellos son los “buenos” y que no tienen “ninguna responsabilidad” sobre las consecuencias de la tragedia o simplemente reconocer ciertos errores -“humanos somos”-, debiéramos ser conscientes de que sí nos enfrentamos a un problema económico, o mejor de liquidez o dicho lisa y llanamente de quién va a pagar la factura monetaria de la reparación (2) , tenemos que “saber” si hay dinero y cuanto, donde se encuentra y quien lo gestiona.
¿Permitiremos que se vuelva a lo mismo, en esta “reedición” de “pacto constitucional para salvar la economía capitalista”? ¿Estaremos presos y presas del “miedo” que nos atenaza y nos recluye en nuestros espacios privados (para quien tiene espacio/casa) y nos empuja a disociarnos, desconfiar de la otra y buscar el “sálvense quien pueda”? ¿Seremos y/o podemos pensar desde otros perímetros que abarque lo común, lo de todos y todas y no solo de lo mío?
Por retrotraernos en el tiempo a los momentos de la “gran crisis-estafa”, es decir al comienzo de la misma, allá por el 2008 y hasta el 2013, donde supuestamente la tasa de ganancias macroeconómica vuelve a la senda de a recuperación (3), los recursos monetarios (liquidez) que se destinaron a “salvar a la macroeconomía – grandes corporaciones y sistema financiero-“, supusieron exclusivamente para este último (el sistema financiero), de manera directa más de 41.000 millones de euros que sumados a los avales del estado y demás garantías, se llego a los 300.000 millones de euros.
Los destrozos en la economía real de las personas, se contabilizaron en dolor, desesperación y desahucios de sus casas, de sus empleos y de sus derechos más elementales: la salud, la educación, los cuidados (dependencia), la cultura y la investigación y la libertad.
¿De donde salió “el dinero” para “sanear e impedir la debacle de la economía (4) y, quién pagó la factura?
Comencemos a contar dinero y de donde se obtuvo: en primer lugar, del sistema sanitario público, del sistema público de educación, del sistema de dependencia y de las inversiones públicas, especialmente lo relativo a investigación e inversiones necesarias en infraestructuras, recursos, etc. La cuenta real asciende a unos 78.000 millones de euros.
En segundo lugar, de las rentas salariales directas de las personas asalariadas con empleos, por medio de una devaluación masiva de sus salarios. Esta cuenta ascendió a cerca de 84.000 millones de euros. Si además sumamos las “expropiaciones” de las pensiones, por no incrementos de revalorización o incrementos del 0,25% durante este periodo “maldito” de “salvación de la economía”, nos encontramos con otros 60.000 millones de euros, que directamente se extrajeron del Fondo de Reserva de la Seguridad Social.
Las cuentas que suman y siguen, son difíciles de cuantificar y solamente pueden hacerse estimaciones por parte de los “técnicos de hacienda” que vienen poniendo negro sobre blanco, las verdades del “barquero”: la amnistía fiscal del PP que perdono el fraude y el delito de los más de ¿150.000? millones que se mantienen en paraísos fiscales. La cuenta de las SICAB de los superricos (milmillonarios), que solamente tributan el 1%, entre ellos y a la cabeza el emporio de Inditex D. Amancio Ortega, ese “generoso mecenas que dona 65 millones de euros para el “virus”; los miles y miles de millones que las Empresas del IBEX35 no tributan por ellos a través de mantener paraísos fiscales “legales”; el sistema fiscal “español” que permite que las grandes corporaciones, transnacionales tributen solamente por el 6,5% de sus beneficios, cuando el Impuesto de Sociedades se encuentra con unos tipos del 25%; las rentas del capital que como máximo tributan al 24%; los inmensos patrimonios que ni tan siquiera tributan…la economía “informal” que supone más del 23% de toda la riqueza que se genera y no aporta nada a la caja común…
¿Quién gestiono todo ese “salvamento de la economía que cuenta” (5) ?, pues sencillamente los mismos políticos, empresarios, plutócratas y poderosos de todo pelaje que ahora invocan un “nuevo-viejo pacto social o pacto de estado”, al estilo de los Pactos de la Moncloa, que si de algo sirvieron fue para doblegar a las clases trabajadoras, embridarlas a la cadena de producción y explotación del capitalismo moderno y asegurar el “orden natural de los negocios” a costa de esas mismas clases y la naturaleza.
