Después del fracaso de aireado Pacto Social y Político por la Educación, del Sr ministro Ángel Gabilondo, algo habrá que hacer. Por ello el ministerio de educación ha elaborado un Plan de Acción que, en colaboración con las comunidades autónomas, pretende lo que desde décadas no han hechos las políticas educativas del partido socialista : “modernizar y flexibilizar el sistema educativo español para abordar sus necesidades más urgentes”.

Después del fracaso de aireado Pacto Social y Político por la Educación, del Sr ministro Ángel Gabilondo, algo habrá que hacer. Por ello el ministerio de educación ha elaborado un Plan de Acción que, en colaboración con las comunidades autónomas, pretende lo que desde décadas no han hechos las políticas educativas del partido socialista : “modernizar y flexibilizar el sistema educativo español para abordar sus necesidades más urgentes”.

En definitiva dice querer “mejorar el rendimiento escolar, reforzar la Formación Profesional, internacionalizar las universidades, dotar de mayor autonomía a los centros, optimizar la formación del profesorado e impulsar la cultura de la evaluación, sin olvidar el firme propósito del ministerio de garantizar la equidad del sistema.” Además se ofrece la cifra de 590 millones de euros, en 2011, para abordar estos objetivos. Además de estos dineros cuenta el ministro con la buena voluntad de partidos políticos y empresas sindicales, que por cierto están a la greña con el gobierno en vísperas de una Huelga General en Septiembre.

¿Alguien puede concebir un acuerdo en esta materia ?. Para hacer algo hay que contar con los apoyos necesarios o hacerlo, o tener los recursos necesarios para ello.

Para la mejora de los aprendizajes de lengua extranjeras, pasa desde CGT por mejorar las plantillas docentes de los centros educativos para que el alumnado tenga acceso al curriculum de estas enseñanzas con garantías suficientes. Venimos denunciando desde hace más de 10 años los programas bilingües en los centros porque la inexistencia de recursos humanos produce efectos segregadores del alumnado que no opta por este tipo de enseñanza. Si realmente se cree en esta tipo de aprendizaje hay que poner los medios para ello, evitando que se producen agrupamientos de alumnos totalmente discriminatorias. Por otro lado los aprendizajes de una segunda lengua deben acometerse desde la más tierna infancia, con garantías suficientes y no produciendo dos o tres horas semanales sin más.

CGT denuncia que este asunto se ha abordado desde la necesidad del marketing político, proyectando a la ciudadanía un espejismo que no modificará la realidad escolar y que no producirá los fines que se dicen perseguir. Los dineros son necesarios, pero es más importante saber cuál es el camino que se pretende recorrer y posteriormente concretar cuando cuesta.
Solo desde una buena educación infantil, primaria y secundaria se puede proyectar las etapas no obligatorias del sistema educativo, tanto el Bachillerato como la Universidad. Un asunto pendiente que hasta la fecha el Ministerio no acaba de concretar es la relación estrechísima de la formación profesional con las perspectivas de empleo del alumnado que se forma. Por ello CGT entiende que uno de los aspectos sustanciales de la mejora del sistema educativo supone resolver las altísimas tasas de desempleo estructural que la economía mantiene. Mientras el derecho al trabajo no se garantice suena a poco serio y nada ético pedir “esfuerzo al alumnado”. Siendo este requerimiento al esfuerzo una puerta falsa para justificar el fracaso de todas las políticas educativas que se han venido desarrollando desde la LOGSE. Es responsabilidad de aquellos que deciden sobre los recursos públicos, animar a las comunidades educativas para que introduzcan procesos de mejora en cada centro. Nada más nocivo para la implicación de las personas que la jerarquización y el autoritarismo en el seno de esas comunidades.

Garantizar plantillas docentes suficientes, con ratios de alumnos más reducidas, cubriendo las bajas por enfermedad, dotando de las especialidades necesarias en función de ambiciosos objetivos es la primera medida que junto con las anteriormente expuestas podrán permitir alcanzar el “éxito escolar” que todos los docentes anhelamos.

Fdo. Rafael Fenoy Rico Secretario General de CGT


Fuente: CGT Enseñanza