Desde la Federación Provincial de sindicatos de la CGT en Málaga queremos aprovechar la inauguración de este monumento/panteón para agradecer el esfuerzo de toda la sociedad para alcanzar este momento de justicia y dignidad.

Este monumento rinde tributo y permite un enterramiento digno de los más de 2800 cuerpos recuperados de los más de 4.000 malagueños que fueron fusilados en las tapias del antiguo cementerio de San Rafael. Es una etapa importante, pero no la última, en un camino largo, muy largo que comenzamos a recorrer tarde, muy tarde, en el otoño de 2003, cuando ya habían pasado 63 años desde el genocidio y después de 25 años de Democracia ante la indiferencia general de los poderes públicos de este país.

Este monumento rinde tributo y permite un enterramiento digno de los más de 2800 cuerpos recuperados de los más de 4.000 malagueños que fueron fusilados en las tapias del antiguo cementerio de San Rafael. Es una etapa importante, pero no la última, en un camino largo, muy largo que comenzamos a recorrer tarde, muy tarde, en el otoño de 2003, cuando ya habían pasado 63 años desde el genocidio y después de 25 años de Democracia ante la indiferencia general de los poderes públicos de este país.

Tuvieron que ser los propios familiares de los fusilados y olvidados los que iniciaron el recorrido de la reivindicación de la memoria de sus muertos. En muchos casos en solitario o, como en el caso de Málaga, acompañados de pequeñas organizaciones como la CGT. Estamos orgullosos, como organización que se reclama familia ideológica de muchos de los fusilados, de todo lo realizado y nos gustaría agradecer personalmente a todos los que han hecho posible este momento.

En primer lugar, por lo insólito, al PP, al PSOE y a IU, por su comportamiento en el caso de Málaga. En el caso del PP local porque su comportamiento choca frontalmente con el discurso y las actuaciones de

su partido en otros ámbitos y en el caso de PSOE e IU por haber ofrecido en el caso de Málaga una actuación distinta a la mantenida en otros puntos de Andalucía, desde La Algaba a Córdoba.

En cualquier caso este agradecimiento no es más que el reconocimiento de que los poderes públicos han cumplido con sus deberes mínimos. Aún tienen muchas cartas en sus manos para seguir cumpliendo deberes y permitir que los españoles del siglo XXI conozcan la realidad de la dictadura de Franco con toda crudeza.

También nos gustaría agradecer la colaboración de la Universidad de Málaga para dirigir las exhumaciones y permitir la creación de un banco de ADN que, esperemos que más pronto que tarde, permita poner un nombre y una historia a todas las cajas que acogen los restos de los fusilados.

No está mal, pero sigue siendo insuficiente. Esperamos que la Universidad preste un servicio más amplio a la sociedad y contribuya a escribir una historia más real, alejada de las consignas de los

vencedores, más acorde con lo que realmente pasó en este país, un país con demasiadas fosas comunes, demasiadas cunetas vergonzantes y vergonzosas.

Gracias de corazón a los vecinos de los barrios próximos al cementerio de San Rafael por apoyar, desde el primer momento, las peticiones de los familiares de fusilados para que este monumento a la dignidad se convierta en el eje central de un futuro parque urbano. Os apoyamos en vuestra reivindicación de convertir este lugar en un parque, en lugar de esparcimiento y de encuentro con la memoria y el honor de tantos conciudadanos que perdieron su vida a manos de la barbarie. Un monumento a la dignidad de los perdedores.

Gracias para todos -profesionales y voluntarios- los que con grandes dosis de profesionalidad y cariño acometieron la exhumación de estas fosas, han hecho posible este momento y han dejado la puerta abierta para avanzar en un futuro, esperemos que cercano, hacia la identificación de todas las víctimas. Gracias a la valiosa aportación de historiadores como Antonio, Encarni, Lucía, Matilde, José María, José Aurelio, Miguel Ángel, Raquel, Laureano o Juan Francisco que desde hace muchos años vienen sacando a la luz situaciones y personas relegadas al olvido a través de sus investigaciones.

Pero fundamentalmente, queremos agradecer a los primeros familiares que acudieran a la CGT a encontrar un apoyo que se le negaba en otros foros. A todos los que acudieron a la primera convocatoria y a los que se fueron sumando en reuniones sucesivas hasta llegar a hacer pequeño el

salón de actos de nuestro sindicato. A todos y, de manera especial, a los que no han podido llegar hasta este momento, personalizando a todos ellos en la figura de nuestro querido Manuel Muñoz Frías. Y también, por supuesto a todos los que están hoy aquí, a Pepe, Paco, Carmen, Paca, Miguel, Manolo, Paco, Mari, Paco, Juan, Benito, Miguel, Antonio… A todos vosotros y vosotras muchas gracias por vuestro ejemplo y ánimo para continuar la faena; para compartir con todas las personas de bien, todo

lo descubierto en estas fosas y en los archivos y para cumplir el sueño de Manuel Muñoz Frías: lograr que la justicia de este país reconozca que todos los muertos fueron víctimas de la más cruel de las injusticias.

Para finalizar nos gustaría mostrar nuestro orgullo por el trabajo realizado por compañeros de nuestra organización para poner en marcha todo este proceso que hoy alcanza uno de sus hitos más importantes. Gracias a Antonio, Paco, Mónica, Roberto, José María, Mila, Cecilio, Paco y Andrés. Creemos sinceramente que fueron leales e incansables en los primeros momentos y no dejaron de ser leales, incluso cuando dejamos de compartir como organización algunas decisiones de la Asociación. Se

explicaron públicamente las diferencias y nos retiramos para seguir trabajando en la recuperación de la memoria desde otra perspectiva.

Nunca tiramos contra la Asociación…, no se puede tirar contra personas a las que quieres y, además, es posible que esta sea un buen momento para superar las diferencias y poner a disposición de todos los ciudadanos toda la información que ha podido recopilar la Asociación en estos años. Nosotros seguimos trabajando y os ofrecemos la página de Todos los Nombres, pero no es algo fundamental. Lo fundamental sigue siendo que familiares de personas que tuvieron que huir de Málaga y nunca más

volvieron, puedan conocer el destino final de sus muertos desde cualquier lugar del planeta. Para que se conozca en toda su crudeza de qué hablaba el General Emilio Mola cuando, el 19 de julio de 1936,

expuso la hoja de ruta de los militares sublevados contra su pueblo: “«Hay que sembrar el terror […] hay que dejar la sensación de dominio, eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensen como nosotros».

Hagamos honor a la frase grabada en el monolito, cuyo autor fue Melchor Rodriguez, un anarquista sevillano: SE PUEDE MORIR POR LAS IDEAS, PERO NUNCA MATAR POR ELLAS.

http://www.andalucesdiario.es/ciudadanxs/malaga-erige-con-consenso-pp-piramide-memoria-republicanos-fusilados/

 


Fuente: CGT Málaga