“Cuba será libre” ha sido el lema prometedor de los políticos norteamericanos, no solo los que residen en Florida, sino los que la visitan, tanto Republicanos como sus casi gemelos Demócratas.  Es una tradición que nos lleva a la década después del fiasco de la Bahía de los Cochinos cuando exilados cubanos obtenían su ciudadanía norteamericana en masa.  Es de esperar que tanto Romney como Gingrich, las dos figuras a la cabeza para representar a su partido en lograr la Casa Blanca, se adhiriesen a una causa que ha sobrevivido la prueba del tiempo en ese estado.

Cortejar el considerable voto hispano en Florida, predominantemente compuesto por cubano-americanos, implica besar el anillo de la Red de Liderazgo Hispano (HLN). Aunque a esta organización, dirigida por Jeb Bush y Carlos Gutiérrez – quienes han sido gobernador de Florida y ministro de comercio, respectivamente – se la tiene como de centro-derecha por la prensa corporativa, su apoyo es en su totalidad a la derecha, cuando no lo es a la extrema derecha.

Cortejar el considerable voto hispano en Florida, predominantemente compuesto por cubano-americanos, implica besar el anillo de la Red de Liderazgo Hispano (HLN). Aunque a esta organización, dirigida por Jeb Bush y Carlos Gutiérrez – quienes han sido gobernador de Florida y ministro de comercio, respectivamente – se la tiene como de centro-derecha por la prensa corporativa, su apoyo es en su totalidad a la derecha, cuando no lo es a la extrema derecha. El que Romney haya recibido mayor atención que Gingrich ya tiene a la prensa estadounidense extrapolando este voto hispano en otras partes del país.

Lo siento, pero usar los apellidos hispanos de Florida como norma para el voto hispano en el país en una burrada, ya que el voto conservador hispano de Florida es muy diferente al de otros hispanos de la nación, incluyendo al elemento conservador.

Desde poco después del gran éxodo cubano, cuando Fidel Castro tomara las riendas de la nación caribeña, la política en Florida dejó de ser la misma. Casi todos los 700.000 exilados cubanos que obtuvieron asilo en EEUU durante ese primer periodo hace medio siglo eran blancos, los ricos en un país donde la mitad de la población era de color, negros o mulatos (dos terceras partes después del éxodo de blancos), casi todos de clase pobre-modesta. Los valores, tradiciones y modus operandi de esa ola de emigrantes de aquel entonces estaba representada en la política conservadora y derechista. Un número substancial de los cubanos que optaron por el exilio hizo de Miami y sus alrededores su patria chica con el horizonte habanero a tan solo 90 millas náuticas.

Pero no eran solo los cubanos quienes pintaban Miami y gran parte de Florida con sus colores conservadores. Muchos latinos adinerados empezaron a buscar su pied-a-terre en el sur de Florida, algunos hasta consiguieron un segundo pasaporte (norteamericano) por si las moscas, por si los gobiernos de sus países pringados en oligarquía sucumbían, como Cuba, a una izquierda progresista. Los cubanos, en el exilio y sin recursos, tuvieron que hacer uso de su ingenio emprendedor y su trabajo para salir adelante y luchar por ese “sueño americano” como cualquier otro pobre inmigrante.

Tomó toda una generación antes de que los exiliados cubanos obtuviesen una presencia significante en la política de Florida… mas allá de la que tuvieran dentro del partido – Republicanos casi todos, y en puestos electivos locales, estatales y federales. Tal incluyó o incluye a figuras políticas como los hermanos Díaz-Balart (Lincoln y Mario) y a Ileana Ros-Lehtinen, tres diputados en la Cámara Baja, y recientemente a Marco Rubio en el Senado. A quienes Castro bautizaría como capos de su detestada “mafia de Miami”.

Estos capos y la organización conservadora HLN, esta ultima tomando crédito por el 44 por ciento del voto hispano que George W. Bush recibiera en el 2004, no representan ni las aspiraciones políticas ni las necesidades de la población hispana en EEUU; algo que posiblemente salga a la superficie en un futuro cercano, una vez que los que tienen la ciudadanía ejerzan su derecho al voto, y los no-ciudadanos obtengan la ciudadanía y derecho al voto.

Es algo cómico el visitar el sitio Web de HLN y ver como esta organización conservadora se auto-identifica; como ve a su membresía. Una foto con un grupo de 17 personas, que se supone representan los diversos puestos de trabajo que ejercen, y que nos invitan a su organización. Diecisiete personas, todas con la posible excepción de dos, son blancas, cuando en la población hispana de este país 3 de 4 son o mestizos o mulatos… ¡definitivamente, no blancos como la jibia!

Pudiéramos argumentar que esta metedura de pata (de mal gusto) en lo de la foto ni va ni viene, que es irrelevante al voto en las primarias de los Republicanos. Pero tiene mucho que ver, y es relevante, si vas más allá de Florida. Aunque el HLN dice tener 600 lideres hispanos a lo largo del país, el alcance de esta organización fuera de Florida no obtendrá grandes resultados… a menos que moderen un poco su política, y se representen como los hispanos de la nación, 12 de los 17 con caras mas oscuras o cobrizas, y sus trabajos como lo que son en la realidad, y no estrictamente de oficina o de dirección empresarial.

Al final de cuentas, no son estas elecciones primarias lo que es importante, pero estos políticos vendidos ni se dan cuenta que toda esta farsa algún día terminará Claro que entretanto esto les importa un comino a Romney o a Gingrich. El comino en este caso de Florida es la promesa de una “libre Cuba”, una promesa que evoque los días de libre empresa bajo aquel “gran gentilhombre”, Fulgencio Batista.

© 2012 Ben Tanosborn – www.tanosborn.com


Fuente: Ben Tanosborn