El pasado 12 de diciembre, en un pleno del sector de la Administración General del Estado de CGT, tras el preceptivo proceso asambleario desde cada una de nuestras secciones sindicales, y en relación a la “invitación” de la Administración a adherirnos al acuerdo alcanzado con CCOO, UGT, CSIF, USO y CIG (“Acuerdo de asignación de recursos y racionalización de las estructuras de negociación y participación”) ha adoptado las siguientes resoluciones:
1) NO ADHERIRNOS AL ACUERDO. Desde CGT consideramos que este acuerdo se resume en la obtención de cientos de liberados para salvaguardar las estructuras burocráticas del sindicalismo de moqueta sacrificando, en contraprestación por los favores recibidos, la capacidad de incidencia real del sindicalismo de base que se realiza diariamente en los centros de trabajo.
1) NO ADHERIRNOS AL ACUERDO. Desde CGT consideramos que este acuerdo se resume en la obtención de cientos de liberados para salvaguardar las estructuras burocráticas del sindicalismo de moqueta sacrificando, en contraprestación por los favores recibidos, la capacidad de incidencia real del sindicalismo de base que se realiza diariamente en los centros de trabajo.
2) Renunciar, consecuentemente, a disponer de liberados sindicales institucionales.
3) Impugnar jurídicamente el mencionado acuerdo en todos los aspectos que consideramos lesionan gravemente un sindicalismo directo y de base (consideración de lo que es un centro de trabajo, la reducción en el número de comités de seguridad y salud, facultad de convocar elecciones, capacidad de autoorganización sindical…).
Este acuerdo, que para más inri fue publicado en el BOE el día de la última huelga general (14 de noviembre), pretende instaurar un neosindicalismo vertical donde solo unas cúpulas alejadas de la realidad decidan por todos. Nos consta, en este aspecto, que las bases de algunos de los sindicatos firmantes no han sido tenidas en cuenta a la hora de firmar este acuerdo, lo que muestra una ausencia evidente del más mínimo sentido democrático.
Con la que está cayendo viernes tras viernes, recorte tras recorte, movilización tras movilización, volvemos a comprobar cómo las cúpulas burocratizadas de estas organizaciones solo atienden a sus intereses particulares.
Nuestro sindicato y el modelo sindical que defendemos, de abajo hacia arriba, ha sido contrario, en todo momento a este tipo de operaciones. Con mayor razón en la actualidad cuando estamos sufriendo los mayores recortes sociales y salariales de la historia.
Desde CGT apostamos por la autoorganización y la lucha. Por tanto, no renunciaremos a un sindicalismo directo, inmediato y visible por otro lejano, dócil e instaurador de una nueva casta sindical, según la cual el sindicalismo más «serio» es aquél que asume los postulados del poder político y económico. Caminaremos en el sentido contrario al que se nos quiere imponer pues lo consideramos más serio, responsable, autónomo y democrático. Invitamos al conjunto de empleados públicos de la Administración General del Estado a hacer este camino codo con codo con el sindicalismo combativo y de base.
Fetap
Fuente: Fetap