Tras la firma del acuerdo para el traspaso de las Cercanías de Barcelona a la Generalitat de Catalunya, RENFE-Operadora reduce la plantilla de Interventores, cuando su intención era aumentarla, debido a la falta endémica de personal.
No es una cuestión baladí : el interventor al realizar las funciones correspondientes al control de títulos de trasporte y ser el nexo de unión entre los viajeros y la empresa se convierte pieza clave de un servicio que pretende ser de calidad. Además de ostentar las funciones de información, atención al cliente o de ser el Agente de la Autoridad en los trenes, la formación que han recibido es una garantía de seguridad para los clientes del ferrocarril, especialmente cuando existen incidencias o accidentes.
En el mes de marzo, RENFE-Operadora puso en marcha una acción de movilidad para cubrir plazas en el colectivo de Interventores donde, entre otras residencias del estado español, se identificaba la necesidad de aumentar la plantilla en el núcleo de Cercanías de Barcelona en diez trabajadores. El resultado final, de no corregirse, será que a pesar de las numerosas peticiones por parte de los trabajadores de la empresa, que han tenido que superar con éxito las pruebas requeridas, la residencia de Sants contaría con el mismo personal, mientras que la de L´Hospitalet de Llobregat perdería cuatro personas y la de Mataró una. Es decir, un servicio que necesitaba diez personas más, ahora se haría con cinco menos, después de un proceso diseñado para cubrir unas vacantes que la propia empresa había reconocido. El único aumento en Barcelona lo encontramos en la plantilla de interventores de Larga Distancia, colectivo no afectado por el traspaso, y donde RENFE-Operadora sí apuesta, o le dejan apostar, por un aumento de la calidad del servicio, con nada menos que dieciocho interventores.
La situación en Barcelona contrasta con la del resto del Estado, donde prácticamente todas las residencias en las que RENFE-Operadora había ofertado plazas han aumentado, en mayor o menor medida, su plantilla de Interventores. Nuevamente las excepciones nos llevan a Catalunya, esta vez al servicio de Media Distancia, donde Barcelona, Tarragona y Girona se quedarán tal como estaban a pesar de que en marzo las vacantes identificadas eran seis, tres y un trabajador respectivamente. Peor es la situación de Lleida donde el trabajo realizado por siete personas que suplían la falta de interventores, ahora deberá ser realizado por cuatro.
La falta de plantilla en Barcelona no es algo nuevo : la Inspección de Trabajo ha procedido a extender nada menos que cinco actas de infracción a RENFE-Operadora por no respetar los tiempos de trabajo en colectivos tan importantes para la seguridad como los maquinistas o el personal de mantenimiento de los trenes, además de los de venta de billetes y atención al cliente.
En un momento crucial para la empresa, y sus trabajadores, previo a la negociación con la Generalitat de Catalunya de un nuevo Contrato Programa, desde CGT queremos denunciar la dificultad que representa para los trabajadores de RENFE-Operadora ofrecer un servicio seguro y de calidad, tal y como se merece la sociedad catalana y reclamar tanto a la empresa como a las Instituciones implicadas que pongan todos los medios a su alcance para corregir esta situación injusta no solo con los viajeros, sino también con los trabajadores de Cercanías de Barcelona.
Barcelona, 27 de agosto de 2009
CGT-Prensa Barcelona
SFF CGT Barcelona
Fuente: CGT Barcelona