El Ejército de EE UU informó al Comité Internacional de la Cruz Roja que guarda centenares de cadáveres de iraquíes en un almacén de Faluya.
Un equipo de Cruz Roja que ha podido entrar en la ciudad alerta sobre la situación sanitaria
El Ejército de EE UU informó al Comité Internacional de la Cruz Roja que guarda centenares de cadáveres de iraquíes en un almacén de Faluya.
La organización internacional expresó ayer su preocupación por la situación en la ciudad, donde uno de sus equipos ha podido finalmente entrar, dos semanas después de que terminara la gran ofensiva de EE UU contra la insurgencia, en la que, según la versión oficial, murieron más de 1.600 rebeldes. Los observadores se encontraron con calles desiertas, cubiertas de aguas residuales, el suministro de agua cortado y una atención médica casi nula.
El martes, el primer equipo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que pudo entrar en Faluya desde que empezara, el pasado 8 de noviembre, la gran ofensiva norteamericana contra los rebeldes suníes se encontró con una ciudad fantasma. «Las calles estaban desiertas, no vieron casi a ningún civil», explica desde Ginebra Florian Westphal, un portavoz de la organización. «Según les explicó el Ejército de EE UU, los habitantes se quedan en casa todo el día», dice Westphal. El equipo, formado por siete trabajadores iraquíes del CICR, entre ellos varios ingenieros, estuvo unas horas en la ciudad «sin poder desplazarse mucho», y «tuvo que salir antes de que anocheciera» por «razones de seguridad», según Westphal.
Los militares norteamericanos explicaron al equipo de Cruz Roja que tenían almacenados centenares de cadáveres en una cámara frigorífica. «No dieron explicación sobre el porqué. Me imagino que para identificarlos», dice el portavoz en Ginebra. Los observadores, sin embargo, no pudieron acceder a este depósito. «Para nosotros será importante asegurarnos de que cada cuerpo está identificado, para luego poder entregarlos a los familiares», añade Westphal.
Pero lo que más preocupa al CICR es que el suministro de agua está cortado y el sistema de alcantarillas no funciona. Las aguas residuales se extienden por algunas calles, lo que hace temer por la aparición de enfermedades. «De momento no sabemos exactamente cuál es la situación sanitaria, no podemos decir si hay brotes de enfermedades, porque no hemos tenido acceso a la gente», explica Westphal.
Los enviados de Cruz Roja pudieron observar una mezquita en el centro de la ciudad que, según les explicaron, sirve de clínica. Pero cuando estuvieron allí no vieron a ningún paciente. Aparentemente, se trata del único centro hospitalario en Faluya. El hospital general, que se encuentra a la salida del centro urbano, del otro lado del río Éufrates, es de muy difícil acceso para los habitantes que han permanecido en la ciudad, según el portavoz del organismo internacional.
En las horas en las que estuvieron los enviados del CICR en Faluya no pudieron observar combates ni tampoco oyeron disparos, pero los militares estadounidenses le dijeron que no podían desplazarse libremente y acceder a todas las zonas por «razones de seguridad». El equipo se entrevistó con técnicos iraquíes para abordar la reconstrucción del sistema de alcantarillas y el restablecimiento del suministro de agua.
Listas electorales
Uno de los objetivos declarados de la ofensiva estadounidense contra Faluya era permitir a los habitantes de la ciudad participar en las elecciones, previstas para finales de enero. Ayer, el portavoz de la Comisión Electoral, Farid Ayar, anunció la extensión del plazo para la presentación de las listas electorales hasta el próximo 15 de diciembre, informa France Presse. En principio este plazo terminaba ayer, pero, excepto la gran coalición chií Alianza para la Unidad Iraquí, patrocinada por el gran ayatolá Alí al Sistani, las principales formaciones políticas todavía no habían presentado sus candidatos. El portavoz de la Comisión reconoció que el aplazamiento se decidió «a instancia de numerosos partidos».
A día de ayer, 55 listas, con un total de 1.377 candidatos, habían sido presentadas para las elecciones a la Asamblea Nacional de 275 escaños, según explicó Farid Ayar. Además, 260 listas sumando 6.567 candidatos fueron depositadas para las elecciones de 17 consejos provinciales y el de Bagdad. El plazo límite para el depósito de la listas ya había sido extendido al 15 de diciembre en las provincias de Nínive, cuya capital es Mosul, Salahedine (Tikrit) y Al Anbar (Ramadi), para favorecer la participación de la comunidad suní en los comicios.
También ayer, dos camioneros de Bangladesh y Sri Lanka, cuyo secuestro había sido reivindicado por el mismo grupo que pretende retener a dos periodistas franceses desde el pasado agosto, fueron liberados, según informaron sus respectivos Gobiernos. Tres soldados norteamericanos perdieron la vida en la jornada, uno «en una operación de seguridad en la provincia de Al Anbar [donde se encuentran feudos de la resistencia como Faluya o Ramadi]», según el comunicado oficial, y otros dos en un accidente de helicóptero cerca de Mosul, en el norte del país.
ALOÏS HUG – Madrid
EL PAÍS – Internacional