La semana pasada, más de 10.000 personas se reunieron en Washington D.C. para discutir, organizar, movilizarse y protestar acerca del cambio climático. Mientras las noticias se centraban en las concentraciones de unos cientos de personas en varios puntos del país, organizadas por el movimiento tea party con motivo del día de declaración de impuestos, el multitudinario encuentro Power Shift 2011 no fue cubierto por ningún medio.
Escuche (en español) - Publicado el 21 de abril de 2011
El encuentro se realizó en la semana previa al Día de la Tierra,
fecha cercana al primer aniversario de la explosión de la plataforma
petrolera de BP y al 25 aniversario del desastre de Chernobyl y al
tiempo que la planta nuclear de Fukushima continuaba emitiendo
radiactividad al medio ambiente. Con este desastroso telón de fondo, la
fuerza y la pasión renovadas del movimiento contra el cambio climático
aseguran que no podrá ser ignorado durante mucho tiempo.
El encuentro se realizó en la semana previa al Día de la Tierra,
fecha cercana al primer aniversario de la explosión de la plataforma
petrolera de BP y al 25 aniversario del desastre de Chernobyl y al
tiempo que la planta nuclear de Fukushima continuaba emitiendo
radiactividad al medio ambiente. Con este desastroso telón de fondo, la
fuerza y la pasión renovadas del movimiento contra el cambio climático
aseguran que no podrá ser ignorado durante mucho tiempo.
Bill
McKibben, el ambientalista, ensayista y fundador de 350.org, participó
del encuentro multitudinario. Allí dijo: “Esta ciudad está tan
contaminada como Beijing. Pero en lugar de humo de carbón, está
contaminada por el dinero. El dinero pervierte nuestra vida política y
nubla nuestra visión. …Ahora sabemos lo que tenemos que hacer y lo
primero que tenemos que hacer es construir un movimiento. Nunca vamos a
tener tanto dinero como las empresas petroleras, así que necesitamos una
moneda diferente para trabajar, necesitamos organización, necesitamos
creatividad, necesitamos energía”.
Los organizadores de Power
Shift describen el evento como un campo de entrenamiento intensivo, que
capacita a una nueva generación de activistas de base con el objetivo de
que regresen a sus comunidades y construyan el movimiento al que
convocó McKibben. Las campañas abordadas por los activistas son tres:
Catalizar la economía de la energía limpia, La universidad y el desafío
climático 2.0 y Más allá de las energías contaminantes. Estas campañas
atraviesan los sectores más importantes de la sociedad estadounidense.
La iniciativa por una economía de energía limpia cuenta con el apoyo de
la Federación Estadounidense del Trabajo-Congreso de Organizaciones
Industriales (AFL-CIO, por sus siglas en inglés), que ve el gran
potencial que estos nuevos tipos de energía tienen para la generación de
empleo, ya sea en la construcción de turbinas de viento, en la
instalación de paneles solares o en uno de los sectores potencialmente
más ecológicos y a menudo ignorados: la adaptación de edificios ya
existentes para mejorar su eficiencia energética a través de la
aislación y la impermeabilización.
El 18 de abril, el día de
declaración de impuestos en Estados Unidos, miles de personas realizaron
una manifestación denominada “Que los grandes contaminadores paguen”,
dirigida contra las industrias de combustibles fósiles y energía no
renovable. Los manifestantes se reunieron en el Parque Lafayette, una
plaza tradicionalmente utilizada para realizar manifestaciones, que se
encuentra entre la Casa Blanca y la Cámara de Comercio Estadounidense.
Como dijo Bill McKibben, “Los hermanos Koch son altos picos de
corrupción, pero la Cámara de Comercio de Estados Unidos es el Monte
Everest del dinero sucio. Alardea en su sitio web de ser el mayor
lobbista de Washington, de hecho gasta más dinero en hacer lobby que los
cinco lobbistas que le siguen en importancia tomados en su conjunto.
Gastó más dinero en política el año pasado que el Comité Nacional
Republicano y el Comité Nacional Demócrata juntos, y el 94 por ciento de
ese dinero se destinó a financiar a negadores del cambio climático”.
La
protesta también se llevó a cabo frente a las oficinas de BP, poco
después de que esta empresa realizara su asamblea de accionistas en
Londres la semana pasada. Allí, agentes de seguridad impidieron el
ingreso de una delegación de cuatro pescadores y pescadoras de las zonas
de la Costa del Golfo de México en Louisiana y Texas que fueron
gravemente perjudicadas por el derrame de petróleo del año pasado. Diane
Wilson, cuarta generación de una familia de pescadores, fue arrestada
por alterar el orden público. “Me llevaron por la fuerza y me
arrestaron. Fui acusada de alterar el orden público. Me reí de eso y
dije ‘¿Alterar el orden público de BP?’ Eso fue muy indignante. Ellos
alteraron nuestras vidas pero consideran que tan solo por aparecer en la
entrada de la asamblea general de BP, nosotros estamos alterando el
orden público”.
La mayor parte de los que participaron en Power
Shift 2011 no habían nacido cuando sucedieron los desastres nucleares de
Three Mile Island y Chernobyl. Estos jóvenes que procuran un futuro
energético sustentable y renovable, ahora se están enterando de lo que
significa lo que el Presidente Barack Obama denomina “renacimiento
nuclear”. La crisis nuclear en Fukushima aumentó en gravedad hasta
alcanzar el nivel siete, el máximo de riesgo y el mismo registrado en
Chernobyl. Los mejores pronósticos indican que las fugas radiactivas
persistirán durante meses, con impactos en la salud y el medio ambiente
que son imposibles de pronosticar.
¿Continuará Obama con la idea
de repartir 80 mil millones de dólares en garantías de préstamos para
construir más plantas nucleares en Estados Unidos? Afirma estar en
contra de la reducción de impuestos a los ricos, pero ¿qué sucede con
los subsidios públicos al petróleo, el gas, el carbón y la energía
nuclear, que están entre las industrias más ricas del planeta?
Recientemente
construimos nuevos estudios para transmitir la hora de noticias de
“Democracy Now!” en la televisión y radio públicas en Estados Unidos.
Nuestras instalaciones de TV/radio/Internet son las más ecológicas del
país, y el Consejo de la Construcción Ecológica de Estados Unidos nos
otorgó el reconocimiento al Liderazgo en Diseño Energético y Ambiental
(LEED Platinum). El medio es el mensaje. Todos debemos hacer lo propio
para contribuir al logro de la sustentabilidad.
—————————
Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
© 2011 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Fuente: Democracy Now!