Las brigadas rurales de emergencia sólo trabajan 3 ó 5 meses al año. Conselleria ha establecido un nuevo sistema de selección que obvia la experiencia y prioriza titulaciones académicas sin relación con el medio forestal.
Tragsa, la empresa pública encargada de gestionar los servicios de emergencia dependientes de la Generalitat, ha obtenido un beneficio de más de 65 millones de euros en plena crisis, un 21% más que el año anterior y, aun así, ahorra en la contratación de personal, formación, calidad de los equipos de protección y parque automovilístico
La situación de los trabajadores de Tragsa en el País Valenciano ha sido denunciada a lo largo del año por la CGT, tercer sindicato con representación en la empresa. Ahora, en pleno verano, se hacen evidentes las contradicciones, errores y carencias con que la Generalitat Valenciana y Tragsa, con la connivencia de UGT y CCOO, han insistido en planificar el trabajo de las brigadas para la extinción de incendios.
En cuanto a la contratación, la exigencia de CGT es que se garantice una profesionalidad mínima, es decir, al menos 9 meses de contrato y no entrar, como sucede ahora, a trabajar 3 ó 5 meses sin experiencia alguna y en los meses en que se producen los incendios más grandes. Para agravar aún más la situación, a partir de este año se ha establecido una nueva forma de acceder al puesto de trabajo que ha dejado en el paro a decenas de brigadistas con varios años de experiencia y conocedores de la zona de actuación correspondiente. Este hecho motivó varias protestas (http://www.cgtpv.org/Els-Brigadistes-Rurals-de-Reforc.html) Asimismo, Tragsa ofrece una formación escasa que en ningún caso sirve para garantizar eficacia y seguridad al trabajador.
Además, CGT denuncia el peligro que corren los trabajadores por no contar con equipos de protección de buena calidad. Es más, el equipo de Valencia es de una protección mínima (los cascos se derriten con la llama de un mechero). Las reclamaciones de mejora de los equipos siempre son respondidas por parte de Tragsa con que se adaptan a la ley de seguridad laboral, una ley que se remonta a los años 70… evidentemente, más de 30 años después, la existencia de materiales de protección ignífugos es innegable.
También es imprescindible la seguridad en los vehículos. El sindicato reclama que todos vayan equipados con Equipos de Respiración Autónoma para afrontar las densas nubes de humo que se producen en los incendios forestales y que son el principal factor de muertes laborales.
Finalmente, CGT destaca la necesidad de velar por los bosques a lo largo del año y de no dejar que los incendios se hagan grandes. Para ello es necesario dotar de medios a las unidades, disminuir la distancia entre ellas y acabar con el abandono de la masa forestal acometiendo un mantenimiento sostenido.
Gabinete de Prensa de CGT-PV
Fuente: CGT-PV