La historia de los cuatro últimos años en la empresa conservera Alfageme –desde el último día del año 2006 en que la inmobiliaria Promolar se hizo con el 99,99% de las acciones de Alfageme, con sus cuatro factorías, en Vigo, Vilaxoán, Ribadumia y O Grove- es la historia de un monumental fraude social.
Todo esto es bien conocido por quienes vienen siguiendo la ardua lucha de CGT y las trabajadoras de Vilaxoán en defensa de sus puestos de trabajo y el mantenimiento del tejido industrial conservero en Arousa. Sin embargo, lo ocurrido hoy, 29 de marzo, en las dependencias del IGAPE en Santiago sobrepasó con mucho todo lo tolerable en materia de corrupción institucional, pública y privada.
Todo esto es bien conocido por quienes vienen siguiendo la ardua lucha de CGT y las trabajadoras de Vilaxoán en defensa de sus puestos de trabajo y el mantenimiento del tejido industrial conservero en Arousa. Sin embargo, lo ocurrido hoy, 29 de marzo, en las dependencias del IGAPE en Santiago sobrepasó con mucho todo lo tolerable en materia de corrupción institucional, pública y privada.
Los hechos son los siguientes: ayer por la tarde, CGT-Arousa recibió un aviso del Director Xeral del IGAPE para celebrar al día siguiente, 29 de marzo, una reunión. En dicho encuentro, el Conselleiro de Economía e Industria ofrecería a la representación legal de las trabajadoras los últimos datos en torno a la situación de la empresa. Pues todos sabíamos que estaba a punto de finalizar el plazo dado el día 4 de marzo por el Juzgado de lo Mercantil nº 3 de Vigo a los Administradores concursales, a fin de elaborar el correspondiente Plan de Liquidación.
En la reunión estábamos presentes: el Conselleiro de Economía e Industria, el Director Xeral del IGAPE y dos representantes por cada uno de los tres sindicatos con representación legal en la empresa: CGT, CIG y CC.OO.
Tomó la palabra el Conselleiro para abordar de inmediato el objetivo de la reunión. Según dijo, el día anterior mismo la Consellería habían logrado firmar a un acuerdo con el grupo empresarial Consorcio Conservero Español, por el que esta empresa se “comprometía a mantener 150 puestos de trabajo en las plantas de Vilaxoán y Ribadumía”, a cambio de que la propia Consellería pagase con fondos públicos (no el Consorcio) el montante mayor de la deuda de Alfageme con los bancos (cerca de 40 millones de euros), aportase otros nueve millones de euros con cargo a un crédito financiado por fondos europeos que gestionará el propio IGAPE para el plan industrial. Según el “acuerdo”, la nueva plantilla a contratar (los 150 puestos de trabajo mencionados) carecería prácticamente de cualquiera de los derechos laborales, económicos y sociales de los que actualmente dispone la actual plantilla de Alfageme. Más aún, esa plantilla sería contratada en diversos plazos bajo la modalidad de “trabajadores fijos-discontinuos”, en precario, perdiendo de este modo las trabajadoras actuales no sólo su condición de Trabajadoras fijas sino también viendo reducidos drásticamente sus derechos económicos, sociales y laborales.
Pero la sorpresa no quedó ahí. Al señalar CGT que no disponía de semejante “acuerdo”, las otras dos centrales presentes, CIG y CC.OO, aseguraron, no solo que disponían de él desde tiempo atrás, sino que, además, lo apoyaban y valoraban como “muy positivo”. Y esta fue la otra bomba: el Conselleiro exigía a la CGT -pues los otros dos sindicatos, si así se les puede llamar, ya lo habían aceptado- que ratificase dicho texto “urgentemente” pues deseaba enviárselo al Juzgado de lo Mercantil de modo inmediato, “hoy mismo”. En el colmo del despropósito, habían añadido como último artículo del acuerdo suscrito que ¡¡¡la CGT retirase su impugnación ante el Tribunal Superior de Galicia del auto del Juzgado del Mercantil nº 3 de Vigo, por más que ese recurso de la CGT representa la garantía legal de los derechos de la actual plantilla de Alfageme (cuya extinción habían apoyado CIG y CCOO) !!!
La CGT dejó claro que no apoyaría semejante acuerdo antisindical, tan lesivo para las trabajadoras. Que de ningún modo, la CGT toleraba el chantaje de las “prisas”, pues antes se debía a las trabajadoras que a cualquier trapicheos. Valieron entonces todo tipo de chantajes, que por supuesto no hicieron ninguna mella en los planteamientos de la CGT, pues a unos y otros (Consellería, CIG y CC.OO) les hemos dejado claro que mantendremos el recurso ante el TSJ y continuamos defendiendo: Que a quien pretenda adquirir Alfageme le exigiremos y por menos nada vamos a firmar o tolerar en la medida de nuestras fuerzas: 1) Que se reinicie la actividad conservera en las factorías del grupo y 2) Que se respeten y garanticen los derechos económicos, sociales y laborales de la actual plantilla.
CGT-Arousa
Fuente: CGT-Arousa