En su danza con los dictadores de este planeta, al gobierno cubano no le basta ir recientemente a abrazar en Corea del Norte al ególatra Presidente Eterno Kim Il-Sung, sino que ahora recibe al íraní que dirige el país líder mundial en persecución a homosexuales.

Raúl Castro ha invitado a Cuba al presidente de Irán Hasán Rouhaní, quien ha viajado a América a participar en la Cumbre del Movimiento de Países no Alineados, celebrada en la venezolana Isla de Margarita.

Es en extremo peligrosa la visita de una autoridad cuyo estado sanciona la homosexualidad y la transexualidad con latigazos, penas de muerte y terapias de reconversión, sobre todo, porque temo que la influencia de tales violaciones a los Derechos Humanos incidan en las que ya practica el gobierno cubano.

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Si bien es cierto que Rohaní ha planteado el deshielo en las relaciones con Occidente, que puede considerarse un islamista moderado, y que no ha expresado su homofobia abiertamente (como su predecesor Mahmoud Ahmadinejad, también recibido en La Habana), las legislaciones y prácticas retrógradas legitimadas por Teherán se mantienen intactas hasta hoy.

A escasos cien días de la elección de Rohaní, los guardias iraníes arrestaron “una red de homosexuales” en la ciudad de Kermanshah, cerca de la frontera con Irak. Allí las fuerzas de la milicia irrumpieron en un salón donde se celebraba un cumpleaños y agarraron a 80 personas, varias de ellas con tatuajes, maquillaje o manillas con la bandera arcoiris.

De acuerdo con un documento inglés filtrado por Wikileaks, Irán ha ejecutado de 4 mil a 6 mil gays y lesbianas entre 1979 y 2008.

Por otra parte, se calcula que hay unos mil iraníes homosexuales refugiados solo en Turquía, esperando ser reubicados en otros países.

El caso más reciente que he podido encontrar es el ahorcamiento de Hassan Afshar, de 19 años, en la prisión de Arak, provincia iraní de Markazi, el pasado 18 de julio, después de haber sido condenado por un supuesto “sexo anal forzado de hombre a hombre”. No obstante, es común que el sistema penal iraní clasifique de “violación” los casos de sexo homosexual consensuado, para así justificar más fácilmente la pena de muerte.

Es imposible conocer las estadísticas reales de ejecuciones en Irán relacionadas con la homosexualidad, no obstante, más que el número de víctimas, el problema más sistemático es el constante riesgo de persecución, así como el aislamiento y la invisibilización de las personas no heterosexuales allí.

El gobierno de Teherán puso en marcha hace algunos años una serie de redadas conocidas popularmente como las “redadas del terror”, en las que la policía busca, con la cooperación ciudadana, “limpiar las calles y ciudades de seres malvados y criminales”, entre los que se encuentran los homosexuales. Algo parecido a lo que sucedía en La Habana en la pasada década del 90, cuando llegada la policía a las fiestas gays ilegales.

Actualmente, Cuba e Irán comparten su intolerancia hacia la oposición política y la libertad de prensa. Es posible que en este encuentro de Hasán Rouhaní con Raúl y también con Fidel Castro, intercambien sus experiencias sobre ello para perfeccionar sus respectivos sistemas, además de lo más importante: negocios.

Todo eso ya, de por sí, es repugnante. No obstante, en mi caso, como gay cubano, sumo el profundo malestar que siento al tener que compartir el suelo con el responsable directo de persecuciones, torturas y asesinatos a nuestra gente LGBT en ese pueblo asiático.

Hasán Rouhaní: no eres bienvenido en Cuba, como de seguro tampoco eres bienvenido en Irán.

Publicado en: http://www.havanatimes.org/sp/?p=118478