Ya hay luz verde para iniciar el proceso de fragmentación del Instituto Catalán de la Salud (ICS). El hospital Arnau de Vilanova de Lleida y los 26 centros de atención primaria que el ICS gestiona en las comarcas gerundenses serán los primeros centros que se transformarán en entidades filiales del ICS. Se prevé que el último trimestre de este año dispongan de NIF propio y, por tanto, de personalidad jurídica propia y de autonomía de gestión, tal como tienen los centros concertados de la red sanitaria.
El consejo de administración del ICS autorizó el 23 de febrero al director gerente, Joaquim Casanovas, a iniciar los trámites ante la administración para poner en marcha un proceso que, en cinco años y de manera progresiva, debe convertir el ICS en un grupo de 22 entidades filiales: siete de hospitalarias y quince de formadas por agrupaciones de unos 20 o 25 CAP
El consejo de administración del ICS autorizó el 23 de febrero al director gerente, Joaquim Casanovas, a iniciar los trámites ante la administración para poner en marcha un proceso que, en cinco años y de manera progresiva, debe convertir el ICS en un grupo de 22 entidades filiales: siete de hospitalarias y quince de formadas por agrupaciones de unos 20 o 25 CAP, lo que permitirá que cada entidad pueda tomar decisiones concretas, que incluyen desde la contratación de personal hasta la posibilidad de establecer alianzas con otros centros sanitarios no gestionados por el ICS.
Por otra parte, las entidades filiales ya no tendrán que adaptarse a las convocatorias de plazas que hasta ahora hacía el ICS a nivel general. Esto, en el futuro, podría traducirse en el fin del estatus de funcionarios del nuevo personal del ICS, ya que las entidades podrán optar por los contratos laborales como fórmula habitual.
Los planes del ICS pasan por evaluar el primer año de funcionamiento del Arnau de Vilanova y de los CAP gerundenses como entidades filiales para ir ampliando la fórmula al resto de centros sanitarios del ICS. Aunque desde el ICS insisten en que no se dará entrada a la actividad privada y que los centros seguirán bajo el paraguas del ICS, desde los sindicatos del sector y las plataformas de defensa de la sanidad pública las cosas no se ven de la misma forma, consideran que la actual ley del ICS ya permite dotar de más autonomía a los centros, además de criticar que el troceado hará más opaco del ICS, ya que abre la puerta a la creación de empresas para prestar determinados servicios y se reduce el control de las cuentas y su adecuación a los objetivos de Salud.
La fragmentación del ICS-ideada por su presidente, Josep Prat-implicará, a medio plazo, que el presupuesto del ente -2770 millones de euros en 2011 – deje de depender de la aprobación del Parlamento y salga directamente del Catsalut que, a través de contratos con cada centro, pagará una cantidad según la actividad encargada, tal como ya hace con los centros concertados.
No ha sido casualidad que el Arnau de Vilanova sea el hospital escogido para iniciar el proceso de descentralización del ICS. El terreno ya se había abonado con la creación, en enero pasado, de una gerencia única entre el hospital del ICS y la empresa pública Gestión de Servicios Sanitarios (GSS), responsable de los hospitales Santa Maria de Lleida y de Tremp. De hecho, la intención a corto plazo es crear un nuevo ente-seguramente, un consorcio de unos 3.000 trabajadores-que preste la mayoría de servicios hospitalarios en las comarcas leridanas. Fuente: Agencias