Menos de un mes después de que comenzara Occupy Wall Street, un grupo de personas se reunió en el histórico Washington Square Park, en el corazón de Greenwhich Village. Se trataba de un momento de gran crecimiento del movimiento, con cada vez mayor participación de los miles de estudiantes que asisten a las universidades de la zona del Bajo Manhattan.

 Se tomó la decisión de marchar a las filiales

 Se tomó la decisión de marchar a las filiales locales de dos
de los bancos “demasiado grandes para caer”, con el objetivo de que
algunos participantes cerraran sus cuentas y los demás pudieran realizar
allí una asamblea para hablar sobre los problemas generados por estas
instituciones irresponsables.

Según una demanda federal presentada esta semana en Nueva York,
Heather Carpenter estudia para obtener su título de ayudante de
enfermería y trabaja como asistente terapéutica de personas con
discapacidades mentales en una casa comunitaria en Long Island para
poder pagar sus estudios. Su prometido, Julio José Jiménez-Artunduaga,
es un inmigrante colombiano en busca del sueño americano, que trabaja
medio tiempo como mesero. Ambos marcharon desde Washington Square Park
hacia la filial más cercana del Citibank, donde ella se dirigió a la
caja para cerrar su cuenta tras explicar su decepción con la nueva
comisión mensual de 17 dólares que el banco cobra a las cuentas con
saldos inferiores a 6.000 dólares.

Como describe la demanda, la asamblea comenzó con el “anuncio de los
participantes del monto de sus deudas, hablaron además de sus
experiencias con los préstamos estudiantiles y enumeraron estadísticas
vinculadas a la deuda de los estudiantes ya egresados”. El personal del
banco llamó a la policía y Julio salió para evitar cualquier tipo de
conflicto. Heather cerró su cuenta y también se marchó. En ese momento
apareció un numeroso grupo de oficiales del Departamento de Policía de
Nueva York (NYPD, por sus siglas en inglés),
entre ellos el Jefe del Departamento, Joseph J. Esposito, al igual que
otros oficiales vestidos de civil. La policía irrumpió en el banco,
trancó las puertas y comenzó a arrestar a quienes estaban participando
de la asamblea.

Si bien Heather estaba afuera, un oficial vestido de civil la
identificó como manifestante y le dijo que regresara al banco. Ella dijo
que era una cliente y mostró su recibo. Para su asombro, como
documentan las cámaras de video, el oficial la tomó por atrás y la
empujó para obligarla a regresar al banco. Comenzó a gritar, pero en
cuestión de segundos apareció en el vestíbulo rodeada de una docena de
policías, donde fue esposada a la fuerza y arrestada. Julio también fue
tratado con brutalidad y arrestado, todo por cerrar una cuenta en el
Citibank.

Estuvieron más de 30 horas en custodia policial y fueron acusados de
resistirse al arresto y de invasión de la propiedad privada. Un mes más
tarde, la oficina del Fiscal de Distrito de Nueva York informó que
levantaría los cargos cuando comparecieran ante el tribunal. Heather y
Julio de todos modos querían ver en el tribunal al Jefe Esposito y a los
demás oficiales que los arrestaron, para exigirles una explicación por
el uso excesivo de fuerza ejercido por los oficiales y el arresto ilegal
de ambos.

Apenas semanas después de su arresto, el 5 de noviembre, miles de
personas de todo Estados Unidos participaron de la acción llamada “Día
de la Transferencia Bancaria”. Kristen Christian estaba molesta con el
anuncio de que el Bank of America iba a cobrar una comisión mensual de 5
dólares por el uso de la tarjeta de débito. Creó un evento en Facebook y
lo compartió con sus amigos. Al poco tiempo, el Día de la Transferencia
Bancaria contaba con 85.000 seguidores en Internet.

Kristen informó que ese día se crearon 40.000 cuentas nuevas en
cooperativas de ahorro y crédito sin fines de lucro en todo el país.
Afirmó que la cuota de 5 dólares, que Bank of America había eliminado
desde entonces, “muestra el poco contacto que los ejecutivos de los
grandes bancos tienen con la gente…en el caso de Bank of America, la
cuota solo se aplicaba a titulares que tenían menos de 20.000 dólares
depositados entre todas sus cuentas. No podía apoyar a una empresa que
tiene como blanco directo de su lucro a los más pobres y a la clase
trabajadora”.

Poco después de la crisis financiera de finales de 2008, activistas
de Oregon comenzaron a considerar la creación de un banco público del
estado, utilizando como modelo al único banco estatal de Estados Unidos,
el de Dakota del Norte. Las ciudades de Portland y Seattle están
considerando actualmente sacar sus grandes cuentas municipales de los
bancos de Wall Street. Según un informe, el Bank of America podría
perder hasta 185.000 millones de dólares de clientes que cerrarán sus
cuentas.

En enero de 2010 se creó Move Your Money Project, un proyecto que
alienta a las personas a pasar sus fondos a bancos locales sin fines de
lucro para desfinanciar a los megabancos de Wall Street. Sus impulsores
publicaron un video inspirado en la película de 1946 “¡Qué bello es
vivir!” (It’s a wonderful life), en la que el protagonista, George
Bailey, lucha para proteger a los consumidores del avaro presidente del
banco, el señor Potter. Como Bailey dice en la película: “Esta ciudad
necesita a esta miserable e insignificante institución aunque tan solo
sea para tener un lugar para que la gente venga sin tener que ponerse de
rodillas ante Potter”. El video de Move Your Money finaliza con el
siguiente mensaje: “Si dejas tu dinero en los grandes bancos, lo usarán
para pagar a sus lobbistas para evitar que el Congreso modifique el
sistema… No solo debes mirar ’¡Qué bello es vivir!”…saca tu dinero
del banco”.


Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.

© 2011 Amy Goodman

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Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org


Fuente: Amy Goodman