Los militantes antifascistas del Colectivo “I Love My Ghetto Crew” estaban en la estación de Metro de Legazpi el 11 de noviembre, cuando cayó asesinado el joven Carlos Javier Palomino, apuñalado por un militar fascista. Ell@s nos cuentan en esta entrevista lo que pudieron ver allí y valoran algunas de las acciones y sucesos que han ocurrido después, en el marco de la campaña de denuncia de las agresiones fascistas y de homenaje a Carlos.
Pregunta : ¿Qué hacíais el 11N en el Metro de Legazpi ?
Respuesta : La celebración de una manifestación de DN en el barrio de Usera nos incitó a reunirnos unas 200 personas (aproximadamente) y acudir con un sentido contrario a ese acto con el fin de mostrar una alternativa para los vecinos al discurso fascista y racista que pretendían difundir. El objetivo era cortar la marcha de DN pacíficamente, montar el mayor ruido posible para que se enterasen las personas de esa zona y dar un discurso antirracista para acabar el acto pero desgraciadamente no pudo ser así.
P. : ¿Qué pasó allí ?
R. : Se decidió marchar en metro desde Legazpi hasta un lugar por donde pasaba la marcha de DN, pero el Metro que pretendíamos coger tenía ya como pasajero al asesino de Carlos. Las personas que allí nos concentrábamos ocupábamos todo el andén y el asesino ocupaba el tren, que al ser de los más modernos, era continuo.
Llego el Metro, nos metimos dentro y, al momento, se escuchó que había un nazi dentro. Enseguida se escuchó que llevaba una navaja y, muy poco después, que había apuñalado a un compañero. Todos nos salimos fuera del vagón y nos plantamos enfrente de todas las puertas, encerrándole para que no quedase impune. El momento fue muy tenso, pero reaccionamos todos de la mejor forma posible.
El asesino no hacía nada más que ir de un lado a otro, como una bestia enjaulada, mientras la gente le tiraba cualquier objeto que tenía a su alcance. La gente, cansada de esperar a la policía, que seguía sin aparecer, decidimos sacarle por nuestros propios medios con lo único que teníamos a mano : los extintores. Con ellos inundamos el tren y enmedio de la confusión el nazi salió corriendo hasta ver la luz de la calle y refugiarse con la policía, tirando el cuchillo de caza instantes antes de abrazar a dos municipales.
P. : Tras este terrible suceso, continuasteis con el plan original que teníais : parar la manifestación de DN. ¿Cómo resultó ?
R. : La gente, como era normal, estaba muy nerviosa, pero nos juntamos y decidimos que ninguna agresión iba a parar nuestro discurso y que después de lo ocurrido era más necesario que nunca cortar la manifestación de los que nos habían robado un compañero.
Nos dirigimos todos haciendo el recorrido de la manifestación en sentido contrario hasta que una primera carga policial y después otra más fuerte, ya de los antidisturbios, me separó de los demás, por lo que ya no puedo describir como testigo lo que pasó : sólo lo que me contaron después : que lo habíamos conseguido y que la policía había disuelto su manifestación. Un pequeño éxito después la tragedia.
P. : Habladnos de la respuesta de esa noche en Malasaña.
R. : Agradecer todos los símbolos de solidaridad que está recibiendo Carlos en muchos lugares y por muchas personas. Creo que Carlos se sentiría orgulloso de la movilización no sólo a nivel estatal, que estamos viendo durante estos días, y pienso que también se sentiría dolido porque hubiese oportunistas que se aprovechen de su nombre.
Los destrozos que sufrió esa noche, principalmente la calle Fuencarral y la sede de Telefónica no fue rabia descontrolada como quisieron manipular los principales massmedia. Fue una respuesta para decir que cada vez que haya una agresión o cualquier acto político fascista vamos a estar en la calle para demostrarles nuestro rechazo.
P. : ¿Qué os parece la respuesta solidaria y la sucesión de actos hasta la fecha, en todo el Estado ?
R. : Es muy agradable ver cómo gente que estaba un poco parada ahora están con mas ganas que nunca, apuntándose a todo. Espero que esta movilización social no se diluya en poco tiempo y que continuemos al pie del cañon, ya no solo por Carlos sino por nosotr@s mism@s.
P. : ¿Queréis añadir algo o hacer llegar algún mensaje a nuestros lectores ?
R. : Un fuerte abrazo a todos los que hemos sentido la muerte de un compañero.