A raíz de la preparación del "Cuarto Paquete Ferroviario" y de la denuncia de la Comisión Europea contra la alemana Deutsche Bahn (DB), quienes pretenden la destrucción de los servicios públicos han decidido tomar nuevos impulsos contra el sistema ferroviario europeo con nefastos proyectos en varios países. Sin embargo la realidad es tozuda y se empeña en demostrar que en todos ellos es imprescindible un servicio ferroviario proporcionado por empresas públicas que integren la infraestructura y las operaciones.
Infraestructura y explotación ferroviaria son complementarias
La gestión de la infraestructura ferroviaria no se debe segregar de las operaciones, hay que terminar con la ruptura de las empresas y con los conflictos de intereses, debido a que son una fuente de fallos reiterativos, de despilfarro financiero y suponen una amenaza constante para la seguridad del tráfico, de los usuari@s y de los propios ferroviari@s.
Infraestructura y explotación ferroviaria son complementarias
La gestión de la infraestructura ferroviaria no se debe segregar de las operaciones, hay que terminar con la ruptura de las empresas y con los conflictos de intereses, debido a que son una fuente de fallos reiterativos, de despilfarro financiero y suponen una amenaza constante para la seguridad del tráfico, de los usuari@s y de los propios ferroviari@s.
La gestión de la infraestructura ferroviaria debe estar basada en las necesidades de la comunidad, no en la rentabilidad y el lucro privado. Tenemos que desenmascarar la hipocresía de las «asociaciones públicoprivadas», que con dinero público financian los beneficios de los accionistas de las empresas privadas. ¡La gestión de la infraestructura ferroviaria es un servicio público que debe ser proporcionado por empresas públicas!
Resultados negativos para la privatización del transporte de mercancías
En toda Europa, las compañías privadas ofrecen ahora este tráfico, en detrimento de los operadores ferroviarios públicos. ¿Cuál es el resultado? Miles de trabajador@s ferroviari@s trabajando fuera del convenio colectivo, con peores condiciones de trabajo. Los accionistas de las compañías ferroviarias se hacen más ricos a costa de los trabajador@s. Y al contrario de lo que toda una corte de economistas predijeron, no han logrado desarrollar el tráfico de mercancías por ferrocarril. Por el contrario éste continúa a la baja. Está muy claro que además existe la decisión política de beneficiar a las patronales de la carretera, donde las condiciones sociales y laborales son aún más bajas que en el ferrocarril.
El fomento del tráfico ferroviario de mercancías es una necesidad social y ecológica. Es un servicio público que debe ser asegurado por empresas públicas. Forcemos el debate en cada país sobre el balance de la privatización del transporte ferroviario de mercancías, y el verdadero coste social, económico y medioambiental que supone a la sociedad.
Evitemos que dañen el transporte de viajeros
Pese a estar claro que la privatización de las mercancías ha resultado negativa para los trabajador@s ferroviari@s y para la sociedad en su conjunto, gobiernos y empresarios siguen maquinando la privatización de los trenes de viajeros. En lugar de cooperar entre sí, las empresas públicas de cada país están luchando para organizar la privatización de los vecinos. Lo que sí están hablando entre ellos es cómo crear nuevas empresas donde los trabajador@s ferroviari@s tengan convenios colectivos «más bajos» para así poder reemplazar a los trabajador@s de las empresas públicas estatales.
Más democracia local y regional no obliga a tener que privatizar nada
Estamos de acuerdo en que los servicios públicos sean controlados más de cerca por la ciudadanía. Pero, contrariamente a lo que defienden algunos políticos, mejorar la gestión desde cerca no pasa por la privatización de los ferrocarriles. Su discurso es un vil engaño a la ciudadanía, y solo es un subterfugio para atacar los derechos sociales de los ferroviari@s y regalar a las empresas privadas un nuevo mercado cuyo personal dispone de una formación de calidad que fue financiada por las empresas públicas con el dinero del contribuyente.
Con los mismos derechos para todos se evita el dumping social.
En el servicio público ferroviario también deben estar incluidos los servicios de atención y restauración, la limpieza de trenes y estaciones y todos los servicios para el usuario, así como el mantenimiento de infraestructuras y trenes. No hay ninguna razón para que los emplead@s de esas áreas no tengan los mismos derechos laborales y sociales que los trabajador@s ferroviari@s con convenios de las empresas públicas estatales.
El transporte ferroviario es de utilidad social
Y por ello debe ser prestado por empresas públicas, ya que los intereses de las empresas privadas no están al servicio de la comunidad, sino al servicio de los bolsillos de sus accionistas.
La privatización de los ferrocarriles, como ya hemos visto en otras privatizaciones, significa que los trenes serán más caros, que se degradará la seguridad ferroviaria y que se cerrarán las líneas que a la empresa privada no le resulten rentables», centrándose sólo en los mercados más lucrativos: abandono de tráficos regionales y de las líneas transversales de cada país en beneficio de unas pocas rutas europeas de alta velocidad. Los «Paquetes Ferroviarios» sucesivos que lanza la Comisión Europea solo sirven para reforzar la liberalización y posterior privatización. La Comisión Europea tiene la intención de profundizar en esta tendencia a través del «Cuarto Paquete Ferroviario», que se discutirá en los próximos meses en el Parlamento Europeo. ¡Unidos defendemos los derechos de todos los trabajador@s ferroviari@s, rechazamos la competencia entre nosotr@s y reivindicamos un servicio público ferroviario seguro, ecológico y útil a la sociedad!
Fuente: CGT-SFF