El informe laboral que hoy lanza la plataforma “Eurovegas No” cuestiona, desde varios puntos de vista, el único argumento que parece tener este proyecto a favor y en el que insisten las administraciones: la creación de empleo. La situación actual de crisis económica ha conducido a que "frente a la implantación de un macrocomplejo de las características de Eurovegas no se valore nada más que el hecho de generar empleo a cualquier precio y utilizando el chantaje”, comenta Rodrigo Fernández, miembro de "Eurovegas no". El proyecto supondrá precariedad, destrucción de empleos y un merma de derechos laborales.

Este informe ofrece una estimación de los empleos baśandose en datos de Las Vegas Sands, en cálculos propios y teniendo en cuenta distintos escenarios: «No se llegaría ni a un 20% de esos supuestos 260.000 empleos», puntualiza Ana Sanz. «Parece que estamos presos de esta elevada cifra y no se cuestiona su origen», añade la portavoz.

Este informe ofrece una estimación de los empleos baśandose en datos de Las Vegas Sands, en cálculos propios y teniendo en cuenta distintos escenarios: «No se llegaría ni a un 20% de esos supuestos 260.000 empleos», puntualiza Ana Sanz. «Parece que estamos presos de esta elevada cifra y no se cuestiona su origen», añade la portavoz.

En el informe no sólo se presenta una cuantificación de los empleos, sino que también se valoran los aspectos cualitativos, tales como la calidad y las condiciones de esos puestos de trabajo. Recoge además el efecto de “canibalización” de puestos de trabajo de pequeñas y medianas empresas y demás negocios que este tipo de proyectos conlleva: «la destrucción de empleo, tanto en la región donde se implanta como en el propio sector del proyecto, es una de las consecuencias que podrían darse como ya estamos viendo con IFEMA», comenta Ana Sanz.

También se ponen en evidencia cuestiones como la baja cualificación y temporalidad de estos puestos de trabajo, ya que muchos de ellos van a estar ligados a la construcción, «siendo esto una continuación de un modelo caduco que como se ha comprobado, genera un “efecto rebote” en las cifras de desempleo», continúa Ana Sanz.

Además de la temporalidad, pueden darse condiciones laborales inadmisibles. El propio Sheldon Adelson en sus requisitos iniciales habla de una modificación del Estatuto de los Trabajadores y de la pérdida de vigencia de los convenios colectivos en el macrocomplejo, como ocurre en todos sus casinos. Si a esto se suman los procesos judiciales por discriminación laboral y racial en los que se encuentra inmerso este empresario, firme adversario de los sindicatos, es de temer un precedente de pérdidas de derechos laborales de extrema gravedad.

«Eurovegas no» insiste en que este proyecto no es una fuente de empleo sostenible y que hay otras maneras de generar puestos de trabajo con un menor coste social, medioambiental, laboral y de derechos. En este sentido, la intención de la plataforma es arrojar luz en todo el oscuro proceso de negociación y denunciar los impactos negativos que no se están valorando.

Estos impactos han sido puestos de relieve en anteriores informes de «Eurovegas no». A nivel medioambiental, la megaconstrucción demandaría recursos por encima de la capacidad de la Comunidad de Madrid. En el informe económico-fiscal publicado hace un mes, se calculó que, de aceptarse todas las exenciones fiscales presuntamente exigidas por Las Vegas Sands Corp., Eurovegas tributaría en su primera fase un total de 1.800 millones de euros aproximadamente. Teniendo en cuenta que la inversión en infraestructuras exigidas conllevaría un gasto a las arcas públicas de unos 2.000 millones de euros, ¿qué ganancia generaría Eurovegas?

Junto al informe laboral, la plataforma “Eurovegas No” presenta la serie de vídeos “Voces contra Eurovegas”, de los que ya se publicaron dos adelantos. En ellos, personas de muy distintos ámbitos, del mundo de la cultura, economistas, politólogos, periodistas, investigadores, etc. argumentan su oposición al complejo de juego y ocio que se quiere implantar en nuestro país.

Prensa de ecologistas en acción.


Fuente: Prensa de Ecologistas en Acción