En primer lugar, CGT quiere trasladar sus condolencias a las familias de los tres temporeros agrícolas inmigrantes que han muerto en la cochera que utilizaban de alojamiento cuando estaban en plena campaña de recogida de la aceituna en la pedanía de El Mármol (Rus) y aboga porque las administraciones públicas faciliten y ayuden a estas familias para la repatriación de los cuerpos a sus países de origen (Senegal y Mali).
Estas muertes han reabierto el debate público sobre el drama que viven muchos de estos temporeros inmigrantes que año tras año sufren unas condiciones de vida mucho más allá de la precariedad pudiendo hablarse directamente de condiciones infrahumanas.
Estas muertes han reabierto el debate público sobre el drama que viven muchos de estos temporeros inmigrantes que año tras año sufren unas condiciones de vida mucho más allá de la precariedad pudiendo hablarse directamente de condiciones infrahumanas.
En muchos casos, el convenio del campo no se aplica, reciben sueldos por debajo de lo marcado en el convenio, se trabajan más horas de las que se cobran, hay destajos que sólo sirven para explotar más y mas a estas personas y por supuesto no existe una responsabilidad por parte del empresariado sobre las condiciones dignas de alojamiento.
Por su parte, la política de albergues y de atención al inmigrante que plantea la administración pública sigue siendo insuficiente y sometida a un régimen de normas inflexibles (solo se puede dormir tres noches) que provocan que los albergues estén vacíos y cerrados mientras muchos de estos trabajadores temporeros duermen en cajeros, soportales o directamente en la calle.
Lo más sorprendente es que ahora, ante una tragedia de esta envergadura, se escuchen muchas voces desde las administraciones e instituciones públicas y sindicatos firmantes del convenio denunciando la situación social por la que pasan estas personas temporeras.
Para CGT, el convenio del campo firmado por la patronal agraria y los sindicatos CCOO y UGT tiene que recoger la obligatoriedad del empresariado agrícola de dar alojamiento digno a los trabajadores temporeros que contrate; por otra parte, es preciso exigir con toda contundencia el cumplimiento del convenio en relación a los salarios y horas de trabajo; finalmente, las administraciones públicas deben dotar de unas infraestructuras y red de albergues que sean subvencionados por la patronal agraria que reúnan las condiciones humanitarias, limpieza e higiene durante todo el periodo que dure la campaña
Úbeda 28 Diciembre 2016
Fuente: CGT-Úbeda