El estado argelino sigue imperturbable con sus medidas represivas. La última medida: el despido de Rachid Malaoui, presidente del SNAPAP.
Aprovechando que lleva dos meses de baja por enfermedad y violando las propias leyes argelinas, Raschid Malaoui ha recibido una carta de despido, lo que es una medida represiva más contra el sindicalismo autónomo argelino
Ya el 15 de julio de 2011, Rachid Malaoui fue objeto de una tentativa de asesinato cuando los frenos de su vehículo fueron manipulados por manos desconocidas. Todos los indicios apuntaban al servicio de información militar, la poderosa DRS, el auténtico poder en Argelia
Aprovechando que lleva dos meses de baja por enfermedad y violando las propias leyes argelinas, Raschid Malaoui ha recibido una carta de despido, lo que es una medida represiva más contra el sindicalismo autónomo argelino
Ya el 15 de julio de 2011, Rachid Malaoui fue objeto de una tentativa de asesinato cuando los frenos de su vehículo fueron manipulados por manos desconocidas. Todos los indicios apuntaban al servicio de información militar, la poderosa DRS, el auténtico poder en Argelia
Adjuntamos la carta (en inglés) enviada a la OIT por parte de Nazxira Ghozlane, secretaria general del SNAPAP, exponiendo el caso y pidiendo la intervención de la OIT. Violencia policial en el Sur.
La situación en el sur argelino es de militarización total. Los militares tienen carta franca para detner, torturar, secuestrar con total impunidad. Las luchas de l@s parad@s en una zona donde se concentra toda la riqueza del país, trviben una represión y persecución brutal.
Traducimos un artículo de Yasmine Saïd publicado el 24
de mayo en el periódico argelino El Watan sobre este tema.
Sur. Torturados por manifestarse
Golpes, insultos pero también rechazo de atención y tortura organizada. Los activistas, manifestantes y simples ciudadanos en el sur del país se enfrentan cada vez más frecuentemente a la violencia injustificada de las fuerzas de Seguridad. ¿Su delito? Pedir una vivienda, un trabajo, denunciar las injusticias o estar en el lugar equivocado en el momento equivocado.
Mohamed, 30 años, estaba en el autobús donde trabaja como revisor. Es detenido por varios agentes de policía y acusado de incitar a la gente y de agresión violenta a las fuerzas de seguridad. Cuando es puesto en libertad, tiene marcas de golpes por todo el cuerpo y su diabetes se ha agravado. Esa mañana, jóvenes de Laghouat habían organizado una concentración ante la oficina de empleo para protestar por la falta de ofertas de trabajo. Para impedir que los manifestantes bloquearan la entrada, la policía acabó por arrancar la puerta de la oficina de la ANEM. Continúan con una serie de detenciones en la ciudad. «Tan pronto como fuimos detenidos, han comenzado los golpes, dijo un manifestante. «A la entrada de la comisaría, la policía había hecho dos filas, fuimos obligados a pasar por el medio y a nuestro paso, nos pegaban unos tras otros con sus porras, y sus puños.» Los manifestantes son encerrados en celdas. Diez personas en la misma celda. Los guardias arrojan baldes de agua fría sobre los detenidos. Luego son golpeados de nuevo. Llueven los insultos las bofetadas. «En la comisaría, nos han acusado de ser marionetas de una mano extranjera.»
Manipulación
La policía intenta convencer a los manifestantes de volverse contra Mohamed. «Pidieron a todos los demás testificar contra mí, como quien incita a los jóvenes a manifestarse y que estoy apoyado por Qatar. A cambio de su testimonio, la policía les ha prometido liberarlos», revela Mohamed. Adlene, 23 años, fue detenido el mismo día. Estaba frente a la puerta de su casa. Las fuerzas antidisturbios le han metido en una furgoneta. En la comisaría, recibió tantos golpes en la cabeza que comenzó a sangrar. La Policía finalmente convocó a un médico a la comisaría, violando el procedimiento. Él médico prescribe 6 puntos de sutura. Pero todas las recetas y certificados médicos serán confiscados. Durante 48 horas de detención preventiva, las autoridades rechazan que Adlene reciba insulina para tratar su diabetes. «Como nos negamos a firmar las declaraciones, nos han golpeado hasta que firmamos». Madani ha perdido más de una docena de dientes por los golpes. Sin insulina, ha acabado por desmayarse. Otro hombre fue detenido con ellos. Ha sido puesto aparte y golpeado por tres policías. Viendo que los golpes no eran suficientes, las fuerzas del orden lo han esposado y se han puesto a arrancar los pelos de la barba del joven parado con las manos. El joven, traumatizado, ha abandonado la ciudad. «Somos solamente parados», se indigna uno de ellos. A raíz de su detención, todos los activistas han pasado ante el juez, acusados de concentración ilegal. «En el juicio, había 4 acusados, por 40 policías heridos. ¿Son estos activistas como Superman? «, bromea un desempleado. No hay pruebas, pero los 4 acusados son enviados a la cárcel, sin posibilidad de pasar por la Farmacia para aquellos que están heridos. El Director de la prisión dirá a los demás presos que se aparten de ellos. «Desde 2003, es siempre así”, suspira un activista, que ha cumplido un mes de prisión. A veces es cada semana. No hay ninguna justicia ¡aquí!»
