Fernando Vargas es presidente de ASOINCA (Asociación de Institutores del Cauca), un sindicato de docentes colombiano de ámbito regional. A partir de contactos realizados por las diferentes Delegaciones de CGT en Colombia, desde la Federación de Enseñanza, y junto con CNT-Francia, se organizó una gira entre el 18 de febrero y el 12 de marzo. Fernando ha recorrido 7 ciudades españolas con un doble objetivo : la denuncia de la realidad educativa colombiana y el conocimiento de nuestra organización.
Rojo y Negro : ¿Qué es ASOINCA y cuál es su procedencia ?
Fernando Vargas : El Sindicato de educadores del Cauca se fundó en 1939, uno de los más antiguos del país, y su afiliación se restringía a los docentes de la básica primaria. Después de dos décadas orientado por las políticas de los partidos tradicionales de derecha, se produce un giro a la izquierda que lleva a reactivar la lucha sindical mediante huelgas regionales. Tras un período afectado por la lucha ideológica que se libraba a nivel internacional y nacional, cantidad de grupos políticos afectaron el desarrollo y la actividad de la organización, que se puso de manifiesto en una desviación ideológica materializada en deponer la huelga como forma principal de lucha. En los años 80 se produce una mejora en la correlación de fuerzas para quienes no creemos en la subordinación a intereses parlamentarios y electorales, pero no es hasta muy entrados los 90 que se asume la huelga como principal herramienta en la lucha. Hoy en día podemos decir que casi la totalidad del magisterio caucano ha depositado su confianza en el sindicato, alcanzando 9.500 afiliados.
RyN : ¿Qué reinvindicaciones y líneas de trabajo sindical y social lleváis a cabo ?
F.V. : Nuestra principal acción corresponde a la defensa de la educación pública oficial : miles de niños y niñas en nuestro país carecen de este derecho, con más de dos millones de personas en edad escolar en Colombia afectadas por la exclusión y en el departamento del Cauca, más de 140.000 personas que están por fuera del sistema escolar. En ese sentido, en unidad con los padres de familia y con la población, exigimos al estado que dé garantías para que la mayoría de niños y niñas puedan ingresar en el sistema educativo oficial.
En cuanto a la defensa de los derechos laborales y prestacionales de los afiliados, es ejemplo de nuestro trabajo de autogestión la Asociación Pro vivienda para los trabajadores de la Educación del Cauca (PROVITEC), con la que se inició un proceso en distintos aspectos que el sindicato no abordaba, como es el caso de la vivienda, consolidando varios planes en este sentido en la capital que han supuesto la puesta en evidencia de lo que se puede conseguir cuando no interfieren ni entidades financieras ni el interés por el lucro privado.
Por último, es fundamental para nosotros la unidad y coordinación con el movimiento sindical y popular a nivel local, regional, nacional e internacional. Por ejemplo, a nivel local hemos consolidado un trabajo coordinado con los campesinos consistente en la recreación y la producción de alimentos sanos, orgánicos, en contra de la producción química y artificial del capitalismo.
RyN : ¿Cuál es la situación de represión en Colombia del trabajo sindical en general y de los maestros y maestras en particular ?
F.V. : Nos ha tocado afrontar uno de los tiempos más difíciles para el movimiento sindical y popular en Colombia. La brutal represión del Estado, su política de terror, la acción antipopular y criminal de los paramilitares y la ausencia de un fuerte movimiento sindical y popular en Colombia hacen que la privatización, la tercerización laboral, la flexibilización laboral y demás políticas neoliberales se materialicen contra los trabajadores y pueblo en general.
A nivel del sector de maestros, este período es supremamente grave : a nivel nacional han sido desplazados más de 4.000 maestros huyendo de amenazas de paramilitares u otras fuerzas militares. En el caso del Cauca, más de trescientos desplazados, cinco de ellos por fuera del departamento y tres fuera del país. Los demás fueron trasladados como medio para reducir las amenazas de muerte.
A pesar de esta situación, en la última década más de ochocientos educadores han sido asesinados en el país, y de éstos, setenta y tres en el departamento del Cauca hasta marzo de 2008.
En esta ola represiva contra el movimiento sindical, a quienes de manera consecuente estamos en este trabajo nos ha transformado la práctica diaria y familiar. Asimismo, hemos asumido medidas de seguridad internas e individuales y otras exigidas al Estado como medios de comunicación y esquemas de seguridad para los líderes.
La represión ejercida les ha dado sus frutos, en especial en la participación de los eventos sindicales y sobre todo en la huelga. En el Cauca aún mantenemos un grado de movilización y de convocatoria. Hoy en día, es una alegría para nosotros poder decir que convocamos asambleas con miles de compañeros y compañeras.
RyN : Bueno, Fernando, ha sido un placer compartir esos días contigo. Para terminar, ¿podrías hacer una valoración de la gira ?
F.V. : Quisiera expresar, como organización sindical, nuestro agradecimiento y complacencia por el proceso de intercambio de experiencias sindicales que hemos logrado realizar con la CGT de España y la CNT de Francia. Esta gira es un paso que permite empezar el intercambio, mantener una comunicación constante, y un avance para que la solidaridad en la denuncia de las distintas arbitrariedades que debemos soportar los trabajadores en cada país, la podamos hacer de manera mutua. Mantenemos firme nuestra decisión de continuar y fortalecer estas relaciones y esperamos, en un futuro, avanzar en la formación y, por qué no, en la coordinación y desarrollo de huelgas enfrentando el capitalismo en el mundo.