LEVANTE-EMV VALENCIA Los trabajadores de Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) y de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Valencia han aunado fuerzas para evitar que la crisis y los recortes en la Administración menoscaben el servicio público y sus condiciones laborales. Ayer, por primera vez, participaron en una manifestación conjunta en Valencia convocada por los sindicatos UGT, CC OO y SIF de FGV y la EMT.


A la manifestación asistió el candidato de EU a la alcaldía de
Valencia, Amadeu Sanchis, que daba así respaldo a las, a su juicio,
«justas» reivindicaciones de los trabajadores del transporte público. En
la manifestación conjunta, los trabajadores de FGV y EMT denunciaron el
«deterioro y la privatización» del servicio de los que responsabilizan a
la Generalitat y al ayuntamiento.


A la manifestación asistió el candidato de EU a la alcaldía de
Valencia, Amadeu Sanchis, que daba así respaldo a las, a su juicio,
«justas» reivindicaciones de los trabajadores del transporte público. En
la manifestación conjunta, los trabajadores de FGV y EMT denunciaron el
«deterioro y la privatización» del servicio de los que responsabilizan a
la Generalitat y al ayuntamiento.

El concejal de Transportes del Ayuntamiento de Valencia y presidente
de la EMT, Alfonso Novo apuntó que los paros convocados hasta junio
tienen «carácter político» e intentan aprovechar la convocatoria de
elecciones.

Sobre la protesta de los trabajadores del transporte público planea
la sombra de una recorte salarial similar al que se ha aplicado a los
funcionarios. Los sindicatos de FGV, sin embargo, niegan que se esté
hablando de bajarles el sueldo un 5 %. Sí está sobre la mesa, según los
sindicatos de FGV, la jornada laboral de 35 horas y el mantenimiento de
las horas extraordinarias que, según el portavoz sindical de FGV Antonio
Soler (UGT) ya «se han reducido mucho». Las posturas son
irreconciliables. La gerente de FGV, Marisa Gracia, no se pliega a las
reivindicaciones de los empleados, que exigen que no se toquen la
plantilla fija,las condiciones laborales, el poder adquisitivo y los
servicios propios.

Alfonso Novo, que en su día comparó al personal de la EMT con los
controladores aéreos, mantiene el pulso. La alcaldesa de Valencia, Rita
Barberá, recordó hace unos días en relación a la huelga de la EMT que
«todos los trabajadores públicos nos hemos reducido el sueldo».
Las organizaciones trabajan en la creación de una plataforma en defensa
del transporte público en Valencia donde quieren integrar a asociaciones
cívicas, vecinales, estudiantiles y de consumidores.
Los ciudadanos tienen derecho a un servicio público «mucho mejor que el
actual», afirmó el presidente del comité de empresa de la EMT, Vicente
Moreno (UGT). La empresa de autobuses municipales lleva desde octubre
haciendo paros parciales por los recortes -reestructuración, según la
empresa- en las líneas.

Las protestas tendrán su momento álgido en la semana fallera y
culminarán con una huelga de 24 el día 18 de marzo, en plenas fiestas
josefinas. Las protestas se prolongarán hasta junio, si no hay acuerdo.
El portavoz de la UGT en la EMT, Vicente Moreno, dijo entender el
«malestar» de los ciudadanos pero insistió en que los paros se
desarrollan «durante mucho tiempo, pero son de poco calado».


Fuente: CGT València