El método que utilizaron fue “absolutamente constitucional”: en agosto 2011 y en el parlamento, todos los partidos políticos reformaron el artículo 135 de la CE y constitucionalizaron que las “deudas se pagan a los acreedores siempre”, aunque estos acreedores sean los mismos que llevaron a efecto la “crisis-estafa”.
Debiéramos pensar que nuestra especie, la humana, además de los otros miles de especies que cohabitan en este planeta -con recursos finitos-, tenemos la obligación en el corto ciclo de nuestro paso por la historia, no solo de sobrevivir sin ser depredadores de la naturaleza y de las otras especies, sino de vivir con dignidad de seres humanos, donde la economía solo es entendible desde el COMUN, es decir que todos y todas tengamos lo suficiente y no más para vivir en armonía y equilibrio.
Mañana, cuando nos obliguen nuevamente a “ganarnos el pan” (quizás a costa de nuestra salud y de la vida, para muchos y muchas de nosotras), pensemos que nuestro pan debiéramos obtenerlo en la economía que sustente la vida y la defienda en el medio en el que se desenvuelve y, ésta, o es social y colectiva o por el contrario, nos volveremos a ver envueltos -una vez más-, en una huida hacia adelante, donde el camino esta cimentado de ruinas, cadáveres, destrozos que constituyen nuestra “catástrofe” y nos adentran, cada vez a mayor velocidad, en la noche de la historia.
NOTAS:
(1) En el Estado español los que se encuentran englobados en las Empresas-Corporaciones del IBEX35, las cuales dominan todos los bienes esenciales para la vida: agua, gas, electricidad, transportes, telecomunicaciones, infraestructuras, finanzas, alimentación, etc. y a la vez, “sugieren, dictan, lo que se debe o no debe hacer y lo que es bueno o malo para la “gente”, según criterios económicos racionales.
(2) Según estimaciones de la OCDE y del FMI, el Producto Interior Bruto de países como el estado español, caerá entre un 10% y un 15%, lo que supondría una “pérdida de riqueza entre 200.000 millones de euros y 350.000”, dependiendo de la duración del parón económico, la reanudación del comercio mundial, la movilidad de las personas y la actividad en general. El destrozo en millones de puestos de trabajo, el gasto en prestaciones sociales de todo tipo y el gasto sanitario, fundamentalmente, supondrán el “montante principal de la factura a pagar”.
(3) Los beneficios empresariales, especialmente de las grandes corporaciones y como no, de las englobadas en el IBEX35, aumentaron por encima de los suculentos y milmillonarios beneficios que obtenían en la “época dorada del capitalismo del ladrillo y la especulación financiera”.
La injusticia social o explicado de forma clara, el “robo y expolio legal del sistema fiscal” permite la elusión empresarial y del capital en cuanto a la contribución a la caja común: El volumen de beneficio en el 2017 de las grandes empresas -con un impuesto nominal del 25% y un efectivo del 6,14%-, ascendió a 217.563 millones de €, prácticamente los mismos beneficios que en el mejor año 2007, previo a la “estafa”, que ascendieron a 218.019 millones de €.
Por el contrario, a la hora de la recaudación por este impuesto en el 2017, con un mismo tipo impositivo nominal, su contribución a la Hacienda Pública, ascendió a casi el 50% menos:
(4) Desde los gobiernos (todos) de cualquier “color e ideología”, se le dijo a la población que el sistema financiero no podía caer, pues vendría el “apocalipsis”.
(5) La otra economía, basada en la reproducción y sostenibilidad de la vida, a través de los trabajos de cuidados, llevados a cavo de manera mayoritaria por mujeres, que hace posible que la “economía que cuenta, la del mercado” funcione, no existe para el sistema capitalista y patriarcal.
Desiderio Martín Corral – Gabinete de Estudios Confederal de la CGT
Fuente: Desiderio Martín Corral