Directivas
En Ghardaia, en marzo, dos activistas de derechos humanos han acabado en el hospital. Sin previo aviso, las brigadas antidisturbios cargaron contra los manifestantes que fueron golpeados con sus porras y sus escudos. Violentamente golpeados, dos manifestantes de cuarenta años estarán 15 días de baja.. Un manifestante que había perdido el conocimiento, fue golpeado a patadas mientres estaba en el suelo. Otro, Belkacem, gravemente herido en la cabeza, fue trasladado a la comisaría donde se le negó llevarlo al hospital. Solamente cuando empezó a vomitar y ante las protestas de los demás detenidos, la policía fue obligado a avisar a un médico. Este último auscultó a Belkacem y le ordenó dos recetas, una para el tratamiento, y otras para un escáner del cráneo. Las dos recetas fueron confiscadas y destruidas por la policía. Belkacem y los demás activistas permanecen 36 horas en la comisaría, sin comer, antes de ser trasladados al tribunal. A pesar de años de activismo, es la primera vez que Belkacem es víctima de este tipo de violencia. Uno de los activistas arrestados declaró: «creo que las fuerzas del orden tienen nuevas directivas”
Asfixia
Más al este del país, en la wilaya de El Oued, 17 personas serán juzgadas la semana próxima por una manifestación cuando los cortes de electricidad el verano pasado. Uno de los acusados fue golpeado largamente por la policía durante su detención. En las redes sociales, se ve un vídeo del mismo con el cuerpo morado por los golpes. El caso de El Hachemi Boukhalfa es de los más alarmantes. Una mañana de enero de 2011, sin entender por qué, mientras estaba sentado frente a la casa de su primo para asistir al funeral de su tío, ocho personas han descendido de dos coches sin marcar. «Me han golpeado y me han metido a la fuerza en el coche «dice este residente de Ouargla. El Hachemi es llevado al cuartel militas de la ciudad. Comienzan los golpes. Y esto es sólo el comienzo. Lo acusan de haber matado tres soldados y esondido un Kalashnikov en su casa. Le ponen una bolsa en la cabeza, echan agua por encima. Se ahoga.. Se le obliga a moverse de rodillas durante horas. Desnudo. Unos hombres le obligan a comer excrementos. La tortura ocurre durante la noche. Después de tres días, El Hachemi admite finalmente que el arma estaba en su casa. «Yo sólo tenía una idea en mi cabeza. Si van a buscar a mi casa, mi familia sabrá al menos donde estoy. «
Fractura
La madre de El Hachemi fue convocada por los militares. «Ella tenía 75 años entonces». Mientras tanto, él permanece detenido. Al cuarto día de su detención, el hombre es empujado con una patada por las escaleras. Su cuerpo rueda por los escalones. Al llegar abajo, su tobillo está roto. Durante sus 9 días de detención, ningún miembro del cuartel se cuestionará sobre la legalidad de su detención. «Solamente la médico del hospital militar ha reaccionado cuando me rompieron el tobillo.» La joven habría dicho a los militares: «pero finalmente, ¡Por qué habéis ido tan lejos si es un civil!» Las razones de su detención son confusas. A finales de 2010, El Hachemi había participado varias veces en manifestaciones contra el desempleo. Finalmente ha sido puesto en libertad. La médico le ha prescrito 12 días de inmovilización. El Hachemi ha presentado una denuncia en Argel. En Ouargla, las autoridades han rechazado su denuncia. La justicia le convocará, pero será en calidad de «testigo».
El hombre sabe que no es el único en haber sido torturado. Pero nadie habla de ello. «No tenemos nada que perder. Lo único que quiero es Justicia. Si incumplo la ley, llevarme a la cárcel. Pero si otros incumplen la ley, ¡es necesario enviarlos a la cárcel también! ¡Mirad en Francia, incluso Sarkozy es convocado por los jueces! «, añade. El cuartel está tan sólo a unos cientos de metros de su casa. El Hachemi ha sido amenazado varias veces. «Me cruzo con hombres de la.seguridad militar cerca de la casa. ¿Qué puedo hacer? ¿Irme? «Pero ¿donde? ’’ Sus hijos están traumatizados. «Mis hija grita tan pronto como ve un policía. » Según él, en la ciudad de Ouargla, las fuerzas de seguridad utilizan una violencia extrema para silenciar a la población. «Aquí los jóvenes ya no lo soportan. No encuentran otra «solución que ir a luchar en Mali!
Ha dicho
Daho Ould Kablia. Ministro del Interior “Personalmente, me parece que si hay excesos, vienen de la parte de los manifestantes y la mayoría de los heridos identificados durante las protestas son elementos de la policía».
La noticia: “Amnistía Internacional denuncia los abusos de la DRS”
«El Departamento de inteligencia y seguridad (DRS) ha tenido. siempre amplios poderes de arresto y detención», indica Amnistía Internacional en su informe anual publicado ayer. ’Sus agentes podrían incluso mantener en secreto a sospechosos de actos de terrorismo, lo que favorecería el uso de la tortura y de los malos tratos», agrega el informe. A pesar del levantamiento del estado de emergencia, las autoridades continúan «acosando a los defensores de .los derechos humanos, incluyendo procedimientos judiciales contra ellos», según la ONG.
Equipo de trabajo para el norte de África de la S. de RR. II. de la CGT
Fuente: Equipo de trabajo para el norte de África de la S. de RR. II. de la CGT