El pasado 26 de diciembre el ayuntamiento de Barcelona, por boca de la presidenta de TMB y regidora de movilidad, Mercedes Vidal, anunciaba un aumento de la inversión de 87 millones de euros gracias al saneamiento financiero realizado en los últimos años.
En primer lugar manifestar que ese saneamiento financiero se ha conseguido en gran parte al esfuerzo económico realizada por la plantilla. Ya que la plantilla de Metro lleva desde el año 2011 con el salario congelado, mientras la Dirección ha visto aumentados sus ingresos en ese período.
En segundo lugar, quisiéramos saber qué porcentaje de esa inversión, acabará en manos privadas en base a subcontratas que, en muchas ocasiones, a su vez vuelven a subcontratar a otras empresas y cuyos trabajadores sufren unas condiciones laborales precarias.
En primer lugar manifestar que ese saneamiento financiero se ha conseguido en gran parte al esfuerzo económico realizada por la plantilla. Ya que la plantilla de Metro lleva desde el año 2011 con el salario congelado, mientras la Dirección ha visto aumentados sus ingresos en ese período.
En segundo lugar, quisiéramos saber qué porcentaje de esa inversión, acabará en manos privadas en base a subcontratas que, en muchas ocasiones, a su vez vuelven a subcontratar a otras empresas y cuyos trabajadores sufren unas condiciones laborales precarias.
En tercer lugar, deberíamos saber si estas subcontratas acabaran realizando el trabajo para el que se les paga o si por el contrario, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, será la plantilla de Metro la que acabe haciendo ese trabajo. En cuyo caso no sabemos cuál es el interés oculto en mantener esas subcontrataciones.
En cuarto lugar, nos sorprende que este aumento de inversión no contemple en ningún caso la ampliación de plantilla que haga disminuir el número de estaciones sin personal de Metro, que evite la retirada de trenes de la circulación por falta de personal, o que haga que el mantenimiento de la red de Metro vuelva a los períodos anteriores al 2011.
Mucho nos tememos que el aumento de esta inversión acabará en gran parte en manos de empresas privadas con el beneplácito del gobierno municipal como ya ocurre con el tranvía, entregado a manos privadas para satisfacer con sueldos públicos a Directivos que provienen de la derecha catalana. Demostrando de esta manera que pese al cambio de signo político en el ayuntamiento la gestión sigue los mismos pasos marcados en las etapas anteriores por socialistas y convergentes.
Barcelona, 28 de diciembre 2016
Alicia Asensio, CGT-Metro Barcelona
Miguel Ángel Ribas, CGT-Metro Barcelona
Carlos Navarro, CGT-Prensa Barcelona
Fuente: CGT-Metro Barcelona y CGT-Prensa Barcelona