El siguiente articulo es la primera parte de las crónicas escritas por un compañero anarquista de los Estados Unidos que está actualmente viajando por la región de Rojava. Las crónicas están siendo publicadas en la página web norteamericana Anarchist News, y desde ‘Rojava no está sola’ las estamos traduciendo al castellano.
El siguiente articulo es la primera parte de las crónicas escritas por un compañero anarquista de los Estados Unidos que está actualmente viajando por la región de Rojava. Las crónicas están siendo publicadas en la página web norteamericana Anarchist News, y desde ‘Rojava no está sola’ las estamos traduciendo al castellano.
A medida que nos acercamos a la otra orilla, se hace obvia la diferencia entre las zonas fronterizas operadas por el Gobierno Regional del Kurdistán y la Región Autónoma Kurda, la primera es grande con muchos edificios, carreteras pavimentadas y dos restaurantes, ésta última tiene varias mesas de juego puestas en la playa de piedras del Tigris. Dos jóvenes miembros de las fuerzas de seguridad interna de Rojava (Asayîş) cachean las mochilas sospechosas, me miran, sonríen y continúan con su trabajo.
A medida que nos acercamos a la otra orilla, se hace obvia la diferencia entre las zonas fronterizas operadas por el Gobierno Regional del Kurdistán y la Región Autónoma Kurda, la primera es grande con muchos edificios, carreteras pavimentadas y dos restaurantes, ésta última tiene varias mesas de juego puestas en la playa de piedras del Tigris. Dos jóvenes miembros de las fuerzas de seguridad interna de Rojava (Asayîş) cachean las mochilas sospechosas, me miran, sonríen y continúan con su trabajo. Curiosamente, por primera vez en la vida, me siento bienvenido en un puesto fronterizo. Hay algunas tiendas de campaña grandes establecidas en la playa para proteger del sobrecalentamiento a quienes esperan a cruzar, y eso es todo. Me dieron un nombre de un contacto y cuando lo menciono, una de las Asayîş me señala a un hombre que organizó un billete para mí en coche a las instalaciones originales de la frontera Siria arriba de la colina. Allí conozco a mi contacto y me sirven el ubicuo vaso de té azucarado. Una bebida que en ese momento había bebido lo suficiente no sólo para estirar la vejiga, sino para romperla. Me tomo el té y él llama a un traductor para ayudarnos con nuestra conversación. Me presento y comento que es lo que espero conseguir en Rojava – cierta opinión de las instituciones que los kurdos han implementado desde la estabilización del frente de batalla; incluyendo las asambleas locales, cómo interaccionan con las milicias, los consejos ejecutivos, y algunas de las nuevas instituciones – escuelas, universidades e infraestructuras que el PYD y sus aliados han construido. Él de repente me pregunta que es lo que necesito, después de lo cual casi derramo el té, y luego murmuro tímidamente, “¿Un coche? ¿Un traductor?”
Él asintió con la cabeza he indicó que el PYD puede proporcionar eso. Él quiso dejar claras varias cosas, lo primero que el PKK y el PYD son dos entidades separadas y no contiguas. Lo siguiente, que lo que está ocurriendo en Rojava es un reflejo directo de las ideas y filosofía de Abdullah Öcalan (pronunciado en Kurmanji, Oyalan, malditos paganos). Asentí, haciendo notar la molesta sensación del culto al héroe en mis entrañas, y después me recordé a mí mismo que este héroe está enterrado tan hondo en una prisión turca que probablemente no le dejarán salir después de muerto.
Me dieron un coche y un conductor y me mandaron a Amuda, para hacer contactos con la gente del centro de medias del PYD del cantón. Las siguientes tres horas las pasé conduciendo por Rojava, una mezcla realmente única de montañas, llanuras, agricultura, pozos de petróleo, pueblos y gente. Los puestos de control de los Asayîş eran entretenidos, los soldados miran al conductor, después a mí y dicen, “Gracias,” o asienten. Mis tatuajes levantaban alguna ceja kurda ocasionalmente. La gente en la calle era inocente y silenciosamente amables.
En Amuda me encontré con la gente de los medios y me preguntaron qué quería hacer, presenté mis ideas y objetivos (otra vez) y decidieron enviarme de primeras a Kobane ya que el tiempo parecía que iba a llover al final de esta semana o comienzos de la siguiente. Las carreteras son una mezcla de asfalto, tierra, y en uno o dos lugares enormes agujeros dejados por los coches bomba de ISIS. Por lo tanto, una buena lluvia sólida realmente puede parar el tráfico en las carreteras. Finalmente, la gente de medios me envía a una casa para periodistas organizada por el PYD – vida comunal – pero no es un problema. En la casa había un puñado de periodistas, alguna gente de Países Bajos ayudando a modernizar un hospital local. Aquí hay un grupo de la CNN tratando de conseguir algún tipo de historia de Rojava, y ya que actualmente aquí no hay un gran baño de sangre – no es obviamente una buena manera de vender publicidad. Durante la última media hora les he escuchado preparar un video reportaje en el que – básicamente no pasa nada – oh, y una mujer miliciana de las YPJ le hacen preguntas calientes como, “¿Quieres tener hijos, o quedarte en la milicia?”. Devastador. Siempre quise escuchar la preparación de un reportaje de la CNN. Una cosa fuera de la lista de cosas que hacer antes de morir.
Así que mañana salimos para Kobane para varios días. Estoy en uno de los lugares mas inseguros de la tierra, rodeado de amigos – no estoy asustado. Luego más…
Fuente de las fotografías: http://modernslavery.calpress.org/?p=875
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