Toda ideología es una forma de representación y, por lo tanto, el anarquismo como crítica de la representación no puede ser construido sobre una base de conceptos cerrados y dados para siempre.
Una ideología que no se actualiza corre el riesgo de perder su potencialidad creadora e instituyente de nuevos mundos, y repetir formulas y conceptos del pasado, generados en una realidad que no es la actual.
El rechazo de muchos a pensar una ideología sustentada en la problemática de nuestros días es simplemente un temor al cambio, un miedo a la incomodidad que ocasiona el pensamiento libre. La ideología se transforma así en un cuerpo simplificado y repetitivo de teóricos, códigos, imágenes prefabricadas, lugares comunes, obligaciones e imposiciones.
El rechazo de muchos a pensar una ideología sustentada en la problemática de nuestros días es simplemente un temor al cambio, un miedo a la incomodidad que ocasiona el pensamiento libre. La ideología se transforma así en un cuerpo simplificado y repetitivo de teóricos, códigos, imágenes prefabricadas, lugares comunes, obligaciones e imposiciones.
Aquí presentamos una pequeña muestra de lo que algunos anarquistas hacen hoy, pensando en el siglo XXI y analizando la problemática de nuestros días. Una breve selección, un pequeño recorte arbitrario y subjetivo, como todo recorte de la realidad, no para ser tomados como una síntesis de nuevas verdades, sino para generar el debate, la discusión y el pensamiento libre.
-Gustavo Rodríguez. La mirada propia: especificidad teórico- práctica del anarquismo.
-Todd May. Grandes sujetos, pequeños espacios. Postestructuralismo y anarquismo.
-Hernun. Por qué 2001 no fue un fracaso.
-Antón Fernández de Rota. Reflexiones sobre las revoluciones postmodernas (fragmento).
-Gabriel Kuhn. Anarquismo, postmodernidad y postestructuralismo.
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