El pasado martes, nos despertábamos con la triste noticia del fallecimiento de un compañero en la factoría de Seat Martorell. El compañero, que pertenecía a la plantilla de una de las numerosas subcontratas de Seat, tuvo un grave accidente durante su jornada, que le costó la vida.
Por desgracia, no va a ser la última víctima de accidente laboral, ni tampoco es la primera. Pero no sólo tenemos que hablar de accidentes mortales, que evidentemente son los más graves y los que más nos preocupan, sino que también tenemos que hablar de numerosos accidentes graves y situaciones extremas que se viven en centros de trabajo y que llevan a los trabajadores y trabajadoras a estar expuestos a unos riesgos y a unas situaciones realmente preocupantes.
Por desgracia, no va a ser la última víctima de accidente laboral, ni tampoco es la primera. Pero no sólo tenemos que hablar de accidentes mortales, que evidentemente son los más graves y los que más nos preocupan, sino que también tenemos que hablar de numerosos accidentes graves y situaciones extremas que se viven en centros de trabajo y que llevan a los trabajadores y trabajadoras a estar expuestos a unos riesgos y a unas situaciones realmente preocupantes.
En septiembre del año pasado, una compañera de la factoría de Renault Valladolid perdía un brazo en un accidente de trabajo. Tras la posterior visita de la Inspección de Trabajo, ésta expuso claramente que la empresa era la responsable del accidente al no poner ninguna medida de protección para poder impedir el mismo.
Hace menos de un mes, pudimos comprobar cómo se venía abajo gran parte de la cubierta de la fábrica de FUNOSA en Igualada, y de cómo la empresa se comportaba de manera cínica e irresponsable al no evacuar por completo la fábrica, exponiendo a un riesgo más que evidente a los trabajadores y trabajadoras.
El pasado día 25 de abril, los compañeros y compañeros del movimiento Tarjetas Rojas (Subcontratas de Airbus) iban a la huelga entre otros motivos, porque literalmente se están cambiando en barracones y casetas de obra, sin luz, sin agua, sin calefacción, exponiéndose a unas temperaturas extremas tanto en invierno como en verano. Y como estos, podríamos exponer decenas de casos.
Todos estos accidentes y situaciones tienen un claro culpable; la patronal. Son la patronal y la complicidad de los diferentes gobiernos, los verdaderos responsables de que los trabajadores y trabajadoras estén sometidas a estas situaciones. Son sus ansias de aumentar sus beneficios las que hacen que estos no inviertan lo necesario en nuestra seguridad, y por lo tanto en nuestra salud. Son a ellos a los que tenemos que señalar y culpar cada vez que vemos o escuchamos un nuevo caso de accidente laboral.
Por este motivo, desde esta Federación no queremos olvidarnos de que el próximo día 28 de Abril se «celebra» el día Internacional de la Salud Laboral, y que por ello tenemos que hacer más visible que nunca los incumplimientos que las empresas tienen en esta materia. Están jugando con nuestra salud y con nuestras vidas, nos están exponiendo continuamente a riesgos innecesarios tan sólo por su falta de voluntad a la hora de invertir en seguridad y en prevención.
Desde la FESIM vamos a seguir trabajando, como estamos haciéndolo hasta ahora, y más aun si cabe, en perseguir y denunciar todo aquello que perjudique nuestra salud, y denunciaremos pública y judicialmente a quien sea necesario para que la salud de las trabadoras y trabajadores no se vea perjudicada.
28A, NUESTRA SALUD POR ENCIMA DE TODO
Miguel Fadrique Sanz
Secretario General FESIM (CGT-Metal)
Fuente: FESIM-CGT