Campillo de Llerena restaura, con fines históricos y turísticos y con fondos públicos, un camposanto del bando franquista. El impulsor del proyecto y los investigadores de la Uex defienden que es una iniciativa en memoria de todos los fallecidos en la guerra
El Periódico de Extremadura, - A. F. 25/02/2012
En el centro del cementerio, el que el bando franquista construyó en Campillo de Llerena para enterrar a sus caídos, una lápida reza: «Deposita una flor y eleva una oración por los soldados españoles y legionarios italianos de la brigada Flechas Azules que heroicamente cayeron por España y la civilización mundial. Junio 1937. 1º Año triunfal». Por contra, no muy lejos de allí, en el tronco de una encina, permanece colgada una placa de metal con una rústica inscripción: «Un superviviente rindiendo un homenaje por los que murieron sin culpa. M.P.T.».
En el centro del cementerio, el que el bando franquista construyó en Campillo de Llerena para enterrar a sus caídos, una lápida reza: «Deposita una flor y eleva una oración por los soldados españoles y legionarios italianos de la brigada Flechas Azules que heroicamente cayeron por España y la civilización mundial. Junio 1937. 1º Año triunfal». Por contra, no muy lejos de allí, en el tronco de una encina, permanece colgada una placa de metal con una rústica inscripción: «Un superviviente rindiendo un homenaje por los que murieron sin culpa. M.P.T.». Su autor fue un combatiente republicano que vio cómo 150 compañeros de batallón perdían la vida en el frente en octubre de 1938; lo puso allí porque sus cuerpos no descansan en tumbas, sino en alguna fosa común de las inmediaciones de Cabeza del Buey. Reflejar estas dos realidades, recordando que en ambas partes hubo muertes pero que no todas las víctimas recibieron el mismo tratamiento, es uno de los grandes objetivos de la rehabilitación del camposanto militar de Campillo, aquél donde recibieron sepultura varios centenares de militares de los ejércitos de Franco y Mussolini que, por contra, enterraban a los enemigos junto a las cuentas. No es, por tanto, un homenaje a fascistas italianos y falangistas españoles en Extremadura, sino un ejercicio de historia y de memoria para todos.
Los consejeros de Administración Pública, Pedro Tomás Nevado Batalla, y de Economía, Antonio Fernández, asistieron ayer a la inauguración del restaurado Cementerio de los italianos Abandonado y expoliado durante décadas, el Ayuntamiento de Campillo decidió restaurarlo y acondicionarlo hace dos años. Desde entonces se han invertido cerca de 46.000 euros en su puesta en valor mediante fondos europeos FEDER (34.000 euros), de la Junta de Extremadura (6.000 euros), del Ministerio de Defensa (3.800) y del Ayuntamiento de Campillo de Llerena (1.000). Esta participación pública, teniendo en cuenta la naturaleza del cementerio, provocó que el proyecto se vieran envuelto de cierta controversia.
Organizaciones sociales vinculadas a la izquierda ideológica, como la Confederación General del Trabajo (CGT), han puesto en cuestión la actuación por temor a que el lugar se convierta en sitio de culto para fascistas, falangistas y defensores de la dictadura franquista. Francisco Javier Martín, agente de desarrollo local de Campillo e impulsor de la iniciativa, lo niega: «Era un vestigio de la Guerra Civil que teníamos ahí, pero estaba tan abandonado y tan mal conservado que nos obligó a tomar una decisión: o lo destruíamos totalmente para dar otro uso a esa superficie o lo restaurábamos para sacarle provecho». En esa tesitura, el consistorio extremeño se decantó por lo segundo. «Con tres objetivos: ponerlo en valor como elemento histórico; restaurar la dignidad de los allí enterrados y de todos los fallecidos en el conflicto, con un sentido educativo y para que no volvamos a caer en el mismo error; y usarlo como recurso turístico», explica Martín.
EL ORIGEN
El Cementerio de los italianos fue construido en 1937 por la brigada mixta Frecce Azurre (Flechas Azules), compuesta por militares de Italia y España para combatir al Gobierno republicano español. Allí, en Campillo, fueron enterrados en un primer momento 44 soldados (33 españoles, 9 italianos –de ahí el nombre del camposanto– y dos de origen no identificado). Posteriormente continuó utilizándose para dar sepultura a las bajas del bando nacional hasta el final de la guerra y, terminada la contienda, los restos de los combatientes transalpinos fueron trasladados a Zaragoza. Pese a las investigaciones y prospecciones arqueológicas realizadas durante los últimos meses, no se ha podido concretar cuántas personas fueron inhumadas en este cementerio, pero los indicios y la documentación encontrada apuntan a una cifra superior a 150. Algunos restos fueron trasladados al Valle de los Caídos.
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Monago mantiene la financiación al proyecto de la Memoria Histórica
La Diputación de Cáceres aún estudia reducir su aportación a la investigación. Los investigadores prevén excavar fosas en Castuera, Fregenal y Puebla de Alcocer.
El Periódico de Extremadura, -A.F. 25 febrero 2012
El Gobierno de José Antonio Monago sigue adelante con el Proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (Premhex), puesto en marcha con el apoyo del anterior Ejecutivo socialista y creado para dar a conocer las consecuencias represivas de la Guerra Civil y el Franquismo en Extremadura. También las diputaciones de Cáceres y Badajoz mantendrán su apoyo financiero a esta actividad investigadora, si bien estas entidades aún estudian la posibilidad de reducir su aportación económica.
La Junta de Extremadura mantiene, a través de la Consejería de Educación y Cultura, la asignación para este proyecto en los Presupuestos de la comunidad autónoma para este año: 79.000 euros. Según este departamento, la labor de los investigadores del grupo se centrará durante los próximos meses en la exploración de los centros archivísticos regionales y nacionales –muy especialmente en los archivos militares– para llevar a cabo la digitalización de expedientes de los extremeños represaliados desde 1936 hasta 1975. No obstante, Cayetano Ibarra, coordinador de Premhex, aseguró ayer que pretenden realizar prospecciones en fosas de los términos municipales de Castuera, Fregenal y Puebla de Alcocer.
Más dudas que la Junta tienen las diputaciones provinciales, que –merced a un convenio firmado en el 2009 y con vigencia hasta el 2013– aportan cada una 20.000 euros anuales al proyecto. La Diputación de Cáceres lleva varios meses estudiando la posibilidad de reducir esa cuantía, ante la situación económica de la región y las exigencias de reducción de gastos en las administraciones públicas. Según Cayetano Ibarra, todavía no se ha tomado una decisión. La institución pacense, por su parte, no ha respondido a las reiteradas solicitudes de información de este diario sobre este asunto.
El equipo del Premhex ha realizado ya una veintena de excavaciones y exhumaciones de fosas comunes de toda la región.